miércoles, 31 de octubre de 2007

Little Pigs

"Cinco cerditos" (Five Little Pigs) es una novela de Agatha Christie que toma su título de una canción infantil, como antes lo había hecho en la más popular "Diez negritos". Tres cerditos eran los del cuento, aquellos que tuvieron sus diferencias con el lobo feroz. Haciendo un cálculo rápido, deduzco que los tres cerditos deben ser ya unos señores cerdos. Quizás sigan viviendo en la casa de piedra, parecía sólida. Ahora hay un anuncio en la tele de un ambientador donde aparecen otros tres cerditos, a los que se les ve entrar en tropel al cuarto de baño. Lo curioso del caso es que, en el anuncio, la madre de los tres sonrosados y alegres cerditos es una mona... Asumo que la susodicha mona pueda ser una ama de casa que nos habla de lo conveniente que es ese ambientador para su hogar, sobre todo teniendo en cuenta a los pequeños de la familia; pero que los hijos sean cerditos... Walt Disney no lo hubiera aprobado.

lunes, 29 de octubre de 2007

Desventuras de un lector

A veces me pasa que cuando leo un diálogo en una novela y se supone que a cada personaje le corresponde un párrafo (me refiero a cuando hay dos personajes, más ya serían multitud), me pasa, decía, que llega un momento en que ya no sé qué personaje está hablando. Entonces releo el último párrafo e intento deducir por lo que dice quien está hablando. Pero suele pasar que ambos pueden haberlo dicho, y tengo que volver al principio de la conversación e ir contando; ella, él, ella, él, ella , él, hasta llegar al párrafo en disputa. Y quizás encontrarme con que el que habla de estrenar el vestido es aparentemente él, y un mar de dudas me ofusca la mente: ¿Puede que él se vista de mujer?, ¿me he equivocado al contar los párrafos?, ¿uno de los dos ha callado y el otro ha repetido turno?, ¿se han comido alguna parte al imprimir el libro?, ¿la primera frase que parecía que la decía ella, en realidad la dijo él?, ¿lo estaba entendiendo todo al revés y ni siquiera me daba cuenta?.

domingo, 28 de octubre de 2007

Tic tac

Lo primero que he hecho al levantarme ha sido cambiar la hora en el radio-despertador. Luego el reloj de pulsera y el móvil. A media mañana me acuerdo del móvil de la empresa y pongo la hora correcta, no vaya a ser. Al mediodía descuelgo el reloj de la cocina y hago girar las manecillas sintiendo la satisfacción de un artesano suizo. A la tarde he comprobado que el ordenador se ha puesto solito en hora. Me queda el reloj del coche, que ajustaré mañana, ya que hoy no lo he usado. ¿Se me olvida algo?. Miro nervioso el reloj. Con una hora apenas tengo tiempo de cambiar la hora.

Trece

En el año 2046 puede que encuentre a cinco personas en el cielo, ahora prosigue mi vida sin mí. Es de noche en la tierra y mientras recojo las flores rotas antes de amanecer, medito las cosas que nunca te dije pero que diría con sólo mirarte. Agua en los zapatos a orillas del río Mystic, pasan las horas y sigo atrapado en el tiempo. Solo tengo lo que queda del día.

viernes, 26 de octubre de 2007

Que se llama Soledad

La soledad era esto, escribió Juan José Millás, y yo leí la novela y no me enteré qué es lo que era exactamente la soledad (y no fue culpa de Millás). Ser y estar: Puedo ser sordo y puedo estar solo. En algunos casos se es solo. Soledad y sociedad. Cada uno tenemos nuestro equilibrio. Se puede estar solo y desear compañía (y es una pandemia del siglo XXI) y se puede estar en compañía y desear estar solo. A mi me pasan ambas cosas. Podemos tener delante una larga condena o unas largas vacaciones de soledad. Si tengo que elegir, optaré por lo que más me convenga.

jueves, 25 de octubre de 2007

Balbuceo

Para los que llegaron tarde: Nada hay original en este blog. Puede ser ingenuo, sincero, tedioso y mil cosas más; pero no puede ser original. Todas las palabras que se usan aquí son prestadas. Todas las ideas son repensadas, algunas revenidas. Si hubiera un atisbo de algo sutilmente innovador, reconozco que ha sido sin querer. Sin embargo y milagrosamente, esta combinación de incoherencias gramaticalmente ordenadas es única. Nadie la había escrito antes y nadie la escribirá después (salvo copia). Así es la vida, una combinación única de incoherencias por lo demás sobradamente conocidas.

miércoles, 24 de octubre de 2007

Poeta en el ascensor

Hablar del tiempo. El tópico de los ascensores, y confieso que lo practico; ha enfriado, a ver si sale el sol el domingo, ya hacía falta un poco de lluvia. Pero es que son palabras de carbono cristalizado, preciosas. Por más que las manoseamos, no es que no pierdan su valor sino que parece que las lustramos y brillan más. Favoritas de todos los tiempos de los poetas. Estrella, cielo, lluvia, nieve, brisa, nube, luna, sol, aire, ola, relámpago, estío, otoño, rocío, niebla, bruma, aguacero; apuesto que hay más de cien, quizás mil, palabras que son colores y matices para los poetas y para los usuarios de los ascensores.

martes, 23 de octubre de 2007

Duermo, luego abdico

The Big Sleep, la gran dormida. O el sueño eterno, en poético. Esta novela y película del género negro tenía una trama tan complicada que al autor, Raymond Chandler, se le pasó explicar uno de los asesinatos. Yo recuerdo la escena en la que Humphrey Bogart charla con la dependienta de la librería, Dorothy Malone, y hay un pequeño coqueteo y Dorothy (una preciosidad de veinte años entonces) se quita las gafas y se suelta el pelo. Suspiro. Pero lo que quería comentar era lo del sueño. El sueño de dormir. Este cuerpo que arrastramos o que nos lleva a nosotros o que somos nosotros, necesita dormir. Atender a las necesidades del cuerpo nos proporciona placer, y dormir es también un placer. Es olvidarnos de todo, renunciar a la consciencia, abdicar en el heredero (quien quiera que sea), poner el piloto automático y solo respirar. Dejar vagar la mente. Buscar la postura y el calor exactos y hundirse en el sueño, músculos relajados, párpados cerrados, vida suspendida. No quiero acordarme ahora de la fase REM, Rapid Eye Movement... ¿De verdad los ojos se mueven?. Suena horrible.

lunes, 22 de octubre de 2007

Generosidad

El mundo se divide en dos clases de personas (¿de qué me suena esta frase?). Las que dan y las que no dan. Recibir no es relevante en esta clasificación. Las que dan son más felices (o menos infelices, diría un optimista bien informado). No hablamos de dinero, claro. Si nos situamos en el bando de las personas que dan (y ójala me dejaran quedarme) veremos que hay un subgrupo, una élite. Son las personas que dando más que nadie se empeñan en quitarse mérito diciendo que son en realidad egoistas, porque al dar siembran y saben que serán compensadas con creces. No lo creo, porque son personas únicas y además se conforman con poca cosa. Dedico esta entrada a la persona que me lo hizo ver: Cristina, un beso.

viernes, 19 de octubre de 2007

Memorias

Un libro que se me aparece recurrentemente, citado siempre como ejemplo y como obra maestra es el titulado "Memorias de ultratumba" de Chateaubriand. La primera idea del autor era llamarlo "Memorias de mi vida"... ni color. Cualquier autor, a poco que se descuida, acaba escribiendo para la posteridad (tras un breve periodo de escribir para sus contemporáneos). El libro (o debería decir la obra, pues está dividido en 42 libros), no figura en los estantes de la biblioteca que frecuento; pero sí está disponible en francés e inglés en Internet (estar en Internet suena raro, es como estar en espíritu). Empieza a escribir el 4 de octubre de 1811 y la primera cita latina que hace es ésta: "Spatio brevi spem longam reseces" que viene a decir que ya que el tiempo es breve, debemos limitar nuestras expectativas. Son versos de Horacio, lo que viene justo antes del famoso "carpe diem". Este Chateaubriand vivió 79 años y le dió tiempo de hacer muchas cosas.

jueves, 18 de octubre de 2007

¿Sigo siendo de los nuestros?

Los sentimientos son material sensible. Touchy, se dice en inglés de la persona que en seguida se da por aludida, se siente herida. De touch, tocar. Touché, en francés, cuando se reconoce que nos han tocado en un punto débil. No podemos mandar sobre las emociones, como mucho encauzarlas, razonarlas. No soy un fulano con la lágrima fácil, decía Sabina en la canción del pirata cojo. A mí se me aguan los ojos en el cine en algunas ocasiones. Con el tremolar de las banderas, por ejemplo, y lo pienso y me pregunto por qué. Con las señas de identidad hay que ser respetuoso, haberlas haylas. Respeto a todos los que desearían ser enterrados envueltos en una bandera. Pero, éstaba claro que había un pero, ¿por qué una bandera y no otra?. ¿Alguien se cree que por haber nacido en un sitio, por ser de un grupo social, por ser "uno de los nuestros", tiene algún derecho especial, tiene más suerte que nadie, puede con justicia compadecer a los desafortunados que tienen otra bandera?. Ojalá se vayan borrando las fronteras y ser de los nuestros o de los otros quede sólo para las competiciones deportivas.

miércoles, 17 de octubre de 2007

Walter Mitty

El héroe romántico mantiene siempre la expresión serena, amable; la mirada ligeramente soñadora. Aseado pero de aspecto informal, si no se ha afeitado recordará vagamente a algún actor americano. Saldrá de casa sin rumbo fijo pero con una misión que cumplir. Pasa desapercibido, pero es aceptado y respetado implícitamente por todos. Si para en el mercado para comprar fruta parecerá que lo hace de pasada o como tapadera de los asuntos que le ocupan de verdad. Se sentará en un café en una mesa estratégica que le permita observar discretamente la plaza, lo que hará mientras hojea el periódico. En cualquier momento puede llegar su contacto, muy probablemente una bella desconocida.

martes, 16 de octubre de 2007

Ecos húngaros

Había una película "Trenes rigurosamente vigilados" de Jirí Menzel. Antes fue novela de Bohumil Hrabal. El caso es que viendo el despliegue de portadas de revistas en un kiosko, llenas de rostros y cuerpos resplandecientes, satinados, me ha venido a la cabeza esta para-frase (¿me estoy inventando esta palabra compuesta?): "Ingles rigurosamente depiladas".

lunes, 15 de octubre de 2007

Viaje en el tiempo

Hacía tiempo que no me ponía estos pantalones. En el bolsillo de las monedas he encontrado una de cinco pesetas. Un duro, pero de los últimos, del tamaño de los céntimos de ahora. Estoy bastante hecho al euro, y no me gusta cuando alguien se empeña en calcular el costo de algo en pesetas (con la excepción de los millones, para las cifras grandes lo calculo mentalmente). Así que ha sido todo un descubrimiento esa moneda, ya inútil. La meteré en un bote que tengo de monedas antiguas y de varios países. Es el rescoldo del impulso coleccionista que tuve. El impulso que me hacía guardar sellos y cajas de cerillas. Se me pasó. Los pantalones, por cierto, no me los puedo abrochar. He tenido que dejar el botón suelto. Y no me lo explico porque sigo estando igual que hace unos años...

sábado, 13 de octubre de 2007

Imperfecto

"Todo lo que hacemos es la copia imperfecta de aquello que pensábamos hacer". Fernando Pessoa. Esta entrada (de este largo partido de baseball que es este blog) es sólo un eco, una sombra de la expresiva, emotiva, sugerente entrada que tenía yo intención de escribir. En cualquier conversación lo que decimos nunca es exactamente lo que pensamos. Al teclear esto, concreto una de las muchas posibilidades que tenía. Y lo hago de forma imperfecta (que sigue siendo mejor que no hacerlo de ninguna forma).

viernes, 12 de octubre de 2007

Due parole

Las palabras largas no son cómodas (de usar). Estoy pensando en aburrimiento. Ésta además suena horrible, con ese comienzo aburri.. Aborrere en latín (lo he mirado) significa "tener horror". Veo dos tipos de aburrimiento (con perdón), el del que no tiene nada que hacer y el del que haciendo algo lo encuentre poco o nada satisfactorio y por tanto se aburre soberanamente, a la manera de los reyes. En ambos casos se manifiesta una notable carencia de imaginación. Aburrimiento no es una palabra que convenga a los poetas. Tienen otra; mucho más afilada, contundente: Tedio.

jueves, 11 de octubre de 2007

Poco a poco

Leo en una entrevista que José Bono (no el de U2, el socialista) viene escribiendo desde 1990 un diario en su ordenador que ya ocupa 16.000 páginas. Es lo que tiene la constancia; línea a línea edificas un imperio. Supongo que tendrá hecha copia...

miércoles, 10 de octubre de 2007

Oportunidad

Estoy preparado para el apagón analógico. De la televisión, me refiero. Estoy avisado de que el veinte de marzo de 2009 se estrenará en España la adaptación cinematográfica del comic "The Spirit". A eso le llamo yo planificar. Que la inspiración me pille trabajando, o sea proactivo. Se trata de estar en el sitio adecuado en el momento oportuno. Cuando le criticaron a Raymond Chandler que se vendiera a los productores de Hollywood (para escribir guiones), contestó: "Si fuera peor escritor, no me habrían llamado; y si fuera mejor, no hubiera ido yo". Así encajamos muchas veces en nuestro sitio, nuestra densidad nos hace flotar o nos hunde. Sonríamos, que nos van a hacer una foto.

Tendiendo puentes

Preocuparse es, como se sabe, absurdo. Si tiene solución, nos ocupamos en ello y ya está. Si no la tiene, ¿por qué preocuparse?. Como también se dice, no se puede cruzar un río antes de llegar a la orilla. Y cuando lleguemos, busquemos el puente. Una construcción genuinamente humana. Como dijo Julio Cortázar: "Un puente es un hombre cruzando un puente". Si nadie lo cruza un puente deja de ser (o casi). Me viene a la mente la palabra pontífice, "constructor de puentes" en su etimología. Alguien importante.

lunes, 8 de octubre de 2007

Castañas en los bolsillos

¿En qué se parece un huevo a una castaña?. Algo se parecen, no mucho. No se puede llevar un huevo en el bolsillo. O no conviene llevarlo. Yo llevo dos castañas en los bolsillos, una en cada uno, desde hace tres días. Son agradables al tacto, no resultan demasiado incómodas cuando al meter la mano para sacar el móvil, las llaves o el pañuelo tengo que descartar primero una de las castañas, según el bolsillo que sea, que parece tener especial querencia hacia mis dedos. Son de esas castañas que no se comen; quizás sean pilongas, no sé. Me han informado de que llevarlas en los bolsillos es bueno para prevenir el reuma. No veo la relación causa-efecto, no soy supersticioso y no tengo reuma; pero me gustan estética y táctilmente las castañas. Y, de momento, llevo dos en los bolsillos.

sábado, 6 de octubre de 2007

Pequeñas ilusiones

La poca edad, la falta de experiencia o la naturaleza soñadora hacen que nos carguemos de ilusiones al comienzo de la vida. Niño e ilusión, ¿no son sinónimos?. Ilusión, palabra positiva donde las haya. Tener una ilusión es tener una razón para vivir (curiosamente ser un iluso no es en absoluto positivo). Me da la impresión de que tener un sueño es algo mucho más etéreo. Con ilusiones puedo pisar el suelo con decisión. Las pequeñas cosas, lo cotidiano; ahí está el secreto. Hay que mantener esas ilusiones. La ilusión de escribir una entrada en este blog, por ejemplo.

viernes, 5 de octubre de 2007

Cuando fui rey

Todos, o casi todos, hemos sido reyes y reinas. Yo lo fui durante un año y diez meses. Y siento añoranza, nostalgia, saudade de aquel tiempo que no recuerdo en absoluto; cuando fui rey en brazos de mi madre. Luego fui destronado por mi hermano recién nacido. No le guardo rencor.

miércoles, 3 de octubre de 2007

¿Qué es la vida?

No sé. No sé. No sé. Las grandes preguntas o los grandes lagos. Me dejarían en medio del lago Ontario y no sabría qué lago era y me ahogaría igual. ¿De dónde vengo?, ¿quién soy?, ¿a dónde voy?, ¿llevo otra muda por si acaso? (Woody Allen). La vida es... Hay un subgénero literario que trata de explicar la vida en frases redondas (y sin embargo afiladas). "La vida es una mala noche en una mala posada" Santa Teresa de Jesús. La vida es sueño, es como una caja de bombones, es bella, es el breve periodo entre dos relámpagos en una tormenta... la vida es , y siento terminar con esta palabra; la vida es, decía, la vida es la muerte.

martes, 2 de octubre de 2007

Silencio

Silensen, silensen, no quiero ruidos en la vecindad... Estos "silensen" deben ser francés y no sé como se escriben. Ésta es una canción que medio aprendí y que parece que sólo se canta tras varias ingestiones alcohólicas. Contradictoria, porque pide silencio cuando lo está profanando. Igual que beber agua no rompe el ayuno en la doctrina católica, tampoco las palabras leídas rompen el silencio en las tardes de otoño. El silencio absoluto no existe. Precisamente cuando callan los grillos en la noche es cuando se alarma el explorador indio en el campamento. El silencio perfecto es aquel que nos da de vez en cuando una pista de que estamos vivos: El susurro del viento, una risa lejana, un rumor de agua, pequeños sonidos que van punteando el paso del tiempo.

lunes, 1 de octubre de 2007

This feeling of make-believe

Palabras de cuatro letras en inglés, que no son malsonantes y hacen referencia a una ocultación de la realidad. Sé dos: "Hoax" y "Fake". Estafa y fraude. Es el inglés que se aprende si te gusta el cine. "The Hoax" es la última de Richard Gere, "F for Fake" fue la última de Orson Welles (el gran histrión). Ya con más letras: "Pretender", simulador, como en "The Great Pretender", la canción de los Platters que también grabó Queen, o "Imposter", impostor, como en "(He's) The Great Imposter" de los Fleetwoods (no Fleetwood Mac). No como el gran simulador o impostor, sino como un tramposo anónimo, así me siento a veces. Un canalla (Scoundrel) que se hace pasar por bueno. La persona que esperaban que fuese, no la que soy de verdad. Y así mantengo engañados a algunos durante algún tiempo. Ya se me pasará.