sábado, 10 de febrero de 2018

Ideas de los otros

No tengo nada que decir, pero escribo (paradoja). A falta de ideas propias repetiré cosas que dijeron los demás, que es lo que hago siempre aunque a veces ni yo mismo me dé cuenta. Por ejemplo me han gustado dos cosas que dice John Stuart Mill en su autobiografía (qué cosas leo, por dios). Bueno, primero voy a explicar por qué he leído a ese señor (filósofo, político y economista inglés del siglo XIX). Dice Joseph Joubert (este era francés) que "siempre estamos pidiendo nuevos libros, pero en ésos que poseemos desde hace mucho tiempo hay inestimables tesoros de ciencia y de entretenimiento que desconocemos porque hemos decidido privarnos de ellos", y esto lo dijo hace 200 años... No tengo en mi modesta biblioteca la autobiografía de John Stuart Mill, pero es como si la tuviera porque toda su obra está accesible en internet. Así que entre los miles y miles de obras inestimables de las que he decidido privarme (a la fuerza) he escogido ésa por hacer un poquito de caso a Joubert. Y voy con las dos cosas, dos ideas, que me han gustado y que al final resulta que son la misma. La primera es lo que cuenta Stuart Mill de su padre, otro figura, enfermo grave ya. Se preguntaba éste si había hecho a lo largo de su vida algo para mejorar el mundo, y tras pensarlo concluía que sí, pero que lamentaba no vivir más para contribuir a mejorarlo un poco más. La segunda es el cambio de mentalidad que experimentó el propio autor en su juventud. Pasó de tener como objetivo en la vida la búsqueda de la felicidad propia a cambiarlo por la búsqueda de la felicidad de los demás. Escribió "pregúntate si eres feliz y dejarás de serlo en el acto", y razonaba que la felicidad solo podía alcanzarse de modo indirecto, a través de los otros. De tal palo tal astilla.

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