lunes, 10 de marzo de 2014

Momento ligero

En el ascensor del hospital. En uno de los ascensores porque no he conocido sitio con más ascensores en mi vida. Entramos cuatro personas y vamos dando al botón del piso deseado. Marcan el dos, el uno, yo pulso el cuatro y la última, una mujer "de mediana edad", pulsa el doce mientras dice con acento caribeño: "Yo voy al cielo, el piso doce, no hay nada más allá, ¿no?; voy al mismo cielo". El ascensor para en el primer piso y cuando las puertas se cierran de nuevo ya tengo preparado mi comentario. Otro piso, puertas abiertas, puertas cerradas, miro de reojo a la mujer. Llegamos al cuarto piso y cuando voy a salir hago mi comentario con una media sonrisa: "Yo me bajo en el purgatorio".

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