miércoles, 30 de abril de 2008

La santa tradición

Desconozco las etimologías, pero me da que mitos y ritos tienen mucho que ver. Los usos y costumbres de los pueblos, las pequeñas supersticiones, los platos típicos, los bailes, los ciclos que se repiten crean un (pequeño) mundo en el que sentirse cómodo. Es cuando nos dejamos abrazar por las tradiciones. Se podría pensar que todo era mejor antes, cuando esperaban a que la luna estuviera en cuarto creciente para según que cosas (es que yo las ignoro, hacer el queso o podar un árbol, quizás). Seguimos creyéndonos a medias los mitos y cumpliendo con los ritos del nacimiento, de la boda, del entierro; como manda la tradición. Pero la tradición es algo muy volátil, como un pato que un día emigrará. Las tradiciones cambian tanto como las modas. De pronto descubres que tal tradición es de hace cuatro días. Ni todas las tradiciones son buenas (ni bonitas, ni eternas) ni todas las modas son malas (ni bonitas, ni tan pasajeras). Bueno, digo yo.

martes, 29 de abril de 2008

Física y Psíquica

Si mueves las piernas, mueves el corazón. Pero dices corazón y parece que hables de sentimientos. Y sí, a veces pasa, pero esta vez hablaba del músculo y ella entendió los afectos. Si mueves las piernas, si te preocupas, si te esmeras, si haces algo en lugar de quedarte parado; entonces estás trabajando a favor de tus emociones, de tu bienestar afectivo. Pero sólo se trataba de mover, no de conmover. Conmover es provocar un escalofrío, y ahora es al revés; no me refiero al temblor provocado por una diferencia de temperatura sino a la sensación de alguna forma similar causada por una diferencia brusca de sentimientos.

domingo, 27 de abril de 2008

Memorias de otro

El que esto escribe debo ser yo por fuerza, y sin embargo me parece que son los escritos de otro. Alguien mejor que yo, sin mis debilidades (que tampoco hoy voy a confesar, o sea que no las va a confesar él), y sin duda más inteligente y con mejor memoria (él recuerda todas esas citas que yo ya he olvidado). Ese otro que se parece un poco más que yo a quien quisiera ser y que quizás dice cosas que no están en mi cabeza (y calla otras que sí están). Ese otro que está al otro lado de la sintaxis (la sintaxis que es una facultad del alma, Paul Valery; yo nunca lo hubiera sabido). Esto que estás leyendo (que estoy yo releyendo y me parece nuevo aunque me resulta vagamente familiar) son las memorias de otro.

sábado, 26 de abril de 2008

Breve encuentro

Me senté en un banco y empecé a comerme el bocadillo. Había llovido y por no ensuciarme el pantalón sólo me apoyaba en el borde seco, así que estaba inclinado hacia adelante, con los codos sobre las rodillas. La gente pasaba, algunos hacia el estadio con la camiseta del equipo puesta. Entonces se me acercó un hombre de unos cuarenta años y me preguntó: "¿A qué hora es?". Me pareció que hacia un gesto en dirección al campo de fútbol. "¿El partido?, a las nueve", le respondí. Dió un par de pasos, se volvió y me dijo: "No he molestado, ¿no?". Le aseguré que no mientras pensaba que o yo le había respondido bruscamente o él tenía algún problema. "¿Cuántos quedan?" añadió seguido. "¿Partidos?, cuatro o cinco" le contesté. Se acercó un paso y repitió: "No he molestado, ¿no?". Estaba claro que a aquel hombrer le pasaba algo, probablemente en más de una ocasión sí que había molestado. Le volví a asegurar que no. Me concentré en mi bocadillo mientras él me planteaba otra pregunta: "El 91 fue hace mucho, ¿no?". Pensé en qué pudo suceder en 1991 y a qué venía esa pregunta. Inseguro le pregunté a mi vez: "¿Qué 91?", y él: "El año 91, fue hace mucho, ¿no?". Ya algo nervioso y mirando a lo lejos contesté: "Sí, fue hace mucho". Por el rabillo del ojo vi como se alejaba dubitativo. Al cruzar la calle se giró y fingí indiferencia mordiendo el bocadillo. Pensaba que el año 91 fue verdaderamente hace mucho, hace 17 años. Cuando volví a mirar ya no estaba.

viernes, 25 de abril de 2008

Cada día

Observando se sacan conclusiones, a veces erróneas. El periódico que leo cada mañana tiene exactamente doce incisiones en el borde vertical de las páginas de la segunda mitad. Las de las esquinas, arriba y abajo, están más juntas y las de enmedio algo más separadas. Son los agujeros hechos por los ganchos (les llamaré ganchos) que arrastran cada periódico en el final de la rotativa (si aún existen rotativas). El periódico está, en ese momento, aún sin doblar, por eso las marcas sólo afectan a la segunda mitad. Los agujeros son notorios en la última página y ligeros en la central. Debe ser todo un arte regular la fuerza de la máquina para que los ganchos lleguen justo a atrapar esa última doble página. Es agradable la sensación al pasar los dedos por esa línea de doce huellas en el margen en blanco del periódico, aplastando los trocitos de papel que han quedado sobresalientes en torno a los agujeros. Paso las hojas de atrás hacia adelante apreciando como las marcas van a menos y acaban inexorablemente al llegar a la mitad donde son casi imperceptibles. La primera página se presenta libre de marcas, pero en realidad es una con la última; la que más ha sufrido el ataque de los ganchos.

jueves, 24 de abril de 2008

Black Books

Estoy oyendo esta canción, "Black Books", y no entendía que significaba. Libros negros, sí, pero cuando dice que ella está "en los libros negros" debe de querer decir algo. Y debe ser algo así como la lista negra. Aprendo de paso que "Black Books" es también una comedia de situación (sitcom) inglesa que transcurre en la librería de ese nombre. El dueño se apellida Black. La canción es del tipo triste y sin embargo relajante. Cuenta que la chica le ha dejado e incluye esta frase: "The hardest truths don't have a why", "las verdades más duras no tienen un porqué". Bueno, eso lo explica todo.
No me dejan poner aquí la canción (cuando sólo pretendia colgarla con fines exclusivamente educativos), así que si alguien la quiere escuchar que sepa que la canta Nils Lofgren.

Risa inoportuna

Tras muchos años de ir perfeccionando un agudo, fino, inteligente sentido del humor; se resbala un viandante y me sale la risa. No deseo que se haga daño, por supuesto, pero su cara de sorpresa, su embarazo al levantarse me hace gracia. Me empieza a dar un poco de vergüenza... Mi reacción debería ser de solicitud hacia esa persona, de interesarme por si se ha hecho daño, de ayudarle a levantarse; pero mi primera reacción es reirme. A veces se ríe él también, menos mal.

miércoles, 23 de abril de 2008

Mezclando colores

La salsa de la vida son los matices. Los pequeños gestos, detalles que hacen que lo vulgar se convierta en único. Lo que me alegra el día son las sonrisas y los matices (positivos). Las sonrisas deberían ir de serie, los matices los pone la inteligencia. El cariño, el humor, la sinceridad, la sencillez, la belleza, el ingenio, la delicadeza los busco y los encuentro en los matices: En la expresión de unos ojos, el gesto de una mano, la forma de llevar una prenda, la colocación de unos objetos, la entonación de una voz... en la búsqueda cuidadosa del color exacto para pintar un sentimiento.

martes, 22 de abril de 2008

Chinos

Los chinos son muchos. Los chinos dan un poco de miedo, de uno en uno. Juntos dan mucho miedo. Y probablemente están asustados. Lo que quieren los chinos es sobrevivir. Ganarse su arroz, igual que nosotros queremos ganarnos nuestro pan. Pero ¡qué digo nosotros!. ¿Quienes somos nosotros?. ¿No habíamos quedado en que ni siquiera sé quién soy yo?. Quizás los chinos sacuden la cabeza de lado a lado y lo que quieren es decir que sí. Quizás ese chino lo que esté deseando es contarme su vida. Yo me defiendo, claro. Me bastan con unos retazos. Pero le sonrío y el chino me sonríe. Él me vende más barato porque trabaja más horas y tiene menos gastos. A veces veo tras el mostrador a un chinito viendo un DVD de una película en chino. Seguro que ya ha hecho sus deberes. El precio del acero se ha disparado por culpa de los chinos. Rectifico, el precio del acero se ha disparado porque ha aumentado mucho su consumo en China. Hay que competir con los chinos. Espero que sea un pelea limpia.

lunes, 21 de abril de 2008

Aquel año

Hace cincuenta años tuvo lugar un hecho que estoy por calificar como una de las claves de la historia norteamericana: Los Dodgers (equipo de baseball) dejaron Brooklyn. Alguien deberia hacer un estudio sobre el número de películas que comienzan con una voz en off diciendo, "aquel fue el año que se nos partió el corazón, los Dodgers se mudaron a Los Ángeles; ya nada sería igual". Fue en 1958 siendo presidente Eisenhower (que probablemente pasará a la posteridad recordado por este hecho). El "culpable" fue el dueño de los Dodgers, Walter O'Malley, que ante la negativa del alcalde de Nueva York de concederle (venderle) terrenos en Brooklyn para construir un nuevo estadio (se los ofrecía en Queens) optó por el traslado a California. Dicen que si a un natural de Brooklyn le encerraran en una habitación con una pistola en la mano en la compañía de Hitler, Stalin y O'Malley y solo dos balas en el cargador, no tendría otra alternativa que dispararle las dos a O'Malley.

domingo, 20 de abril de 2008

Libros

Una biblioteca es un proyecto de lectura, o un saco de intenciones. Porque si alguien reúne una gran biblioteca, ¿cuántos libros de ella acabará leyendo?. Pocos. Yo llevo la política inversa. No quisiera dejar a mis herederos una tonelada de peso en libros que seguramente les serán inútiles. Así que leo libros prestados (de amigos y familiares) o cogidos en la biblioteca pública. También compro algunos, claro. Calculo que habré leído la mitad de los que tengo en casa. A los que más cariño tengo es a los que compré (casi siempre en mercadillos) de adolescente y veinteañero. Son libros de bolsillo, ajados, como perros callejeros acogidos temporalmente por mí y cuyo destino más temprano que tarde será la basura. Mientras les llega ese día yacen plácidamente en mi estantería en un semiorden por antigüedad en que los coloqué hace años. Pronto es el día del libro (y deseo larga vida al día y al libro) y me han regalado por adelantado uno. Un hermoso libro de tapas duras. Lo he colocado entre los demás y parece un gigante entre los de bolsillo. Es de romanos (los comienzos del imperio) y lo leeré con gusto porque siempre me ha fascinado el tema. Por supuesto agradezco el regalo en lo que vale y más.

sábado, 19 de abril de 2008

Sin parpadear

Me he parado en el semáforo detrás de una camioneta. Es un semáforo que regula un giro a la izquierda. Tarda lo suyo en ponerse verde, y luego se pone rojo inmediatamente (si parpadeas te lo pierdes). A mi derecha quedaba el hospital y una hilera de gente tipo hormiguero ha comenzado a pasar la calle entre la camioneta y mi coche. He pensado que serían trabajadores del hospital que salían del turno de mañana. De uno en uno y mirando a ambos lados de la calle iban pasando presurosos (y por donde no debían desde luego). De todas las edades y sexos (de dos sexos concretamente) parecía que no querían ir juntos y guardaban las distancias en la fila de a uno. Y me he preguntado si alguno de ellos sería una eminencia médica, un sabio. No parecían, pero ¿quién sabe?. Puede que las eminencias salgan por otra puerta o puede que sin la bata blanca no se pueda distinguir una eminencia de un simple mortal desconocedor de casi todo. Finalmente el reguero de gente se ha terminado y he arrancado pegado a la camioneta para pasar el semáforo antes de que en un suspiro volviera a cambiar de color.

viernes, 18 de abril de 2008

Orden y concierto

Tres normas básicas en un sistema educativo: Respetar al compañero, escuchar al que habla y dejar las cosas en su sitio. Me parece maravillosa la capacidad de síntesis que expresan estas "normas", y creo que son extensibles a todos los ámbitos de la convivencia. Especialmente acertada, incluso ingeniosa, me parece la tercera: Dejar las cosas en su sitio. Las cosas de por sí, aunque no parezca posible por su conocida inanimidad, tienden a desparramarse. A mí en particular, sin ser maniático del orden, que las cosas se mantengan a raya me parece una buena idea.

jueves, 17 de abril de 2008

No te líes

Me han querido confundir, y casi lo logran. Philip Roth escribió en 2001 "The dying animal" traducida aquí (muy correctamente) como "El animal moribundo". Cinco años después publicó "Everyman", título de traducción quizás peliaguda: "Cada hombre" o "Todos (y cada uno de) los hombres". Aquí se publicó como "Elegía". Ahora Isabel Coixet ha dirigido una película titulada "Elegy" basada en la primera de las novelas. La película "Elegy" no es la novela "Elegía". En todo caso ambos, escritor y directora, son de mi agrado.

En el autobús

Cualquier día puede ser el día de la marmota. Cualquier día puede ser el día de los balbuceos. Bárbaros balbuceos borbotean en mis labios. Días tristes, días benditos porque son el preludio de días felices. Calculando la combinación de prendas que me defenderán del frío pero no me asarán de calor. Es complicado. Saldré a la calle y cogeré el autobús donde iremos todos en respetuoso silencio, las ventanas empañadas. Cubiertas con un paño de vaho. Vaho exudado por los viajeros. Viajeros de un corto trayecto, aprendices de Ulises. Calculando el importe exacto para no entorpecer a los demás usuarios, y para no provocar el posible mal humor del conductor. Un conductor de autobús siempre tiene el recurso de pegar un frenazo si nota animadversión por parte de algún pasajero. Viajeros, usuarios, pasajeros; los que nos sentaremos durante un trayecto relativamente corto mientras calculo aproximadamente el tiempo que pasaré en total a lo largo de mi vida sentado atisbando por la ventana empañada de un autobús.

miércoles, 16 de abril de 2008

Si me pongo sentencioso...

Recelo de quien habla como si poseyera la verdad. Cuando se trata de opiniones (que es casi siempre) me parece pertinente añadir un "creo", "me parece", "quizás"... Spinoza podría ser un delantero brasileño, pero fue un filósofo holandés de origen judío-portugués. De nombre Baruch por más señas. He leído una afirmación suya que da pistas para comprender que el bien y el mal no son en absoluto fáciles de distinguir. Más o menos dijo: "Algo es bueno porque nos gusta, no nos gusta porque es bueno". Que a mí no me guste el pescado, no significa que el pescado sea malo. Bueno y que el pescado me gusta (lo que tampoco significa que sea bueno).

domingo, 13 de abril de 2008

Microrrelato, por alusiones

"Cuando despertó el dinosaurio todavía estaba allí", Augusto Monterroso. Sí, bien, pero espero que fuera un dinosaurio pequeño, o al menos amistoso. Incluso siendo amistoso espero que no se acercara demasiado, por los pisotones. Es difícil concretar la fantasía. Los detalles prácticos son siempre engorrosos. ¿Qué tipo de dinosaurio era exactamente?. Siendo más pragmáticos propongo esta versión (este plagio): "Cuando despertó ella todavía estaba enamorada de él". Pero aún sigue siendo complicado. Estaba enamorada, sí, pero ¿hasta cuando?. Conociéndole a él, digo. Dormido le quería, esa era la parte fácil, pero ¿y al día siguiente?. Intentémoslo de nuevo: "Cuando despertó, aún seguía dormido". Seguía dormido... ¿alguna duda?. Creo que he conseguido solucionarlo.

sábado, 12 de abril de 2008

Ficción y realidad en una canción

"Eres hermosa, eres hermosa", canta James Blunt. Sí; eres, es, sois, son hermosas. "Vi un ángel", eso le, me, nos pareció. Dice luego "me sonrió", esta parte es inventada. "Estaba con otro hombre", estrictamente cierto. "Pero no perderé el sueño, porque tengo un plan", no lo perderé; pero ¿qué plan?, no tengo ninguno. "Se me quedó mirando", ficción; "no creo que la vuelva a ver", realidad; "compartimos un momento", ficción. "Eres hermosa, eres hermosa", pura realidad. "Vi tu rostro entre la multitud", verdad. "Y no sé que hacer", indefinido; "porque nunca estaré contigo", nunca estará, nunca estaré, nunca estaremos. You're beautiful, it's true.

Ley de vida

Tras casi diecisiete años empieza a dar síntomas de decadencia. Han sido muchos años de acompañarnos. Al principio era el indiscutible rey de la casa. Con el tiempo fue perdiendo protagonismo, pero sin dejar su puesto en el centro del salón. Hace unos días tomó un preocupante tinte amarillento. Ayer hubo un rato que perdió totalmente el color, aunque luego se recuperó. Hoy día resulta demasiado voluminoso, pronto llegará el momento de deshacernos de él y mucho me temo que necesitaré ayuda para cargarlo. Cumpliendo el ciclo de la vida el viejo televisor de tubos dejará su lugar a una esbelta pantalla plana de anteúltima tecnología.

jueves, 10 de abril de 2008

Inquietud

Me he despertado antes de la hora. He visto en la (o el, no sé) radio-despertador que faltaban unos diez minutos para tener que levantarme. No me importa, se está bien tumbado sin tener que hacer nada. Me gusta la oscuridad cuando duermo así que he vuelto a tapar los dígitos luminosos con el pañuelo. Al de un rato se me ha ocurrido que podía ir adelantando algo de la rutina de todas las mañanas y me he puesto las gafas y el reloj de pulsera. Allí estaba boca arriba con los brazos cruzados sobre el pecho mirando la negrura a través de las gafas. Me las ha quitado un momento y veía lo mismo: nada. El reloj en la muñeca cumplía una única misión: hacer sentir su peso. Bailando en la oscuridad sin lobos. Me he sentido levemente ridículo, extraño en el paraíso. Como alguien vestido con aletas y gafas de bucear en un consejo de administración. He intuido que había alguna enseñanza al acecho. No he podido concretarla. Pronto me levantaría y no tendría que ponerme las gafas y el reloj. Ya los llevaba puestos.

miércoles, 9 de abril de 2008

Intransferibilidad

Recuerdo cuando consultándolo con la almohada descubrí la forma más rápida posible de dar jaque mate en una partida de ajedrez (si el contrario se deja, claro). Luego me enteré que la jugada se llamaba "Jaque Pastor" y era tan antigua como el propio ajedrez. Pero en mi inocencia había sido como la bombilla que se enciende de los tebeos cuando un personaje tiene una idea. Cada uno de nosotros estrenamos el mundo. Más tarde necesité de un dolor de muelas y un par de infecciones de oído para apreciar la felicidad de que no te duela nada. Espero seguir haciendo descubrimientos (mil veces descubiertos) en el futuro.

martes, 8 de abril de 2008

Fuego

Fuego, tierra, agua y aire eran los elementos clásicos de la civilización griega. Me parece que en este siglo sólo dan juego como elementos simbólicos y que muchas veces son usurpados por los farsantes de las ciencias esotéricas. La química nos explica de modo más o menos comprensible lo que es la tierra (la materia sólida, entiendo), el agua (por lo demás un milagro incomprensible) y el aire (mezcla de gases afortunadamente respirables); y puede que también explique en qué consiste el fuego, lo que pasa es que yo no lo entiendo. ¿De qué está hecha una llama?. Mi relación con el fuego es distante y respetuosa. No poseo ninguna de esas habilidades aparentemente tan comunes como la de pasar la mano por encima de una llama, dejar quemarse una hoja de papel sosteniéndola hasta el último momento o apagar una vela con los dedos. Nunca he fumado y pocas veces he tenido que encender una cocina a gas, así que no manejo habitualmente ni mecheros ni cerillas. Prometeo robó el fuego a los dioses para entregarlo a los mortales (me alegro de que tengamos un papel en la mitología). Las tradiciones muchas veces tienen fecha de nacimiento y la de llevar la llama olímpica desde Grecia nació en 1936. Es bonita porque no es fácil que todos los países de este planeta se pongan de acuerdo en algo. La llama olímpica se enciende en Olimpia (que no en Pernambuco) concentrando los rayos del sol por medio de un espejo parabólico. Ahora bien, ¿llega en realidad algo de lo que sale de Grecia al estadio olímpico de turno?. Eso si no lo apagan como ha pasado en París. Lo que yo siempre he sospechado es que el fuego olímpico se ha apagado más de una vez durante la noche y seguramente un bedel con su humilde mechero lo ha vuelto a encender cuidándose de no divulgar la circunstancia (y además, ¿qué más da que se apague o no?).

A través del espejo

Casi siempre le veo de refilón, en el baño, en el ascensor. A mi imagen en el espejo. Es un tipo parecido a mí, aunque más viejo. Será porque la imagen mental de mí mismo se quedó años rezagada y la réplica ante el espejo me la da ahora otro que cada vez se me parece menos. Vengo observando que levanta más una ceja que la otra. La derecha concretamente. Todo indica que yo hago lo propio con la izquierda; si me concentro puedo sentirla más alta que la derecha en gesto de perpetuo semi-asombro. Una vez me llamó la atención una fotografía publicitaria de un rostro. Había algo extraño. Al cabo de un rato me di cuenta de que aquella cara era absolutamente simétrica y quizás por eso no parecía natural (en Blade Runner podían haber reconocido a los replicantes por esta particularidad). Así que si alzo la ceja izquierda (nada exagerado, espero) es que soy humano.

domingo, 6 de abril de 2008

Guía de comportamiento

Serenidad sí, ansiedad no. Ideas claras, sin prisas. Prefiero llegar diez minutos antes que correr para llegar un minuto tarde. Planear, bosquejar mi día pero sin obsesiones. Adaptarse a las circunstancias, improvisar con naturalidad. Los imponderables ajenos a mí no me causarán desasosiego. Disfrutar las rutinas saludables; la comida, el ejercicio, el descanso. Conducir pausado. Concentrarse en la música (que es infinita). Abrir ojos y oídos. Pensar las respuestas. Regalar (buenas) palabras. Saber estar sin hacer nada. Soñar. Admitir errores. Tener los pies en el suelo. Dar, corresponder. Intentar comprender (todo). Asumir mi insignificancia.

sábado, 5 de abril de 2008

Cosas infinitas

Por el placer de enumerar: Cosas, materiales o inmateriales, que podemos considerar infinitas. Por ejemplo el Universo. Un, dos, tres, responda otra vez. El Universo, el tiempo, los números, la paciencia, el silencio, la esperanza, la torpeza, la música. Ruido de sirenas. Escuchemos la voz de los Supertacañones: La música, si bien puede basarse en sólo siete notas, acepta tal número de combinaciones, tono, intensidad, ritmo, etc que podemos considerarla infinita. Además, el hecho de contener al silencio ya sería suficiente. La música, por tanto, es infinita. Vale la respuesta y pueden seguir enumerando.

viernes, 4 de abril de 2008

Ceguera selectiva

Ésta es una anécdota real que me han contado. Eran una madre y su hija. La hija en sus ratos libres se dedicaba a dibujar y vendía ilustraciones para algunas revistas. Pero la madre nunca había preguntado por lo que hacía y nunca había visto ningún trabajo suyo. Un día de visita en casa de su hija vio un dibujo a medio hacer con toda la parafernalia de dibujante alrededor y va y le pregunta: "Ah, ¿pero tú dibujas?". La hija le respondió: "Sí, tú me matriculaste en Bellas Artes, ¿no te acuerdas?". La madre cambió rápidamente de tema, no le interesaba. No pensaba que estaba siendo desconsiderada e incluso cruel con su hija, sencillamente no se daba cuenta. Cuando me lo contaron me entró cierto desasosiego. ¿Con quién estoy yo siendo desconsiderado sin tan siquiera darme cuenta?. Me gustaría poder salir de mí mismo, elevarme en el aire (como aura, ectoplasma o lo que sea) y desde esa perspectiva superior ver y comprender los puntos de vista de los demás, saber cuando estoy hiriendo a alguien. Aunque he de aclarar que hay ocasiones en las que me doy perfecta cuenta...

jueves, 3 de abril de 2008

The pursuit of Happiness

En la declaración de independencia de Estados Unidos de 1776 se puede leer: "We hold these truths to be self-evident, that all men are created equal, that they are endowed by their Creator with certain unalienable Rights, that among these are Life, Liberty and the pursuit of Happiness". O sea: "Sostenemos que estas verdades son evidentes por sí mismas: Que todos los hombres han sido creados iguales, que han sido dotados por su Creador con algunos Derechos inalienables, que entre estos están la Vida, la Libertad y la búsqueda de la Felicidad". Toma ya, la felicidad. Todo ciudadano americano tiene derecho no sólo a la vida y a la libertad sino también a la felicidad. Bueno, a intentar ser feliz. Me parece conmovedor que incluyeran la felicidad, aunque para ser más justos deberían haber incluido también la tristeza (no la desgracia). Felicidad y tristeza son las dos caras de la misma moneda.

Hierba

La hierba, el más humilde de los vegetales. Las hojas de hierba de Walt Whitman. No sé quien me presto hace años un tomo de cubiertas, como no, verdes y una foto de Whitman con largas barbas blancas... pero la primera edición del libro se hizo cuando tenía 37 años. La hierba verde (la película de John Ford, "que verde era mi valle" era en blanco y negro) que consiste en hojas que nacen de la tierra. Sé que hay muchas variedades de césped. Hay expertos que viajan por el mundo aconsejando cual plantar en un determinado campo de golf. Pero yo me refiero a la hierba sin más. A la hierba que crece en los bordes del camino. A la hierba que surge sin que nadie la haya plantado en una pradera. Esa hierba que he visto igual en todos los sitios donde he estado y que me ha parecido igual en cuadros, fotos o películas (casi siempre en un segundo plano). ¿Es posible que sea la misma hierba la que orille todas las sendas de la Tierra?. ¿Hay hierba en Marte?.

miércoles, 2 de abril de 2008

Un solo hecho

"Si tuviera que resumir mi vida con un solo hecho...". Así comienza "La vida milagrosa de Edgar Mint" de Brady Udall. Buen comienzo para un libro. En este caso el hecho es que a los siete años le atropelló el cartero, que infortunadamente no iba en bicicleta sino en un todoterreno. Aún así sobrevivió, obviamente. Creo que ésta sería una buena pregunta a incluir en esos tests que circulan por ahí (sí, esos que te preguntan por tu color, película, canción, comida etc favoritas), puestos a definirse.. En cuanto a mi "hecho", no sé.. A los cinco años me caí corriendo cuesta abajo, me abrí la frente y me tuvieron que poner la antitetánica, a los diecisiete me operaron de apendicitis y hace unas semanas se me rompieron las gafas; pero definitivamente ninguno de estos hechos resume mi vida.

martes, 1 de abril de 2008

No cambies nunca

"No cambies nunca". Cada cierto (poco) tiempo se lo dice una amiga a otra, los nietos al abuelo, el marido a la mujer, la novia al novio. Que no cambien nunca, y suelo pensar que no puede ser que haya tanta gente perfecta, que se miran con muy buenos ojos y que si me lo dijeran a mí pensaría que ciertamente no me conocen bien. "No cambies nunca"... ¿es a mí?. No es que no vaya a cambiar nunca, es que veo problemático que pueda cambiar. Casi nadie cambia nunca jamás. Cuando alguien cambia (generalmente tras un accidente en el que se ha golpeado la cabeza) hacen una película, sale en el periódico, es noticia. Con un gran esfuerzo (y un poco de ayuda de mis amigos) puede que lime algún defecto, pero cambiar... que más quisiera yo.