lunes, 25 de diciembre de 2017

Contando estrellas

La literatura es un intento de alargar el tiempo contando estrellas. La cita es más larga, se me vuelve algo confusa: la literatura es un intento de ensanchar el tiempo histórico volviendo a la época en que las plantas y los animales hablaban y alargándolo contando estrellas. Me lío con ensanchar y alargar, mea culpa. El original de Anjel Lertxundi es en euskara y "cuando las plantas y los animales hablaban" es una fórmula tradicional de empezar una narración. Contar estrellas es un entretenimiento sin recompensas materiales pero de cierta altura poética, sin duda. Lo mismo pasa con la literatura, leer enriquece solo de forma espiritual. La gran ventaja del libro electrónico es la luz que desprende, su cualidad de convertirse en luciérnaga de noche y permitirnos seguir alargando el tiempo, seguir contando estrellas.

jueves, 14 de diciembre de 2017

Ahora que caigo

Es curioso que un grupo de pop-rock instrumental de Madrid, Los Relámpagos, tuvieran en 1965 un éxito que titularon en catalán "Nit de Llampecs" y que era básicamente una sardana. Los artífices del grupo, Herrero/Armenteros, han sido en el medio siglo posterior autores de un montón de éxitos populares. Entre ellos las canciones de Nino Bravo, Fórmula V y también de la música de la emblemática "Libertad sin ira".
Una de mis favoritas era "Eva María" (y todavía me gusta). La tengo asociada a un cine de sesión doble donde la ponían entre las dos películas. Ya sé que no tiene mayor importancia, pero al recordar la letra veo dos posibles deslices. Cuando dice "ella se marchó / y solo me dejó / recuerdos de su ausencia", digo yo que los recuerdos serían de su presencia, no de su ausencia. Y seguido "sin la menor indulgencia / Eva María se fue", y para mí que ahí se delató el presunto enamorado; si le acusas de no ser indulgente es porque algo le habías hecho.
En todo caso es un buen momento para volver a escuchar, sin acritud, la "noche de relámpagos", "nit de llampecs".

viernes, 1 de diciembre de 2017

Raros diamantes

Cuenta Mairal en boca de un personaje que decía Girondo que los libros se pulen como diamantes y se venden como un salchichón. Girondo, Oliverio de nombre, fue un poeta porteño que se casó con una prima lejana de Borges, Norah Lange, también escritora. De esto no sabía yo nada hasta que he leído a Mairal, Pedro de nombre. Tenía toda la razón Girondo, un libro es un producto de mercado que da de comer a mucha gente, editores, impresores, distribuidores, libreros, y a veces incluso al que lo ha escrito, al artesano que lo ha ido puliendo como si fuera un diamante. Bien es cierto que si el libro resulta ser un auténtico diamante, poco importa el vil dinero. Desafortunadamente muchas veces solo se trata de cuentas de cristal.