domingo, 22 de noviembre de 2009

Posibilidades

"La vida es un negocio que no cubre los gastos". Arthur Schopenhauer. Algo parecido se deduce de la (conocida) última frase de Oscar Wilde cuando sorbía de una copa de champán en su lecho de muerte: "Muero como he vivido, por encima de mis posibilidades". Arthur es un nombre que me suena a moderno, aunque no lo es. Añadir el nombre al serio apellido rejuvenece al filósofo, pero no lo saca de la tumba. Con mis cuasi-nulos conocimientos de filosofía aventuro que Schopenhauer dijo algunas cosas que ya había dicho Kant pero de modo más comprensible, ¿puede ser?. La vida es, pues, un negocio en el que invertimos un pequeño (en mi caso) capital y los beneficios que obtenemos no nos dan para devolver el préstamo al banco. Se puede suponer que cuanto mayor sea el negocio (la inversión, el entusiasmo, la dedicación), mayor será el agujero económico y mayor será la angustia... o la diversión. Optar por una o por otra es la clave. Como enseñaba Buda: "El dolor es inevitable, el sufrimiento opcional".

viernes, 20 de noviembre de 2009

Desajuste temporal

Me desperté, como pasa tantas veces, justo antes de que sonara el despertador. Puse la radio y dieron las señales horarias de las ocho. El reloj digital marcaba las siete cincuenta y nueve. Miré el teléfono móvil y, curiosamente, también optaba por ese minuto de retraso. Me incorporé y sentado en el borde de la cama me puse el reloj de pulsera. Las agujas señalaban las ocho menos un minuto... Me estaba quedando atrás. El mundo seguía sin esperarme. Un minuto no es mucho, me consolé; pero me asaltó la duda ¿no sería que ese minuto era una especie de despreciable error de paralaje, un pequeño desajuste provocado por el o los años de retraso que en realidad estaba acumulando en mi vida?. ¿No sería que el mundo avanzaba en el siglo XXI y yo me estaba quedando rezagado uno, cinco, diez años?. Me apresuré a poner los relojes en hora, pero me daba perfecta cuenta de que era un truco mecánico que sólo aparentemente me situaría en noviembre de 2009. Ya se sabe que incluso los relojes parados marcan la hora exacta dos veces al día.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Ticket

No me había dado cuenta de que "ticket" es la misma palabra que "etiqueta". Seré tonto... Aunque "etiqueta" en inglés se dice "label", y "ticket" en castellano es "billete". Vamos a ver como es, el mundo del revés. Nunca he acabado de entender qué significa "ticket to ride". Claro que la parte que no entendía era la de "ride". ¿Un billete para cabalgar?. Entiendo, ahora que lo pienso tres veces, que es un billete para irse, para ser libre. Para "cabalgar" en un tren (aunque "ride" en principio se refiere a caballos, motos y bicicletas). Ticket también está admitida en la RAE, y se puede escribir de tres formas: Ticket, tique o tiquet. El fascinante mundo de las palabras.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

El fin del mundo

¿Por qué será que nadie predice el fin del mundo en, pongamos, el año 2645?. Sin embargo cada poco tiempo alguien anuncia ese fin para alguna fecha inmediata. Y, de momento, agua. Nos creemos demasiado importantes. Nos creemos muy listos y somos tan tontos como siempre. Las liaban pardas en el pasado, las seguimos liando pardas en el presente y todo parece indicar que las seguirán liando pardas en el futuro. Y entonces no se acordarán de nosotros. Si lo pensamos un poco, el presente no tiene nada de particular aparte de ser este escalofriante, deslumbrante y absoluto momento en el que vivimos inoculados por ese veneno de acción paulatina que es el tiempo. Pero esa es otra historia.