sábado, 6 de septiembre de 2014

Edad y decepciones

Es curioso que a todas horas se me estén ocurriendo cosas que podría comentar aquí, en el blog, y que cuando me siento al teclado no me acuerde de ninguna. O recuerde algo vagamente; sí, era una cita (a quote) de una película. ¿Te gustan las películas antiguas?. A mí sí. Hace no mucho que murió Lauren Bacall (real name Betty Joan Perske, una de las más deslumbrantes bellezas de Hollywood) y el revuelo informativo y retrospectivo que se originó me ha animado a ver una de sus películas, "Cómo casarse con un millonario" (1953), que además suma los alicientes de contar también con las actuaciónes de Marilyn Monroe (aquí no añado nada) y Betty Grable (preciosa la canción, solo voz y piano, que le hizo Neil Sedaka). Ya hacia el final el personaje de Bacall se echa atrás cuando estaba a punto de dar el sí a su pretendiente millonario y de cierta edad. El siguiente diálogo tiene lugar.
-¿Te he hecho daño?
- Sí. Pero me recuperaré.
-Parece que ya lo has hecho
- No, ésa es una de las pocas ventajas de la edad. Las decepciones se vuelven una parte normal de la vida.
Ésa es la cita. "Una de las pocas ventajas de la edad es que las decepciones (disappointments) se vuelven una parte normal de la vida". O dicho en el argot del boxeo, uno se convierte en un encajador.
                

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