lunes, 22 de agosto de 2011

Opiniones en el tiempo

Me acuerdo de un disco que tenía (y sigo teniendo por ahí guardado) y que en la contraportada declaraba estar grabado en "glorioso sonido monoaural". También ponía "para ser tocado al máximo volumen". No parecía mala idea, entonces. Así, hubo un tiempo en que creía que una buena forma de estar en el mundo era tener una opinión formada sobre unos cuantos asuntos. Algunos trascendentes y otros menos. Qué menos que posicionarse de forma razonada, brillante a ratos, a poder ser, y con un toque de originalidad y buen humor. Ése podía ser yo, entonces. Ya no estoy tan seguro.
Pasa el tiempo. Antes nos cansábamos el segundo día en París. ¿Hoy también a andar?. Ahora podría pasear (andar/pasear, ¿se capta la sutileza?, es broma) hasta tres días por París. No he cambiado tanto. Tampoco me parece mala idea escuchar música en sonido estereofónico y a un nivel moderado (ya se sabe lo sordos que se han quedado algunas estrellas del rock). Bueno y ya puestos ¿has probado el dolby surround?. Se oye por todas partes. Te sientes en el medio del concierto, o de la película. Pues lo mismo con las opiniones. ¿Por qué tener una sólo, si además es casi seguro que estaré equivocado?. Hay quien está totalmente convencido de su "opinión monoaural"" y la expresa "al máximo volumen". No es que me parezca mal, no descarto que en la vorágine del paso del tiempo vuelva a pensar que es la mejor opción; pero ahora mismo me está pareciendo mejor ponderar una par de opiniones (estéreo) o buscar el máximo posible de ángulos a una situación (dolby surround). No todos los ángulos, porque va a ser que es imposible...

viernes, 5 de agosto de 2011

Respiración acompasada

¿Sabías de la existencia de los respiracionistas?. Todos respiramos (hasta que no respiramos) y también todos comemos y bebemos; aunque algunos se lo están pensando. Lo de comer y beber, digo. Los respiracionistas aspiran a vivir del aire. Artistas ha habido a lo largo de la historia que lo han intentado y conseguido en gran medida. Pero ésos son otros más metafóricos. Estos quieren literalmente vivir de la energía que absorben de... de no sé dónde. Algo relacionado con el concepto "prana", "lo vital" en sanscrito. Hay un precedente en el mundo animal: Aquel burro que cuando estaba ya casi acostumbrado a no comer, se murió. La credibilidad de los breatharians (respiracionistas angloparlantes) sufrió un duro golpe cuando su líder en California, un tal Wiley Brooks, fue sorprendido (en 1983) pidiendo un pastel de pollo (chicken pie) en un hotel. Bueno, el incidente no está nada claro. Otras versiones hablan de un perrito caliente o una hamburguesa con queso. Y es una pena. Que existan los respiracionistas me hace ilusión. Es como aquellos otros que se sienten capaces de levitar. Casi diría que cuando uno es respiracionista posee también, de un modo natural, la capacidad de elevarse en el aire (que le sirve de sustento). Aunque sólo sean unos milímetros. Lo que importa es la calidad, no la cantidad.