jueves, 31 de enero de 2008

Sopa de letras

Los lunes tocaba sopa de letras para cenar. Siempre me ha parecido un plato muy poco consistente, pero de lo más entretenido. Me pregunto si el scrabble se empezó a gestar mientras un niño apartaba letras en el borde del plato. Yo sabía instintivamente que ésa, apartar letras, era una posibilidad que debía descartar como inadecuada. No hay que jugar con la comida. Así que cogía unas cuantas letras en la cuchara y soplaba un par de veces mientras estudiaba las combinaciones posibles. Rara vez pasaba de formar alguna palabra de cuatro letras: Pera, hola, mano. La mayoría de las veces ni eso, me limitaba a reconocerlas. Una be, una erre, una o. Pensaba en un linotipista con tipos de sémola de trigo; en un libro comestible, previa cocción. Podría cenar una página al día, un capítulo por semana. En un año podría comerme tranquilamente "El Quijote".

miércoles, 30 de enero de 2008

Congruo

Leo una palabra que no creo haber leído nunca antes: Congruo. Resulta significar congruente, que quizás se use más en su negación, incongruente o incongruencia. Es un adjetivo con un persistente olor a pescado. Sale dos veces en un libro de Amelie Nothomb, así que igual hay una palabra parecida en francés y en ese idioma es de uso habitual. Lo que me decidió a leer el libro fue que la traducción es de Sergi Pàmies del que había leído "Sentimental", que me gustó mucho. A Amelie le tengo que dar otra oportunidad.

martes, 29 de enero de 2008

Tres cosas hay en la vida

En una próxima serie de televisión los ingredientes en la vida de los personajes serán amor, humor y soledad. Me identifico con esa fórmula. Se me antoja magistral. Amor; cariño y deseo, una mano que me acompaña, amistad. Humor; risa, sonrisa e ironía, buenos momentos. Soledad; siempre conmigo, soy solo. No sé las proporciones ideales, dependerán de cada uno y del azar, pero que no me falten nunca.

Futuro imperfecto

Estaba en la cola de la caja de ahorros detras de una señora mayor, una anciana grande y de aspecto desgarbado. Yo estaba distraído, pensando en el trámite que tenía que resolver. Entonces ha pasado por delante nuestro un señor aún más anciano, bien vestido y bastante encorvado que caminaba lentamente con la ayuda de una chica y de un bastón. La señora se le ha acercado y le ha tocado en el brazo llamando su atención. Han hablado brevemente y cuando ha vuelto a su lugar en la fila me ha comentado: "Qué valiente, tiene noventa y muchos años y mírale". Ella misma no tenía muchos menos y me ha resultado enternecedor su necesidad de compartir sus impresiones. Le ha tocado el turno y le ha hecho el mismo comentario al empleado de la ventanilla. Éste le ha contestado, y lo he podido oir: "Ayer cumplió 101 años". Me he vuelto a mirar al anciano que salía por la puerta con la ayuda de la que he supuesto era su nieta. 101 años. Nunca había visto en persona a nadie de esa edad. Tengo su cara en la retina. Un rostro amable que contesta, con voz inaudible para mí, al saludo cariñoso de la señora y al volverse para reanudar la marcha trastabillea un instante, casi imperceptiblemente.

lunes, 28 de enero de 2008

Sarkozy y yo

Y el ganador (perdedor) es... . ¿Por qué Sarkozy tiene tanto éxito con las mujeres (y yo tengo tan poco)?. ¿Por qué me llaman Javier (pero cuando se me ve de lejos sólo soy un hombre más)?. ¿Por qué me gustaría hacerme mil preguntas (pero sólo se me ocurren tres)?. Voy en cabeza en la contrarreloj de mi vida. También voy el último, porque soy el único participante en mi propia e intransferible carrera. Todo lo que digan, todo lo que piensen, todo lo que hagan los demás (todo lo que diga Raphael) va a cambiar (no va a cambiar) el resultado. Ganaré (perderé) la prueba. Estar confuso puede ser síntoma de clarividencia. No lo quiero (no lo puedo) ver claro.

domingo, 27 de enero de 2008

Todo y nada

"Números" es el nombre del cuarto libro de la Biblia, y contiene efectivamente numerosas cifras. Los números son un intento del hombre de entender el universo. Intento que fracasó el día que alguien intuyó el infinito. O aquel otro día en que alguien intuyó el cero, la nada. Curiosamente la Filosofía y las Matemáticas (que se suelen considerar saberes lejanos) coinciden en querer explicarlo. Una definición obvia sería que el infinito es todo lo que no es finito. Pero no se me ocurre nada que no sea finito. Las arenas de todas las playas de todas las costas de todas las tierras de nuestro planeta, son muy numerosas, pero no son infinitas. Las conexiones posibles entre las neuronas en el cerebro humano también son muy numerosas, pero tampoco son infinitas. Ni la suma de todas las neuronas de todos los seres humanos chisporroteando conseguirían una capacidad infinita de pensar. Podemos imaginar muchas cosas, pero no todas. De hecho ante la pregunta de ¿alguna sugerencia?, casi nunca se me ocurre nada. Estamos siempre cerca de la "nada", ansiando atisbar el "todo".

sábado, 26 de enero de 2008

Danzad danzad malditos

Los hombres duros no bailan. Yo tampoco. Así que puede que yo sea un hombre duro. No es seguro. Lo que sí es seguro es que no bailo. Que no sé bailar. Quizás saber no es un verbo que se pueda aplicar a bailar. Quizás todos sabemos bailar. Básicamente es moverse cuando suena la música. En ese caso diría que yo bailo mal. Creo que podría conseguir un certificado médico que me eximiera de bailar: "El sujeto padece de una descoordinación corporal que no le incapacita para la vida diaria pero que le hace resultar patético si se pone a bailar". Debería llevarlo siempre conmigo y exhibirlo en bodas, fiestas, plazas de pueblo y otros sitios y ocasiones en que la gente baila. O será que me da vergüenza. O, más probablemente, las dos cosas. Las chicas sí que saben bailar. Aunque a algunas también les da vergüenza que les miren.

viernes, 25 de enero de 2008

Contentando a Bill

Una vez escribí un diálogo en inglés como tarea para casa en la academia donde iba. El profesor era un pelirrojo grandullón que se llamaba Bill (Antes tuve una profesora que se llamaba Bárbara y que al decirnos su nombre puntualizó que no quería que nadie hiciera el "chiste" de comentar "Bárbara, que barbaridad"; seguramente eramos muy inmaduros entonces). El tema del diálogo era un padre que llamaba a la puerta de la habitación de su hijo para pedirle que bajara el volumen de la música. Un tema siempre de actualidad. Yo escribí el diálogo e incluí la frase dicha por el padre de que aquella música sonaba "como los jerries sobre Londres". Jerries es como llamaban los ingleses a los alemanes en las guerras mundiales. Bill tenía su modo peculiar de corregir los trabajos y junto a esa frase dibujó un gato sonriente. Una caricatura sencilla pero eficaz con orejas puntiagudas y largos bigotes. No sé de dónde saqué lo de los jerries. Puede que de un tebeo de hazañas bélicas (dónde también aprendí alguna palabra en alemán como "achtung"; eso fue mucho antes de Bono y U2). En todo caso había creado mi propia ficción y había dado a Bill lo que quería leer.

miércoles, 23 de enero de 2008

¿Qué hay de lo mío?

Decía Keynes: "Los economistas sabemos muy poco de Economía, pero menos idea tienen los demás". Pasa en casi todo. Con los médicos por ejemplo. O los meteorólogos (y la mitad de las veces digo metereólogos). Yo mismo sé poco de lo mío y casi nada de lo otro.

martes, 22 de enero de 2008

Lo mejor del día (Holy Shoes)

When I think about the time
the time is gone
when I talk
the time comes back
As long as I walk
I'm my old shoes
all that I am
is in my holy shoes.

Este es el texto, aproximado, de una canción. De un amigo reciente. A veces uno tiene suerte y conoce alguien interesante. Esta canción es probable que no la escuche mucha gente, que nunca suene en ninguna radio. Puede incluso que no sea muy buena. Pero este amigo la había grabado en su móvil y me ha hecho escucharla. Voz, un tanto desafinada, y guitarra. Una canción hecha con la única pretensión de expresarse. Escucharla ha sido lo más auténtico que me ha podido pasar hoy.

Cuando pienso en el tiempo
el tiempo se va
cuando hablo
el tiempo vuelve
Mientras camino
soy mis viejos zapatos
todo lo que soy
está en mis sagrados zapatos.

lunes, 21 de enero de 2008

Involucrado

Llevaba tiempo sintiéndome raro. Insatisfecho. Con los nervios a flor de piel. Hasta que tuve aquel como ataque. Por una tontería. Me estaba sirviendo un café en la oficina y de pronto se soltó la tapadera y el café cayó en catarata derribando la taza y poniendo todo perdido. Salté hacia atrás instintivamente para no mancharme y con una coordinación de movimientos y elegancia que hubiera deseado poseer en otras circunstancias estampé la cafetera contra la pared. Creo que lo acompañé con un juramento. Lo vio todo el jefe de departamento. El caso es que he tenido que venir, más o menos obligado, a la consulta de este doctor especializado en trastornos de conducta. Ahora lo llaman así. Es más o menos como en las películas. Te hacen hablar. Al final de la primera sesión el tipo va y me dice: "Lo que pasa es que usted se estaba involucrando excesivamente en su vida". Le miré estupefacto y le respondí: "¿Me lo dice en serio?.

domingo, 20 de enero de 2008

Arco iris

He visto el arco iris en la autopista. A la salida de una curva, por sorpresa. Por un momento me ha parecido que salía del mismo asfalto. El asfalto negro porque es negro y al mojarse parece más negro. Así que quizás podría alcanzarlo, el arco iris. Pero no, no salía del asfalto. Ronamaverazuñivi, los colores del arco iris: Rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta. Un auténtico juego de magia de la naturaleza. Se dice el arco iris, pero tal vez se debería decir un arco iris, porque aunque el fenómeno es uno sus expresiones son múltiples (esta frase tengo que utilizarla otra vez). De hecho hay veces que se ven dos arco iris (y por qué no tres, cuatro...). El caso es que yo he visto uno. Completo, desde un punto incierto de la autopista hasta los montes de mi izquierda. Seguía avanzando hacia él. Pensaba si después de todo llegaría al comienzo del arco iris. Iba en coche, bastante rápido. Pero a medida que avanzaba el arco iris se ha ido quedando a mi izquierda y disminuyendo poco a poco de longitud. De semicircunferencia a arco cada vez más pequeño. Ya tenía que volver la cabeza para verlo y finalmente he tenido que dejar de mirar para poner mi atención en la carretera. Un arco iris. No se ve todos los días. Y alegra el corazón.

sábado, 19 de enero de 2008

Aquí, esperando

Hace años asistí a una representación universitaria de la obra "Esperando a Godot". Recuerdo la obra vagamente. Dos personajes hablaban mientras esperaban a un tal Godot (el título no miente). Según pasaban los minutos me fui convenciendo de que el tal Godot no aparecería. Al cerrarse el telón me levanté y abandoné presuroso el local porque no me encontraba del todo bien (nada grave). Al día siguiente me enteré de que me había perdido la segunda parte. Hasta donde sé, tampoco en el segundo acto aparecía Godot. Me he acordado de esta pequeña anécdota porque me he dado cuenta de que yo también estoy esperando algo. Estoy esperando el éxito. He llegado a la conclusión de que estoy preparado. Si ahora de pronto el éxito llegara a mi vida lo recibiría como se merece. ¿Alegría inusitada?, no. Sabría estar. Quizás se me escaparan algunas sonrisas condescendientes, pero daría el pego. Exageraría una humildad que tal vez nunca he tenido. Vamos, que un buen sicólogo me calaría a la primera; pero para la gente normal aguantaría el tipo. No se me subiría el éxito a la cabeza. Creo. Lo que pasa es que empiezo a pensar que para mí el éxito es como el tal Godot de la obra de teatro. No acaba de llegar...

viernes, 18 de enero de 2008

Otros tiempos

En el año 1054 los reyes y hermanos Fernando I de Castilla y García IV de Navarra se enfrentaron en la batalla de Atapuerca. Ganó Fernando y García que contaba cuarenta años de edad murió en el combate (o para ser más exactos, le mataron). Dos cosas que se me ocurren. Primera, ¿qué hacían dos reyes cristianos peleando entre ellos en vez de dedicarse a "reconquistar" territorios en poder de los musulmanes?. Segunda, hubo un tiempo en que el oficio de reinar incluía coger la espada y el caballo y dar ejemplo a sus súbditos. No es que añore esos tiempos, particularmente prefiero que no haya reyes (ni batallas).

jueves, 17 de enero de 2008

Desencuentros

El mal de amores es una pandemia de todos los siglos y acompaño en el sentimiento "a los que hirió el amor". No leo poesía, seguramente me falta sensibilidad, pero hoy me he tropezado con este verso de Ángel González que me ha provocado una sonrisa: "Nos quisimos, cómo negarlo / pero en días diferentes". Eso nos pasa en cuestiones sentimentales y de las otras (laborales, vecinales, amistosas, familiares, municipales, nacionales e internacionales). Nos comprendemos, nos llevamos bien; pero en días diferentes. ¿Qué sería del mundo sin disputas?.

miércoles, 16 de enero de 2008

4003

Supongo que la asesora de la colección será Scherezade. No sé en que orden salieron pero creo que el primero fue el de "1001 libros que hay que leer antes de morir". Luego fueron los 1001 discos y las 1001 películas, y ahora veo que también ha salido "1000 sitios que ver antes de morir". En lo que están todos de acuerdo es en que me voy a morir. Y por mi parte añado que casi seguro que lo haré sin leer, escuchar, ver ni visitar esos 1000 o 1001 libros, discos, películas y sitios. ¿Importa la cantidad?. Importa más la calidad, y no dudo de que estas guías dan buenas pistas (hasta 4003) para que los legos en las materias descubramos buenos libros, discos y películas. Y sitios a donde ir, aunque de éste me fío menos... no nos dice cual es el sitio 1001 a visitar antes de morir.

martes, 15 de enero de 2008

Marca registrada

Voy a embotellar tu amor,
marca registrada.
Atesoraré las botellas
para los días señalados
y señalaré
todos los días.
Meteré tu amor
en mi maleta
y declararé en la aduana
que es para consumo
exclusivamente personal.
Guardaré tu amor
bajo etiqueta
de denominación de origen.
Mantendré tu amor
gran reserva
a tu temperatura ambiente.
Llevaré siempre conmigo
tu amor,
marca registrada.

lunes, 14 de enero de 2008

Cansar la cabeza

Esta frase es buena: "En una discusión lo difícil no es defender la propia posición, sino conocerla". Somerset Maugham. Lo habitual en una discusión es coger lo que dice el otro y darle la vuelta y así una y otra vez a ver quien se cansa antes. Sería estupendo pararse a reflexionar e intentar aclararnos primero nosotros mismos. Claro que muchos pensarán que si no nos llevamos la contraria sería todo mucho más aburrido. Y como dijo Somerset Maugham (el escritor mejor pagado de la década de 1930) mucho más trabajoso.

domingo, 13 de enero de 2008

Preparativos

He comprado este libro, "Oblivion" de James Foster Wallace. No he leído nada de él , pero le tenía apuntado en mi lista de futuribles hace tiempo (o sea de posibles futuras lecturas). He encontrado el libro por casualidad en la sección de librería de un hipermercado en un cajón con unos cuantos libros en inglés al módico precio de 3.95 euros la unidad. Así he aunado la satisfacción de conseguir un libro que me apetece leer a la de ser "más listo" que una multinacional que en mi opinión no ha sabido valorar el libro y me lo ha dejado por un precio que imagino inferior al que pagaron ellos al importador (o sea que de ilusión también se vive). He llegado a casa contento con mi ejemplar y me he entregado a uno de mis pequeños placeres, que consiste en leer las informaciones de las primeras páginas: El año de publicación, reseña del autor, otras obras publicadas, dedicatoria, cita (si la hay), primeras frases del primer capítulo... (ya he dicho que se trataba de un placer pequeño). Luego he procedido a despegar cuidadosamente la etiqueta con el precio que estaba sobre el código de barras de la contraportada. Debajo había otra etiqueta que indicaba un precio de 18.95 euros. Gran rebaja, he pensado satisfecho. Y he vuelto a despegar esta segunda etiqueta... para encontrar una tercera. 11.90 libras esterlinas. He meditado brevemente sobre el comercio internacional, la oferta y la demanda, las oscilaciones del mercado, el porqué del nombre de la moneda inglesa (esterlina, ¿no es raro?); y he despegado esta tercera y última etiqueta. Releo el título: "Oblivion". No sé qué es exactamente. Bueno, no lo sabía, ahora lo sé: Significa "olvido" o "inconsciencia". A mí me sonaba a "desgracia" o "ignominia". Acaricio las cubiertas satinadas. Creo que ya estoy preparado mentalmente para leer el libro.

sábado, 12 de enero de 2008

Un texto más sobre la lluvia

Anoche soñé que llovía. Un aguacero, como las lluvias del monzón. Como supongo que tiene que llover en Ranchipur. La lluvia tenía su propia luz y no se veía nada más allá de su fulgor blanco. Hoy también llueve. Y la mañana se convierte en todas las mañanas de mi vida en las que ha llovido. Protejo el pan y el periódico y troto hasta los soportales y revivo las veces que he pisado en falso y el agua ha entrado en mis zapatos. Y los paraguas que he ido perdiendo porque llovía y luego de repente no llovía y el paraguas se quedó en una cabina telefónica o colgado en la valla que rodea un campo de fútbol. Llueve detrás de los cristales y llueve sobre el parabrisas del coche. Y pienso sobre las propiedades misteriosas de la lluvia y su aparición aparentemente aleatoria en momentos muy precisos de nuestra vida. Insisto, llueve.

viernes, 11 de enero de 2008

Reunión de trabajo

Nos hemos reunido todos mis yo. Estaban el duro de roer, que es el jefe, o por lo menos el que habla con más aplomo, el soñador, que es tan iluso que sueña con cambiar el pasado, el pragmático que se ríe irónicamente del iluso y le recomienda que sueñe con el futuro, el divertido, que se prodiga poco, el melancólico, a punto de soltar una lágrima, el cobarde, siempre pendiente del qué dirán, y varios más que apenas conozco. La reunión se ha debido a varias quejas que ha habido a cuenta de comportamientos discutibles en el pasado .Hemos decidido que no se tomará ninguna decisión sin tener en cuenta todas las opiniones. Incluso que intentaremos tener en cuenta a mi yo subconsciente, que no ha acudido a la convocatoria pero que luego es el que no me deja dormir.

jueves, 10 de enero de 2008

Lo que vi y lo que entendí

Lo que vi. La mujer miraba a lo lejos con expresión seria. El hombre se le acercó por detrás y le puso la mano en el brazo. "Sabes que te quiero" le dijo acercándose a su oído. La mujer se giró ligeramente y esbozó una sonrisa. "Sí. Déjame sola" le contestó y volvió a mirar hacia el frente.
Lo que entendí. El hombre le dijo, le quiso decir: "Estoy aquí para apoyarte. Te quiero y necesito que lo sepas. Quizás no haya hecho las cosas como tu esperabas, pero no puedo ser infiel a mí mismo. Ahora me hace falta que me reafirmes en mis sentimientos. Que me comprendas y me compenses por quererte. Que me quieras tú también". La mujer contestó: "Sé que me quieres. Te agradezco tu demostración de cariño. Yo también te quiero, o eso quiero creer. Sin embargo prefiero estar sola ahora mismo. Para pensar sobre todo lo que ha pasado o para no pensar en nada; igual sería mejor lo segundo. Ya hablaremos".

miércoles, 9 de enero de 2008

Cambiemos de tema

Si todo el mundo fuera educado y tolerante no habría violencia. No habría ni películas con asesinatos. Al no haberlos ni tan siquiera comprenderíamos el concepto "asesinato". Sin el mal, tampoco comprenderíamos el bien. La conclusión por deducción al absurdo creo que es que el mal es inevitable, aunque no esté claro qué es. Tal vez la otra cara del bien, que tampoco está muy claro qué es. No sé muy bien porque he empezado diciendo esto. Yo pensaba en las polémicas interminables de periódicos, radio y televisión (y foros de internet) sobre naciones, lenguas, racismo, derechas e izquierdas. Sobre casi todo. Me inclino a ponerme de parte del que argumenta con tranquilidad y deja abierta la puerta a la posibilidad de que después de todo, el otro podría tener razón. O sea de parte del educado y tolerante. Y me acuerdo de lo que dijo una vez James Joyce a propósito de las también eternas discusiones en su época (y siguen sin duda) sobre Irlanda, Inglaterra, católicos, protestantes, gaélico, inglés, soberanía, represión, terrorismo etc. Y dijo algo como esto: "No podemos cambiar de país, cambiemos de tema".

martes, 8 de enero de 2008

De la amistad

La amistad es un puente sobre aguas turbulentas (Paul Simon, supongo). El amor puede durar toda la vida, o puede no durar. La amistad, me parece, va por etapas. A los diez años cambié (me cambiaron) de localidad de residencia. Allí dejé a mi mejor amigo. Al amigo de mi infancia. Su madre era modista y recuerdo estar en su casa siendo muy pequeños, en lo que llamaban el cuarto de costura, jugando debajo de la mesa. Luego juntos en la calle y en la escuela. Aprendiendo a andar en bici con una bicicleta descacharrada. Caminando por la calle con el brazo sobre el hombro del otro. Y de repente vivíamos a diez kilómetros de distancia (un océano a los diez años). Cuando le volví a ver ya eramos otros. He vuelto a verle de vez en cuando. Un viejo conocido. No hemos vuelto a compartir nada. Hubo otros amigos, que también pasaron. En eso estamos.

lunes, 7 de enero de 2008

Pisando el suelo

Pobres niños ricos. Esos somos nosotros. Pero hablaré sólo por mí. Tengo toda la información que quiera. Y tengo que escoger, o mejor dicho el azar escoge por mí. Así leo un periódico, veo algunas películas, oigo algunas canciones, intercambio opiniones sobre unas pocas cosas. Y me doy cuenta de que nada original digo e incluso a veces prefiero decir lo que se espera que diga más que lo que auténticamente pienso para no llevar la contraria a alguien que por otra parte aprecio. Que aprecio aunque sólo sea porque el azar hace que le tenga como interlocutor y en el fondo se lo agradezco. Porque tengo miedo a la soledad y necesito de la gente. Y ellos me necesitan a mí, o más frecuentemente se necesitan entre ellos. Así que procuro poner mi grano de arena, aunque me aburro en seguida y no encuentro ese interlocutor que me fascine con su charla. No es de extrañar, yo sería a mi vez igualmente aburrido para él. Y sigo con mi visión muy particular, muy limitada del mundo. Asomado a mi ventanita. Se diría que padezco en mi visión el efecto túnel y sólo veo lo que abarca un canuto de cartón que me ponen delante del ojo. Sólo soy un especimen de la especie humana. Del homo sapiens sapiens. Me parece que exageran con el nombre.

sábado, 5 de enero de 2008

Dieta

El oro es comestible. No en lingote, que seguramente resulta indigesto, sino en viruta. La dieta saludable a seguir después de los excesos debería incluir tiempo y silencio, que son oro. El tiempo, ese gran eliminador de toxinas. Tiempo para aprovechar y para perder. Y cuando lo pierdes es cuando más lo aprovechas. Y silencio. El silencio multiplica la acción del tiempo. Es un catalizador (Calatañazor es otra cosa). El silencio es un catalizador que pone el tiempo a nuestro servicio. El silencio nos deja pensar; nos da una oportunidad de ser más nosotros. Tiempo, silencio, oro. Buen provecho.

viernes, 4 de enero de 2008

Tremano le parole

"Meravigliosa creatura" suena en el anuncio... de un coche. No puedo estar en mayor desacuerdo. Un coche es una cosa, no una criatura. La canción me gusta. Es de Gianna Nannini (overbooking de enes), cantante italiana de voz desgarrada y que pone mucha emoción en sus canciones. Esta fue un éxito, al menos en Italia, y aparece en el album "Dispetto" (despecho) de 1995. Leída la letra no sé seguro si habla de amor o de ecología. Bueno, es amor en cualquier caso. Una frase que me gusta "occhi di sole mi tremano le parole", o sea "ojos de sol me tiemblan las palabras". La tercera persona del plural tiene esa terminación en "no" que me resulta poética y musical.

jueves, 3 de enero de 2008

Mi no entender

De la imposibilidad de entenderse. El chocolate espeso y las cosas claras. Quizás las frases hechas sean la mejor manera de entenderse. Se han ido puliendo a lo largo de los años como las piedras de las ciudades antiguas y ya no hieren cuando nos rozamos con ellas. Con las frases quiero decir. Una frase nueva, de bordes cortantes, te puede hacer daño. Porque nunca significa lo mismo para el que la dice que para el que la escucha (si sólo la oye ni te cuento). Cada uno ve la montaña desde su valle. Unos la ven abrupta e inaccesible y otros apta para un tranquilo paseo hasta la cumbre.
Del arte de ponerse en el lugar del otro. También es imposible, pero ahora se trata de imaginar. Imagina que el otro tiene razón (a veces pasa). Busca motivos, si no se te ocurre ninguno interioriza que hay algo que tu ignoras, algo que no entiendes (a veces pasa también). En último caso piensa que tiene derecho a estar equivocado (esto lo aprendí en una canción de Gilbert O'Sullivan, decía "the right to be wrong if I choose").
Pero me he desviado. No quería referirme a no entenderse porque se opina distinto. Me refería a no entenderse a secas. Y es que claro, tampoco sabemos explicarnos.

miércoles, 2 de enero de 2008

Partícula en el infinito

La Tierra con mayúscula, el planeta, gira sobre sí misma y en torno a una estrella no particularmente agraciada que a su vez gira sobre sí misma y con todo el sistema solar en torno al centro de la Via Láctea, nuestra galaxia (una vez cada 200 o 250 millones de años, vaya ruina de tiovivo que no nos deja dar ni una vuelta completa). Y no me extrañaría que la Vía Láctea, esta galaxia, girara en torno a otra cosa, no sé, el centro del Universo (no le puedo negar la mayúscula) cada x tiempo, cuando x tiende a infinito. Total, que un año nuestro viene a ser un microsegundo a escala galáctica (y estoy exagerando, será menos).
¿A qué viene esto?. Me gusta asomarme al vacio y sentir el vértigo existencial de vez en cuando.

martes, 1 de enero de 2008

Cerca del Jazz

¿Sabes lo largo que se le hizo a Noé el diluvio?. Pero escampó. Tras la tempestad viene la calma. El batería cambia los palillos por las escobillas y la música en tono pausado sigue el ritmo acariciante obtenido al deslizar éstas por los tambores, obteniendo sonidos amortiguados y tranquilizantes. Es el momento de abrazar y decir al oído: "Shhh, todo va bien". Todo va bien.