viernes, 24 de diciembre de 2010

Realidad y verdad

"La realidad es aquello (that) que cuando dejas de creer en ella, todavía sigue allí (there)". La frase parece ser de Philip K Dick y es curioso que la escribiera él, precisamente tan aficionado a imaginar. Llevo tiempo pensando (es un decir) en la (no) existencia de la verdad. Y pienso que la verdad sí que debe de existir, lo que pasa es que es casi imposible de aislar, de definir, de expresar. Y parecido pasa con la realidad. Realidad y verdad pueden ser lo mismo. Quizás la verdad es realidad sublimada, realidad filosófica, realidad destilada. Va frase: La verdad es la realidad con connotaciones éticas. La realidad más prosaica es fácilmente discernible: Hoy está nublado, no soy zurdo, la tierra es una esfera levemente achatada por los polos (o eso dicen). La realidad moral, la verdad, es casi siempre inaprensible y aunque no creas en ella, sigue ahí. Ahí o allí, no se sabe exactamente.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Non an early adopter

Yo aprendí inglés y el inglés cambió. Antes de eso aprendí español y el español ha cambiado. Centrándome: Las lenguas cambian continuamente y nuestro conocimiento de ellas es siempre precario. Hablamos de otras cosas con otras palabras, o con las mismas dotadas de nuevos significados; significados que consensuamos por el sistema práctico de que nos sigamos entendiendo. Entendiendo aproximadamente, claro. En nuevas tecnologías los términos nacen en inglés y un sociólogo (Everett Rogers) acuñó (en 1962) el término "early adopter" para los que primero se apuntan a una innovación. Pues bien, no soy un "early adopter". Me encuentro cómodo no siéndolo pensando que, a) es más barato así, b) no tengo prisa para disfrutar de esas ventajas sin las que he podido sobrevivir hasta ahora. Pero ojo, no renuncio para siempre; aspiro a integrarme en la "early majority", el pelotón de los usuarios que se suman cuando, y éste es el argumento c), la nueva tecnología ya se ha asentado en el mercado.

martes, 7 de diciembre de 2010

Tazas de café

He detectado una grieta en la taza de café. No parece que haya peligro de ruptura inminente. Hay que fijarse para verla. Va desde el borde hasta casi el fondo de la taza y se aprecia tanto por dentro como por fuera. Una tenue línea que no llega a afectar a la impermeabilidad que se espera del material (porcelana, algo más moderno, no sé). He escrito "la" taza, pero me refería a una de las cuatro tazas que componen el juego. Se trata de un juego de tazas con un soporte metálico que permite formar una torre con las cuatro, encajando cada una en la de abajo. Inciso sobre el diseño: A alguien se le ha ocurrido este artilugio. Siempre hay cosas que diseñar. Por ejemplo sillas. Puede parecer que es muy difícil diseñar una distinta, pero se diseñarán hasta casi el infinito (para aclaración sobre el infinito véase la entrada del catorce de noviembre) . Bueno, este diseño en concreto es un regalo de un supermercado, confesándolo todo. Hace sólo unos meses que las tenemos y estoy sacando un gran partido de estas tazas, ya que son más accesibles que las del armario. Eran cuatro, pero estos últimos días sólo estoy viendo tres en la torre de la cocina. Y una de ellas con esa inquietante grieta. Puede que la cuarta esté en el lavavajillas. Puede que haya sido el lavavajillas el que ha producido el desperfecto de la otra. Puede que en el mundo encaje mejor esta torre de tres con defecto incluido que la original de cuatro. La entropía, supongo.