viernes, 30 de noviembre de 2007

Una contradicción: Los leones no saben leer

"Leer es vivir las vidas que otros soñaron". Casi así lo dijo Miguel de Unamuno (a partir de aquí Don Miguel si volviera a salir, que no es el caso) en unos versos. Leer es ya un poco antiguo. Me refiero a leer novelas gordas. En el tiempo en que estás aislado con el "grueso volumen" ha podido pasar de todo en el mundo exterior. Por ejemplo que ya haya salido a la venta una nueva generación de teléfonos móviles o una nueva consola de Sony. Leer o jugar un videojuego son sólo dos de las muchas posibilidades de "perder" el tiempo, y todas son igualmente legítimas. Puede que cada vez haya menos lectores, sería lógico, pero curiosamente cada vez hay más escritores. Es como en los bares que todo el mundo quiere hablar pero casi nadie escucha. Escribo... y sueño una vida.

jueves, 29 de noviembre de 2007

Por el subconsciente

Hoy he soñado. Y ayer. Ha coincidido que soñaba cuando ha sonado el despertador y por eso lo recuerdo. Ayer, lo escribo por si me lee algún psicoanalista freudiano y me explica el significado, veía el comienzo de una película. Se oía una animada música orquestal y entre dibujos de figurines aparecía el título: "Vidas prácticas". En blanco y negro; parecía una de los años cuarenta, puede que de George Cukor. Pero a continuación, como subtítulo, se leía: "Vida de Winston Churchill". Un biopic, pensé (en los sueños las situaciones son soñadas, pero los pensamientos son auténticos). Y justo sonó el despertador.
El sueño de hoy, lo que recuerdo, ha sido mucho más largo. Resumo. Había una ermita y por una escalerita se bajaba a un sótano que resultaba ser una iglesia grande. En la escalera coincidía con un compañero de trabajo y su mujer. Ésta hacía un comentario inocente de que le superaban las noches de vino. El marido le respondía que eso ella, que él aguantaba bien la bebida. Yo ponía cara de circunstancias. Luego salía fuera y todo cambiaba, veía una pelea entre dos pájaros. Yo apartaba momentáneamente con el pie al más agresivo (y pensaba que la naturaleza tiene sus leyes y tal vez no debería meterme). Seguía la lucha y el agresivo caía en un pequeño pozo lleno de agua y tras breve lucha por asomar el pico, se hundía. Entonces aparecía un perro que se metía en el pozo y trataba de salvar al pájaro (y yo pensaba que aunque era un perro de aspecto de lo más normal, quizás estuviera entrenado en técnicas de salvamento). En esos momentos yo estaba sobre un armazón de tablas, una especie de caseta para las herramientas en una huerta. Y la caseta se desmoronaba bajo mi peso. Hacía un pequeño intento de rearmarla, pero pronto abandonaba, dejaba las tablas más o menos apiladas y me alejaba disimulando, pues temía que me echaran la culpa. Al poco veía a dos policías municipales con sus chalecos fosforescentes. Estaban a su trabajo y ni me miraban. Yo iniciaba un pequeño trote, pues de todas formas tenía que volver a casa a varios kilómetros...

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Distraído

¿Cómo funciona la mente?. ¿No es un río de pensamientos casi siempre incoherentes?. Flashes que responden a los estímulos exteriores. Y de vez en cuando, echando mano de recuerdos e impresiones, encadenamos un razonamiento. Tenemos una "idea". Brillante o de bombero, aunque generalmente intrascendente. Todo depende de los chispazos de una bujía que es nuestra inteligencia. De la que no somos autores ni responsables, vino de fábrica. Pensar en serio, intentar entendernos (entenderme a mí mismo) es agotador. Por eso, y porque somos vagos, estamos casi todo el tiempo distraídos.

domingo, 25 de noviembre de 2007

Paso del tiempo 104

No había estado por ese barrio hacía tiempo. Iba mirando los comercios y al llegar a la plaza he recordado que alguna vez jugábamos allí partidas de mus en el mesón "Las Campanas". En el sitio donde creía, vagamente, que estaba aquel mesón seguía habiendo un bar. Ahora se llamaba, y así lo ponía en un colorido letrero, "Café Bar Skyscraper". Los ojos se me fueron del nombre hacia arriba, y en efecto era una mole de veinte pisos. Tambíen estaba allí en aquellos años del mus, aunque no me había fijado especialmente. Era temprano y el bar estaba aún cerrado, así que seguí adelante. En la siguiente bocacalle me dí la vuelta y contemplé de nuevo el edificio. Ya no se distinguía el nombre del bar.

sábado, 24 de noviembre de 2007

Vértigo, valor

Tengo vértigo. Me subo a tres metros de altura y me marea mirar hacia abajo. Peor aún, veo en una película a alguien haciendo equilibrios en el bordillo de la azotea de un edificio y lo paso mal, fatal (aunque sé que la escena está trucada, que nadie pasó ningún apuro). O tal vez no es vértigo, es que soy un cobardica (simpática palabra quita-hierro). ¿Cómo se mide el valor?. Uno piensa que podría ser un héroe, que afearía la conducta al matón. Podría digo, no que fuera a hacerlo necesariamente.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Grafo que te quiero grafo

Estamos juntos en esto. Pero no sólo los amigos, todos. Aunque son mis dedos los que teclean y mi caletre el que dicta, es de todos lo que escribo; y mío también lo que escriben los demás. Todos participamos en la ceremonia de la confusión o en la fuente de la sabiduría; que no sé como calificar a la lluvia de textos, a la inundación de letras en la que nadamos-leemos. Si al que no utiliza la escritura se le llama ágrafo, nosotros estamos grafos perdidos.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Curiosidades

Todo está en internet (o casi todo). Ví ayer "Syriana". Creía yo que Syriana sería una mujer... pues no. Es un tipo de paz; pax romana, pax syriana. En un veinte por ciento de la película los diálogos son en farsi o árabe, y no había subtítulos. Así que busqué y encontré el guión. No es el guión definitivo, pero está todo en inglés.
Otra curiosidad. Había oído hace tiempo un chiste en que un filósofo extranjero y uno español se entienden por señas. El extranjero le muestra un dedo al español. Éste le muestra dos. Aquél tres, y el español concluye enarbolando su puño cerrado. Preguntado el filósofo extranjero por el significado del intercambio, explica: "Yo le he expresado que sólo hay un Dios, él me ha respondido que no me olvide del Hijo, Padre e Hijo son dos. Yo lo he reconocido y apuntado que con el Espíritu Santo suman tres. Él, como conclusión, me ha enseñado su puño cerrado como símbolo de todo el Universo". Por su parte la versión del español fue esta otra: "Me ha hecho un feo gesto con un dedo, yo le he enseñado dos llamándole cornudo, él me ha dicho que yo más con tres dedos y ya no me he podido contener y le he enseñado el puño para partirle los dientes".
Y resulta que me he encontrado, por internet, una versión de esta misma historieta en "El libro del buen amor" del Arcipreste de Hita, publicado en 1330...

lunes, 19 de noviembre de 2007

La huella

La huella que puedo dejar en la tierra. Una quimera. Puede que sea como cuando echan el cemento fresco y tras allanarlo cuidadosamente lo señalizan con una cuerda o unas cintas para que nadie lo pise y al día siguiente ya bien seco se comprueba que alguien, quizás por la noche, ha pasado y dejado unas huellas perfectas de dos pies que señalan el camino de un vértice a otro de la superficie recién cementada. Y esas huellas durarán años aunque nadie sabrá quién las dejó. Si por el contrario, esa persona se da cuenta de que el cemento está aún blando y decide no pisarlo y dar un pequeño rodeo, no dejará ninguna huella. Nadie sabrá que pasó por allí.

¿No será mucho un arqueo diario?

Inventarium, contaré una de mis contradicciones. Si bien el pasado no importa puesto que ya no podemos incidir en él y lo hecho, hecho está (o lo sucedido, sucedido está) y sabiendo que aunque la moneda haya caído de cara diez veces seguidas las probabilidades siguen estando al cincuenta por ciento la próxima vez que la tire al aire. A pesar de eso, tengo siempre presente mi vida hasta ahora. Hago el inventario de mis vivencias en un rápido vistazo. Y resulta que tampoco en vivencias soy millonario, ni pobre. Una vida privilegiada (así lo siento) perfectamente anodina. Me pongo un cinco. La vida me sigue pasando y eso es lo que importa, las posibilidades previstas de esta mañana de otoño. Y el posible imprevisto para el que estaré preparado.

domingo, 18 de noviembre de 2007

De la humildad

"Nunca pretendo ser más que los demás", le he oído decir a Pedro Duque (astronauta). Y he pensado que llegar a la conclusión de que ésa es la forma correcta de comportarse se me debería haber ocurrido a mí solo, sin que tuviera que venir alguien a revelármelo. No debería pretender ser más que nadie. Al único al que debo superar es a mí mismo, y ese sí que es un reto complicado. Por otra parte, nadie puede asegurarnos que conseguiremos un objetivo; lo único que podemos hacer es merecerlo. Ésto lo dijo Winston Churchill, cambiando objetivo por éxito. Por supuesto, en general, no suelo merecerme nada.

sábado, 17 de noviembre de 2007

Sólo humanos

Sólo somos humanos. William Maxwell fue editor de la revista "The New Yorker" y como tal trabajó con autores como Nabokov, Salinger, Updike o Cheever (el del nadador, Burt Lancaster atravesando el barrio de piscina en piscina). William Keepers Maxwell Jr también fue autor y en una de sus novelas escribió esta frase: "Para conocer la injusticia del mundo sólo hace falta un poco de experiencia. Para aceptarla sin amargura o envidia se necesita casi la suma de toda la sabiduría humana".

viernes, 16 de noviembre de 2007

Entre paréntesis

Por una cuestión de azar estoy leyendo el último premio planeta. No se puede hablar de casualidad milagrosa puesto que el "último premio planeta" es como se sabe una gran operación con cientos de miles de libros que aparecen como ejército invasor antes miles de posibles lectores. Yo lo he escrito con minúsculas, premio planeta, como un pequeño acto de rebeldía (inútil). Estoy leyendo este libro, "el mundo", de Juan José Millás y me está gustando. Tengo últimamente una preocupación (también pequeña), y es que me da la impresión de que incluyo muchos paréntesis en lo que escribo (y ya llevo tres). Así que me ha venido esto a la cabeza mientras leía a Millás y he pensado que llevaba ya 180 páginas de novela y mucho me temía que no había ni un sólo paréntesis en todas las páginas anteriores. Y me he puesto a hojear y he descubierto con una ligera satisfacción que en casi todas las páginas había algo entre paréntesis, incluso en alguna varias veces. Y no me había dado cuenta. Quizás la explicación es lo que escribe Millás en la novela a propósito de un relato que leyó en el Reader's Digest: "¿Cómo era posible que, habiendo sólo letras, yo viera solamente imágenes?".

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Una primavera

No aguanté mucho en la residencia. La habitación era pequeña con vistas a la nada y los vecinos franceses ruidosos. Trabajaba a media jornada en el comedor de una escuela, la idea era pagarme así la estancia y las clases de inglés a las que asistía por la tarde. Así que vi el anuncio "Room For Rent" y en seguida llegué a un acuerdo con el dueño de la casa, que se presentó como Mr Doyle. Él había nacido en aquella casa hacia unos cincuenta años, en la posguerra. Me fui enterando de su historia. Vivía solo, había estado casado y tenía dos hijos ya mayores. Tras el divorcio su ex-mujer se había quedado con la casa común (these things happen, comentó) y él había vuelto a la casa familiar. Me invitaba los sábados por la tarde a ver el partido de fútbol en la televisión. Los domingos sobre las nueve salía provisto de un macuto en el que pude ver que metía unos sandwiches, además de un cuaderno y lo que me parecieron unos binoculares (lo eran). El segundo domingo, soy curioso, le interrogué sobre estas salidas (bird watching?, le dije). Sonrió, "I watch trains", me dijo, "miro trenes". "Trainspotting, so", me hice el listo recordando la película. Me propuso acompañarle y el siguiente domingo salimos los dos bien abrigados (era primavera), yo cargando el macuto y él mostrándome la petaca que había llenado con doble ración de whisky ("sólo con propósitos medicinales", me dijo, con esa forma de hablar algo retórica que tenían antes los ingleses). Llegados al punto de observación elegido se sentó en una silla plegable y yo a unos metros en un tronco caído. Apenas hablamos. Estábamos cerca de una estación importante y no pasaban diez minutos sin que apareciese y desapareciese algún tren. Mr Doyle hacía anotaciones en su cuaderno, y a veces me ofrecía los catalejos señalándome algún detalle que yo invariablemente no entendía. Entre paseos para estirar las piernas, los sandwiches, pequeños sorbos de whisky y la aparición estelar de un largo convoy de mercancías con dos locomotoras se nos pasó la mañana. Regresamos a casa (ya era un poco mi casa), ante mi insistencia me enseñó sus cuadernos, fotos, dibujos, algún recuerdo ferroviario. En junio nos despedimos con un sentido apretón de manos. Tengo desde entonces una imagen que siento que expresa mucho aunque no sepa concretar qué: Un hombre, sólo, observando trenes.

martes, 13 de noviembre de 2007

¿Hay vida en Marte?

Si me preguntan por mi vida interior, diré que la tengo. No sé si es asquerosamente rica o solo pasable. Lo que no sé es si tengo vida exterior o es todo imaginado. Según Edward Fitzgerald, traductor de Omar Khayyam, una de las cosas que decía este poeta se puede resumir en esta frase: Caridad con todos, intimidad con nadie. ¿Hay vida ahí afuera?. No me consta. Recuerdo la máxima: De lo que no veo no me creo nada y de lo que veo sólo me creo la mitad. ¿Existe Nueva York o es un hábil montaje del departamento de diseño y artes gráficas de nuestro particular show de Truman?.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Sol de otoño

Frío sol de invierno... Una película que no he visto tiene ese título, y es que pensamos, pienso, en clichés; en frases hechas que se adaptan a las situaciones. Pero aún estamos en otoño, luego frío sol de otoño. ¿Qué es lo que quiere la gente?, lo que el mundo necesita es amor. Todo el mundo dice "I love you", pero lo que quiere decir es "love me tender". Nuestro, mi, consuelo es que nos, me, quieran. Gracias por quererme. Al mediodía incluso el frío sol de otoño comienza a calentar. Tibio sol de otoño. Dulce melancolía.

viernes, 9 de noviembre de 2007

Hierro 3

Formo parte de una minoría. Bueno, de muchas minorías; entre ellas de la minoría que ve con agrado las películas de Kim Ki Duk. No presumo de ello, aunque me haga sentir bien. Y aclaro que todos formamos parte de minorías. Incluso los aficionados al fútbol forman parte de una minoría (también formo parte de esa abundante minoría). Me he dado cuenta viendo blogs que todos vemos (nos gustan) las mismas películas. Los que escriben blogs constituyen otra minoría, que coincide casi exactamente con la de los que leen blogs. He visto esta película, Hierro 3, de Kim Ki Duk. No sé por qué se titula así para occidente cuando el título original coreano parece ser que es "Casas Ajenas", que sí tiene sentido. Las películas de Kim Ki Duk son de rara poesía y de poco diálogo (en la otra que he visto "Primavera, verano, otoño, invierno y primavera" hablan poquísimo también) y en ésta de hecho el protagonista no dice absolutamente nada. Es un "chico de la moto", héroe solitario especialmente pulcro. Me ha llamado la atención la presentación de las comidas, exquisitez oriental con platillos y cuencos con los alimentos fríos y calientes de distintos colores. También ver como usa la chica los palillos para comer .Y ver las casas en las que entran (las casas ajenas). Diría que como apenas hablan las imágenes te sugieren más cosas.
Al principio de la película el chico arregla un peso de baño y se pesa dando 65 kilos. Luego se pesa la chica y la aguja queda en 47 kilos. Luego al final, después de que la chica lo vuelve a desarmar y lo manipula, se pesan los dos y marca 0 kilos.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Tiempos resabiados

En el camino de la inocencia a la depravación (es un decir) en el cine van ochenta años. Contradicciones, todas. En tiempos de la depresión americana o en los cuarenta en España tras una guerra inmisericorde si algo no debería haber habido eran sonrisas beatíficas, muchachas inocentes y jovenes galanes ilusionados. O quizás debía haberlos y los había. En el cine en blanco y negro para expresar sorpresa se veía un rostro en primer plano, con la boca abierta, las cejas levantadas, la expresión de absoluto asombro durante interminables segundos. Hoy todo queda resuelto con un breve gesto de los ojos. Ha sido necesaria una larga educación en el lenguaje visual, un engordar paulatino de las elipsis cinematográficas, largas horas en la oscuridad de la sala aprendiendo a comportarnos como perfectos occidentales, captando las emociones como perros de Paulov, estímulo, reacción, para llegar al actual "estado del arte". Lo mismo ha pasado con la ironía, no ya en el cine sino en la vida (cotidiana). Hubo un tiempo en que una ironía no era entendida, o peor, era entendida literalmente. Poco a poco se hizo un prestigio, era una característica apreciada, un salpimentar el discurso. Pero a fuerza de ser irónicos hemos llegado al actual desbordamiento de la ironía. El discurso (el monólogo) es muchas veces exclusivamente irónico. Estamos ahogados en ironía. Que alguien diga algo inocente, puro, auténtico, por favor.

martes, 6 de noviembre de 2007

Irlanda en una postal

Estoy recorriendo la rocky road to Dublin, a través del verde esmeralda del paisaje. Por las orillas del Liffey. Paladeando la sonoridad de los nombres irlandeses, Shannon por ejemplo, Tipperary por ejemplo, el condado de Donegal, la playa de Malahide, la ciudad de Killarney, los acantilados de Doneen. Cae la tarde, los buenos hijos de San Patricio rezan sus oraciones y la sed de siglos lleva a los hombres a buscar una pinta de cerveza. La lluvia y el viento de una noche de perros ahí afuera a un paso de los bosques poblados de hadas y duendes; y dentro las voces roncas que marcan el ritmo de una giga, la promesa de un caldero lleno de monedas de oro al final del arco iris. En la verde Erin de los tenaces gaélicos (God save Ireland, said the heroes) y las princesas pelirrojas de nombre Maureen.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Moong Joong Yun

En "Chunking Express" se escucha esta versión de Faye Wong del "Dreams" de The Cranberries. ¡En chino cantonés!. El efecto de la suma de las imágenes y la música son el mejor ejemplo de sinergia que se me ocurre. Se puede imaginar uno el significado que quiera a la letra. Ésta es la transcripción fonética al inglés.

Moong joong yun yut fun joong po gun
Jeep sup fun (joong) dik mun
Muk sung yun jum mor jau jeun noi sum
Jai jo je tsee hing fun
Ngor fong tsee gun nei yeet luen gwor
Wo nei mei tsee yeen joi je yeung kun
See seung hoi tsee gwor fun
Wai hor duk yeen jaap gik ngor
Loi jeun yup ngor moon tau moong wor
Gik hei yut boon jun hum
La...
Moong jo ong yun dor mor seung been jun
Ngor joi sum lui but gum
Moong joong tsum je fun joong ngor joi dung
Nei maan fun joong dik mun
[repeat *]
Moong joong tsum yut fun joong po gun
Ngor joi sum lui but gum
Moong joong yun je fun joong ngor joi dung
Loi jai jo sum lui hing fun sum hing fun
La...

Dream Person - Faye Wong

domingo, 4 de noviembre de 2007

La última vez que vi París

He visto "París, je t'aime", una película de episodios que transcurren en París, la France. Supongo que ha sido subvencionada por la municipalidad, por el "hotel de la villa" (tuve que ver varios "hoteles de la villa" antes de enterarme de que así se decía en francés "ayuntamiento"; como tuve que ver varios "ausgang" en la autopista para saber que no era el nombre de una localidad sino "salida" en alemán). La ventaja de una película de episodios es que no te da tiempo de aburrirte; para cuando empiezas a hacerlo se pasa a la siguiente historia. Me he acordado de la vez que estuve en París. Es la ciudad más visitada del mundo y yo también he estado allí, una sola vez. Aunque ya había estado antes. En un sueño. Un sueño confuso de calles, luces y sirenas de bomberos y policía. Lo único que estaba claro es que era París. Luego subí a la torre Eiffel (la vez que estuve despierto, tengo testigos), estábamos tres amigos y uno no quiso subir. ¿Por qué?, le preguntamos, y que ¿para qué?, que no le apetecía. Subimos el otro y yo para comprobar que desde lo alto solo se veía un manto de nubes que escondía la ciudad (esta vez sin luz). Por lo demás hice en París lo que suelo hacer en otras ciudades: Andar, andar y andar. En la calle del árbol seco (algo así como la rue del arbre sec, y discúlpeme mademoiselle por la ortografía) había una tienda de discos llamada "American Records" y allí hice otra cosa que suelo hacer en otras ciudades: Compré un disco, un grandes éxitos de The Cascades. La película está bien.

Refranes

Sin prisa pero sin pausa, dice la sabiduría popular. Las prisas son malas consejeras o vísteme despacio que tengo prisa; son otros dichos alusivos. No es lo mismo remolonear que demorarse (esto no es un refrán, solo una observación mía). La cultura del slow down en inglés. No hay mejor modo de realizar una tarea que afrontarla con gusto y sin prisa, a tu ritmo; puede que incluso recreándose un poco en la suerte. También se aplica a la vida en general; otro refrán: No por mucho madrugar amanece más temprano. Sentimientos a evitar rigurosamente: La ansiedad, la culpabilidad, la irritación, la obsesión por no "perder el tiempo". Por mi parte soy un impaciente crónico, pero prometo (intentar) corregirme.

sábado, 3 de noviembre de 2007

Llegó el aguafiestas.

La nostalgia es otro nombre de la melancolía. Una prima, y una prima mentirosa. Es común sentir nostalgia de los días de la infancia y de la juventud, pero todo apunta a que aquellas infancias y aquellas juventudes solo tenían de buenas las posibilidades que aún encerraban y que luego se fueron quedando en el camino. Así que siento nostalgia por todo lo que pudo ser y finalmente no fue. Como en el anuncio (malditos anuncios que copan la creatividad de toda una generación y que me pisan las entradas; ¿no estaré viendo mucha televisión?) el viaje que no hice, la novia que no tuve, las risas que no reí, los goles que no metí, los amigos que no conocí, el beso que no dí y el beso que no recibí; y que, ¿quién sabe?, quizás fuera el mismo beso.

jueves, 1 de noviembre de 2007

Vinilo

Vinilo es una palabra en desuso. Según la RAE significa en primera acepción "Grupo funcional monovalente no saturado" (no entiendo nada), y en segunda "sustancia, generalmente un polímero, que lo contiene". Yo hubiera dicho que es un tipo de plástico que se utilizaba para hacer discos. Poner un disco de vinilo en un plato y reproducirlo colocando la aguja sobre los surcos viene a ser como recordar un sabor de la infancia. El ruido inherente resulta entrañable. La tienda de discos de la novela (y película) "Alta fidelidad" se llama "Championship Vinyl". Y si has pronunciado mentalmente "vinil", you are... wrong. En la película John Cusak lo pronuncia varias veces "vainil". En un plano se ve el letrero al que se le ha caído una letra y se lee "Champions ip". ¿Puede ser un guiño al mundo digital que ha dejado al vinilo como una reliquia del pasado?.