viernes, 24 de diciembre de 2010

Realidad y verdad

"La realidad es aquello (that) que cuando dejas de creer en ella, todavía sigue allí (there)". La frase parece ser de Philip K Dick y es curioso que la escribiera él, precisamente tan aficionado a imaginar. Llevo tiempo pensando (es un decir) en la (no) existencia de la verdad. Y pienso que la verdad sí que debe de existir, lo que pasa es que es casi imposible de aislar, de definir, de expresar. Y parecido pasa con la realidad. Realidad y verdad pueden ser lo mismo. Quizás la verdad es realidad sublimada, realidad filosófica, realidad destilada. Va frase: La verdad es la realidad con connotaciones éticas. La realidad más prosaica es fácilmente discernible: Hoy está nublado, no soy zurdo, la tierra es una esfera levemente achatada por los polos (o eso dicen). La realidad moral, la verdad, es casi siempre inaprensible y aunque no creas en ella, sigue ahí. Ahí o allí, no se sabe exactamente.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Non an early adopter

Yo aprendí inglés y el inglés cambió. Antes de eso aprendí español y el español ha cambiado. Centrándome: Las lenguas cambian continuamente y nuestro conocimiento de ellas es siempre precario. Hablamos de otras cosas con otras palabras, o con las mismas dotadas de nuevos significados; significados que consensuamos por el sistema práctico de que nos sigamos entendiendo. Entendiendo aproximadamente, claro. En nuevas tecnologías los términos nacen en inglés y un sociólogo (Everett Rogers) acuñó (en 1962) el término "early adopter" para los que primero se apuntan a una innovación. Pues bien, no soy un "early adopter". Me encuentro cómodo no siéndolo pensando que, a) es más barato así, b) no tengo prisa para disfrutar de esas ventajas sin las que he podido sobrevivir hasta ahora. Pero ojo, no renuncio para siempre; aspiro a integrarme en la "early majority", el pelotón de los usuarios que se suman cuando, y éste es el argumento c), la nueva tecnología ya se ha asentado en el mercado.

martes, 7 de diciembre de 2010

Tazas de café

He detectado una grieta en la taza de café. No parece que haya peligro de ruptura inminente. Hay que fijarse para verla. Va desde el borde hasta casi el fondo de la taza y se aprecia tanto por dentro como por fuera. Una tenue línea que no llega a afectar a la impermeabilidad que se espera del material (porcelana, algo más moderno, no sé). He escrito "la" taza, pero me refería a una de las cuatro tazas que componen el juego. Se trata de un juego de tazas con un soporte metálico que permite formar una torre con las cuatro, encajando cada una en la de abajo. Inciso sobre el diseño: A alguien se le ha ocurrido este artilugio. Siempre hay cosas que diseñar. Por ejemplo sillas. Puede parecer que es muy difícil diseñar una distinta, pero se diseñarán hasta casi el infinito (para aclaración sobre el infinito véase la entrada del catorce de noviembre) . Bueno, este diseño en concreto es un regalo de un supermercado, confesándolo todo. Hace sólo unos meses que las tenemos y estoy sacando un gran partido de estas tazas, ya que son más accesibles que las del armario. Eran cuatro, pero estos últimos días sólo estoy viendo tres en la torre de la cocina. Y una de ellas con esa inquietante grieta. Puede que la cuarta esté en el lavavajillas. Puede que haya sido el lavavajillas el que ha producido el desperfecto de la otra. Puede que en el mundo encaje mejor esta torre de tres con defecto incluido que la original de cuatro. La entropía, supongo.

martes, 30 de noviembre de 2010

Homenaje

Hablando de la confianza que inspira el género humano, "ninguna" es una respuesta habitual y ciertamente comprensible. Siempre hay voluntarios para odiar, insultar o pelear. Como dice el evangelio "quien esté libre de pecado que tire la primera piedra". Y el truco de la frase (inspirada como pocas) es que si hubiera alguien libre realmente de pecado nunca se le ocurriría tirar una piedra. Así que en este contexto de desesperanza quiero hacer un homenaje a la primera persona que amó. La primera persona que quiso desinteresadamente. Y yo estoy en que fue una mujer, probablemente. Aquel (hipotético) acto de amor fue el origen del género humano, lo hizo posible. A lo largo de los siglos sus ecos, los rebotes de generación en generación, han llevado (han traído) a la humanidad hasta el momento presente. Al rendir homenaje a la primera madre, esposa, hija, amiga amorosa creo que alcanzo también a todos los que ahora mismo son capaces de amar, de querer. Los que seguramente han recibido amor y lo reflejan hacia adelante casi desinteresadamente. Entre todos salvan la esencia del género humano, aunque en conjunto (la contradicción primigenia) no inspire ninguna confianza.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Redimensionando

Bien, bien, bien. Otra vez hablando solo. Escribiendo solo, pero sabiendo que alguien lo leerá. Una persona por lo menos. Una persona seguro. Estaba pensando que no tengo nada que opinar. Opinar es tan de listos como de tontos. No opinar también. Cada vez me parece más sabio estar callado. Un buen silencio persistente. Que diga otro la tontería. Que sea otro brillante, estoy abierto a la posibilidad de admirarle. Aunque a veces me apetece decir algo. Por ejemplo que el infinito, lo infinito, es un concepto difícil de manejar. Incómodo. Es como desplegar en el asiento del copiloto de un coche un mapa de carreteras de dos por tres metros. Se te dobla, se te rompe, molestas al conductor. Bueno, puede que no sea así en absoluto, pero no se me ocurre un símil mejor. Y usamos un truco. Reducimos lo infinito a unas dimensiones más asequibles. Así decimos de alguien que lo conocemos de siempre. O juramos que nunca esto o lo otro. O decimos que eso ya lo hemos hecho innumerables veces. Adaptamos el infinito a nuestras medidas sin por ello desvirtuar los significados (del todo). Es un truco de supervivencia. El mundo es infinito y nuestro pequeño yo sufre de vértigo asomándose a la ventana. Mi pequeño yo al menos. Así que pienso que el mundo llega hasta donde me alcanza la vista y aquel punto que está un pelín más alejado es el infinito. Y digo "siempre" y "nunca". Y así me siento mejor.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Que lío tengo

La lengua castellana está perdiendo las tildes. Será cosa de la edad. Me duele el caso de "solo". Es que lo tenía controlado; si es adverbio se acentúa (sic) , si es nombre no. Para asegurarse comprobar si lo podemos sustituir por "solamente" sin que cambie el significado. Sólo una vez estuve solo. Bueno, así solía ser. Ahora no debe llevar tilde nunca. Por cierto, cuando yo aprendí las reglas de ortografía no recuerdo que se utilizara la palabra tilde. Decíamos "lleva acento", "con acento en la o" o "sin acento". Sin duda confundíamos, confundo, acentuar y puntuar. Lo de "tilde" lo he aprendido de mayor, al tiempo que iba olvidando las reglas de acentuación/puntuación. Estoy casi seguro que "lío" lleva tilde (y que no se dice se acentúa).

lunes, 18 de octubre de 2010

To read or not to read

Como seguramente ya sabes el tiempo es limitado. El día tiene veinticuatro horas y acortándose. Eso es lo que parece, que cada vez dura menos. Y me va pareciendo que no tengo todo el tiempo del mundo para leer. Porque de todas las posibles actividades a las que ofrecer mi tiempo en sacrificio, he elegido (o no he tenido más remedio que elegir) la de leer. Una posibilidad entre muchas, ni mejor ni peor que otra para ganar/perder el tiempo. Y puedo leer cualquier cosa, y tampoco estaría mal hacerlo: Cualquier revista que se me cruce, o periódico, o página de internet. Pero me está empezando a gustar descartar algunas lecturas, leer por encima otras; incluso considero la posibilidad de que alguna vez abandone un libro a medias. Es broma, alguna vez lo he hecho y debería repetir más a menudo. El caso es que B. me ha comentado que le está gustando mucho un libro que está leyendo (la última novela de John Irving) y que ya me lo dejará... . Que me lo prestará. Pero en realidad no me ha dado tiempo ni opción de pedírselo. ¿Qué hago?. ¿Me limito a agradecérselo y (cuando me lo deje) leer el libro?. ¿Decido que mi libertad de lectura no puede verse coaccionada y, aunque puede que me apetezca, me niego a leerlo?. ¿Está de verdad mi libertad en juego?. ¿Tengo urgencia de leer otras cosas antes?. En todo caso B. lo ha hecho con buena intención.

sábado, 9 de octubre de 2010

Raro

A veces pienso que soy raro. Pero si lo medito un rato tengo que reconocer que no. ¡Que más me gustaría que ser raro!. Bueno o no exactamente raro, sino especial. O único, intransferible, imprescindible. Nos hace ilusión ser distintos, y decimos raros para quitarle arrogancia a la declaración: "Yo es que soy un poco (o muy) raro". Y lo dice (decimos) con satisfacción, porque queremos decir que no somos como la masa, que no hay otros como nosotros, que nuestros gustos y nuestras costumbres son las de unos pocos elegidos. Nosotros los raros. Raros para el común de los mortales; especiales en realidad, originales. Y la verdad es que no. Raros, raros hay muy pocos.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Emprendedor

"Me dirás que esto es el cuento de la lechera, pero yo prefiero compararlo con la multiplicación de los panes y los peces". Lo pensó, pero no lo dijo cuando le explicó el plan a su padre. Necesitaba su permiso para usar el sótano. El padre se había quedado pensativo. Luego le pidió detalles. Era sencillo; gallinas y huevos. En este caso primero las gallinas. En el sótano. Algo de alambre para montar un pequeño gallinero. Para alimentarlas mondas de patata y pan duro. Luego vendrían los huevos, su venta, reinversión en gallinas, más huevos, beneficios. Todo estaba en la libreta de tapas negras escrito con letra esmerada y sobre todo con números: de gallinas, huevos, días y precios, . Pequeña inversión inicial, rápida rentabilidad. El padre no lo vio tan claro, pero le gustó el afán emprendedor que de ninguna manera debía coartar. Claro que lo primero eran los estudios. Sí, por supuesto, era poco trabajo y lo haría en su tiempo libre y sobre todo el fin de semana. Por cierto que de la limpieza semanal del gallinero obtendría abono. Producto secundario. Al sótano se bajaba alzando una trampilla y por medio de una precaria escalera. Tenía un único ventanuco y allí se guardaban la leña y el carbón y algunos trastos viejos. Así que despejó y cerró con alambre de malla la parte junto a la ventana y acomodó a las gallinas ponedoras. Se reveló que las gallinas necesitaban luz eléctrica y cada mañana bajaba a encenderles la bombilla desnuda. Pusieron los primeros huevos que consumieron en casa alborozados. Y pusieron más, pero no tantos. Quizás por la falta de luz natural las gallinas empezaron a aparecer deslucidas, estaban perdiendo plumas. Metió un gallo y, con poca luz y todo, cantaba a las cinco de la mañana despertando a todo el mundo. Un tenue olor a gallinero envolvía toda la casa. Hizo las últimas cuentas con su pulcra letra en la libreta de tapas negras. Había perdido algo de dinero, no mucho. Además se podría aprovechar alguna gallina para caldo.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Alerta

Alerta conductor, alerta centinela, alerta amarilla, naranja , roja. Estado de alerta, que te duermes. Que se te pasa la vida, tan callando. En otros tiempos parecía que venía mal tiempo; ahora las autoridades decretan el estado de alerta por fuertes vientos o por altas temperaturas o por intensas lluvias. Podían hacerlo también por inestabilidad familiar, inminente bajón repentino del nivel de ingresos o riesgo de ruptura sentimental. Alerta compañero; que la inspiración te pille trabajando. Las autoridades, que son tú y yo y algunos saben más que nosotros y otros menos. Y entre todos nos ponemos en alerta, y así podremos seguir durmiendo tranquilos. Y ya veremos que tiempo hace mañana. Por si acaso manténgase el estado de alerta.

lunes, 30 de agosto de 2010

Memoria infinita

A ver si me explico. Es este nuevo gadgetófono, el iphone. No tengo, y claro que me gustaría tenerlo; pero no sé si debo. Fijándome en una de sus varias aplicaciones: Permite consultar cualquier dato al momento. He pasado unos días cerca de un conocido que lo tenía. Ante cualquier duda que surgía, él echaba la mano al bolsillo y decía: Te comento, ganando hábilmente el poco tiempo que necesitaba para aclarar el tema que fuese. Es como si lo supiese todo. ¿Fantástico, no?. Puede que no sepas gran cosa, de hecho cada vez menos porque ya no te preocupas de retener ninguna información, pero todo está ahí, en la pequeña pantalla. Bueno en la pantalla enana, no nos confundamos con la televisión; aunque el iphone (le podrían llamar ifono) también tiene televisión (creo). Y digo yo, ¿me conviene tanto (poder) saber?. Hace un par de días leía un comentario sobre "A Sentimental Journey", el libro de Laurence Sterne. Tras preguntarme a mí mismo si yo había viajado alguna vez de esa manera (de manera sentimental, y la respuesta es que tengo dudas) me quise acordar del otro libro que escribió Sterne. Sí, un libro, una novela. Una especie de Quijote inglés. Pero no me salía el título. Como he dicho no tengo iphone. Podía mirarlo en Google (aunque no al instante). Preferí darme tiempo. Ya me acordaría. Y me fui acordando. Era algo como "Dandy", "Nosequé Dandy"; pero no era Dandy. Ayer de repente me vino a la mente: "Tristan Shandy". ¡Oh sí!. Sin iphone, sin manos, configurando mi iceberg. Mi iceberg que consta de una parte a flote (lo que tengo en mente) y ocho (o veinte) bajo el agua (lo que se me escapa en la niebla de la memoria). Luego claro (sigo siendo imperfecto) resulta que lo miro en Google (gran instrumento) y no es "Tristan" sino"Tristram". Así que no sé... Puede que después de todo la memoria infinita del iphone esté más cerca de la memoria cero que de mi pequeña, mentirosa, icebérgica memoria de andar por casa.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Si quieres ser feliz

Tal día como ayer, 24 de agosto, de 1942 nació Jimmy Soul (nombre auténtico James McCleese). En Mayo de 1963, con veinte años, su grabación de "If You Wanna Be Happy" fue número uno en los Estados Unidos y vendió sobre el millón de discos. Tanto la música como la letra estaban basadas en un calipso de los años treinta. Jimmy no repitió éxito y pronto dejó la música. La canción en su momento pienso que pasó desapercibida en España. Con los años y tras ser incluida en la banda sonora de "Sirenas" (la de Cher) y "La boda de mi mejor amigo" (la de Julia Roberts) se ha convertido en todo un clásico y paradigma de canción alegre y divertida. Ahora suena en un anuncio cantada por niños.
El caso es que cuando hace años conocí la canción me sedujo su estribillo contagioso y su promesa de felicidad. Si quieres ser feliz por el resto de tu vida... casi nada. Mucho después pude buscar la letra en internet y esto es lo que dice exactamente:

Si quieres ser feliz por el resto de tu vida
nunca hagas a una mujer bonita tu esposa
desde mi personal punto de vista
busca una chica fea que se case contigo.

Los argumentos que siguen resultan ciertamente machistas. Al final de la canción, que en todo momento es de lo más bullanguera, se oye este diálogo:

"Eh, tío, he visto a tu mujer. Es feeeeeeeea"
"Sí, es fea, pero sabe cocinar..."

viernes, 13 de agosto de 2010

Pintada

Paso de la luz de la tarde de agosto a la más triste luz blanca de las lámparas fluorescentes del paso subterráneo. Casi me sorprendo de no oir un zumbido y ver los guiños de alguna de esas lámparas fallando. Me llama la atención la limpieza. Parece que no hace mucho alguien ha fregoteado a conciencia suelos y paredes, aunque fijándose se aprecian los débiles restos de antiguas pintadas. Hacia el final, ya cerca de las escaleras de salida, veo que la tentación de la pared en blanco ha sido demasiado grande y una pintada me sale al paso en la pared derecha, "Dead To The World". Vaya, en inglés, "muerte al mundo" me parece que quiere decir, un optimista. Pero espera, estoy confuso. ¿No sería "Death To The World"?. Me parece que el autor lo que ha escrito, sin querer, es en realidad "muerto para el mundo". O sea, él mismo, un zombie. Pienso para mí que como mensaje pesimista sigue teniendo más fuerza el "No Future". Quizás para entendernos mejor debería haber escrito algo en castellano. Salgo al sol.

martes, 20 de julio de 2010

El antiguo inquilino

Dice Julian Barnes que cuando se puso a escribir su primera novela se impuso dos normas: "No weather and no dreams". Ni hablar del tiempo, ni contar sueños. Simpatizo con ese criterio y yo mismo he tenido ese mismo propósito en cuanto al tiempo en este blog; no así respecto a los sueños. Primero, porque esto no es una novela y segundo porque reflejándolos aquí "atrapo" esos sueños que de otra forma huirían sin dejar huella. Y, ya puestos, tercero, porque igual en sueños soy más creativo que despierto.
Y era que me decía uno (un intermediario) que había alguien que quería hablar conmigo. Un antiguo inquilino. ¿De ésta casa?, preguntaba refiriéndome a la que tenía detrás (estaba delante de la puerta, en la acera). "No, no", me aclaraba, "es un antiguo inquilino de tu cuerpo". ¿Mi cuerpo?, bueno, ¿es eso posible?. Pensaba que el único inquilino de mi cuerpo había sido siempre yo. Incluso que lo había "visto" crecer. Pero también es cierto que vivimos sobre un lecho de falsos recuerdos. Todo podía suceder. La verdad es que yo también estaba interesado en hablar con esa persona. Esa persona que ahora moraba en otro cuerpo, pero en una época anterior había morado en el mío (que ya no estaba seguro de poder llamar mío). Me entró una gran curiosidad por saber qué partido hubiera podido sacar a este cuerpo que, después de todo, no está tan mal. Al parecer era un cuerpo bastante solicitado. ¿Habría tenido éxito donde yo he fracasado?. ¿Podría darme algún consejo?, ¿algún truco para mejorar mis prestaciones?.

martes, 15 de junio de 2010

Sensación térmica

Leo sorprendido la opinión de que la sensación de frío se adquiere con el tiempo. A ver si me explico: Un niño que creciera aislado no sentiría frío porque ésa, sentir frío, es una conducta aprendida. La verdad es que hace tiempo que venía pensando que no recuerdo haber tenido frío en mi infancia. Y en mi casa no había calefacción, aparte de una estufa que se ponía a veces en la sala. Así lo recordaba y ahora esto. Hay un chiste que confirma esta teoría. Es la definición de jersey: Prenda que se pone el niño cuando su madre tiene frío. Quizás se pueda tener frío y no darse cuenta. Como en la playa cuando sale el niño que lleva hora y media en el agua y alguien le dice: ¡Pero, por Dios, si estás tiritando, si estás amoratado!. O es la sangre que hierve y con los años, poco a poco, se va templando y ya, llegada una edad, empezamos a sentir frío. Por cierto, estos días está refrescando, ¿no?.

martes, 8 de junio de 2010

Irónico, onírico

Me he dado cuenta de que "irónico" y "onírico" tienen las mismas letras. No he sido el primero. Reflexiono y no encuentro mayor relación entre sus significados. La ironía está siempre presente (hay un exceso de ironía en el ambiente, podría compensar la falta de ozono). La oniría no existe. No en el diccionario al menos. Puede que sí exista en sueños. Tengo la vaga sensación de que ya me di cuenta de esta coincidencia hace tiempo. Ahora no sólo cuento las letras (tres consonantes, "n", "r", "c", cuatro vocales, "o" e "i" repetidas) sino que lo reflejo en este blog. Escribir es amarrar las ideas para que no escapen. Las ideas son como palomas mensajeras que siempre acaban volando lejos. A su lugar de nacimiento, a donde quiera que vayan, a otras memorias que las albergan durante un tiempo. A veces uno quisiera ser irónico y resulta onírico. O no resulta nada. Seguramente.

viernes, 28 de mayo de 2010

Me apunto una frase

Ayer escuché de pasada en la radio a un experto que hacía un comentario sobre los "asesinos en serie". Decía concretamente que son menos frecuentes de lo que se cree (bien, me alegro, menos mal). A la noche vi una película en inglés. De madrugada dando vueltas en la cama (por el calor y quizás una mala digestión) soñé que la película adquiría un nuevo significado con los créditos del final. Quiero decir que la peli en sí (hasta los títulos finales) tenía su mensaje, claro e inequívoco; pero esos títulos finales lo cambiaban todo y añadían una luz distinta, la completaban. Y había una frase, en inglés, que servía de lema o de resumen: "Time is a serial killer". Ya despierto (aparentemente) pienso que esta frase no tiene nada que ver con la película, ni tampoco los títulos de crédito me parecieron especialmente reveladores (al margen de enterarme de que el papel de madre lo hacía Isabella Rossellini), aunque es homologable como verdad razonable (la frase). El tiempo es un asesino en serie. He cotejado la frase en Google y no parece conocida. Tiene su encanto. Me la apunto.

lunes, 17 de mayo de 2010

Razonando

- El mundo se divide en dos tipos de personas...
-Define "mundo".
-El mundo, la humanidad, el conjunto de los seres humanos vivos.
-Continúa.
-Se divide en dos tipos, decía; o en dos grupos mejor, aquellos con los que congenio y aquellos con los que no.
-Entonces no es que se divida, sino que tú divides el mundo. Es una división en función de tu empatía con los demás. No es una división objetiva.
-Es subjetiva, sí. Pero, ¿no son todas las posibles divisiones subjetivas?.
-Más o menos. Una división que suscite un amplio consenso podría considerarse objetiva.
-Supongo que sí. En realidad lo que yo quería expresar es un criterio para dividir el mundo. Un criterio más de los muchos posibles..
-Admitido como criterio, pero tengo que objetar que lo que divides en todo caso no es el mundo sino el conjunto de los seres humanos que conoces. Un número de personas ciertamente limitado. Casi despreciable si tenemos en cuenta a toda la humanidad.
-Ya, tendemos a generalizar. Estaba redondeando la frase. A ver si lo digo bien: Yo divido a las personas que conozco en dos grupos, aquellos con los que congenio y aquellos con los que no.
-Me parece una frase algo larga y rebuscada y además, perdóname pero, ¿eso a quién le importa?.
-A mí, y poco más, cierto. Lo intento otra vez: Dividimos el mundo en dos grupos de personas, los que nos caen bien y los que nos caen mal.
-¿Ya no congenias?.
-Te hacía caso y buscaba la sencillez. Congeniar y caer bien, ¿no son sinónimos?.
-Puede que sí; pero, ¿no congeniar y caer mal también lo son?.
-No lo sé, la verdad es que no sé nada.
-En eso no puedo estar más de acuerdo. Nada sabemos.

sábado, 24 de abril de 2010

Bosques

¿Qué es un bosque?. ¿Quedan aún bosques?. ¿Es lo mismo bosque que selva?. Una chopera, un hayedo, un pinar, etcétera, no constituyen un bosque desde el momento en que se les designa con ese nombre en particular. Así, yo distinguiría entre un hayedo y un bosque de hayas; aunque en ambos casos se trate de un conjunto de árboles (inciso: Las hayas bajas y retorcidas sólo lo son, o lo eran, por efecto de las podas continuas que hacían los carboneros; ahora que ya no se hace carbón vegetal las hayas crecen majestuosas en vertical). En Europa quedan bosques, pero tampoco tantos. En general lejos de las áreas habitadas (que son casi todas). Selva y bosque sí que debe ser lo mismo, aunque una selva es quizás más... selvática (y un bosque, boscoso, en fin). La característica principal de un bosque (he llegado a esta conclusión tras algunos periodos de meditación) es que que te puedes perder en él. Aún diría más: Un bosque es un sitio (lleno de árboles) en el que inexorablemente te perderías . Te perderías y, por un rato, vagando en la semipenumbra, pisando ramitas, escuchando los sonidos (del bosque), caminando en una hipotética dirección sur, norte, este u oeste... y me estoy perdiendo; un bosque es, insisto, ese sitio en el que, por un rato, serías feliz.

sábado, 3 de abril de 2010

Días hermosos

"Hermoso" no es un adjetivo que use mucho. Kant, aunque podría haber sido cualquier otro, escribió unos comentarios sobre sus primeros pasos en sociedad y terminaba diciendo: "... pero en medio de las desgracias de mi timidez, ¡qué hermoso parecía un dia hermoso!". Quizás usó la palabra "niedlich", un término del que ignoro su popularidad actual en el idioma alemán. A mí, aunque podría ser a cualquier otro, me pasa lo contrario. En medio de las desgracias de mi timidez no apreciaba toda la belleza de un día hermoso. Sin embargo ahora todos los días me lo parecen...

martes, 16 de marzo de 2010

Ahí viene la plaga

Imagina una cala mediterránea y los restos de una villa romana junto al mar. Imagina ahora la cala sin la villa romana. Mejor con las piedras, ¿no?. Según las últimas tendencias, no. Si los romanos hubieran tenido conciencia ecológica no hubieran construido la villa ahí. Y, bueno, es de entender. Si me hago un chalecito sobre el mar y, con la ayuda de mi cuñado, planto un pequeño embarcadero para trastear con mi chalupa; lo mismo cambian las corrientes de la zona y , marea va, marea viene, se seca la marisma, glups. Pero el problema no acaba de ser ese. No es que no debamos hacer casas a la orilla del mar. Por el mismo razonamiento no deberíamos hacer casas en un bosque, ni en ninguna parte. De hecho no imagino ningún lugar mejor para hacer una casa que la orilla del mar. El problema es, sencillamente, que somos muchos. Somos la plaga que se está apoderando del planeta; que se lo está comiendo, casi literalmente. Los chinos ya intentaron no ser tantos, sin mucho éxito, así que mala solución tenemos. Digo yo.

jueves, 11 de marzo de 2010

Huyendo hacia adelante

En las ciudades, a vista de pájaro, somos como hormigas que atestamos las calles en las horas diurnas; desplazándonos aparentemente sin dirección ni propósito definido. Acercando la lupa veríamos a individuos concretos, quizás con el ceño ligeramente fruncido (como Harrison Ford), que parecen estar decididos a cumplir una misión. Saber qué voy a hacer las próximas 24 horas, los próximos siete días, me da seguridad (nota mental: No fruncir el ceño). Así no tengo que pensar en el vacío existencial; que haberlo, haylo.

sábado, 6 de marzo de 2010

Somos

Somos seres
programados para sobrevivir.
Somos una casualidad.
Somos menos "yo" de lo que creemos.
Somos un nombre prestado.
Somos muchos (somos legión).
Somos dos.
Somos sin quererlo.
Somos,
de momento.

lunes, 1 de marzo de 2010

Domani en Bath

Después de muchos meses me vuelvo a acordar de un sueño. Es una satisfacción poder contarlo aquí, aunque no me puedo explicar por qué (por qué es una satisfacción). El caso es que por medio de mi hermana estaba asistiendo a una especie de cursillo en Inglaterra. Mi hermana, siempre tan interesada en las cosas de la cultura (en aprender, en conocer). La profesora era una inglesa alta con el pelo corto peinado en un estilo antiguo. Me extrañaba que nos hablara en castellano. Yo estaba algo distraído cuando me pareció oirle decir que el martes siguiente (el cursillo era martes y jueves) no habría clase. Sorprendido me acercaba a ella mientras todos se levantaban e iban saliendo y le preguntaba, en inglés, si es que había entendido bien. Ella me explicaba que sí, que el cursillo estaba relacionado con la mitología y la etnografía y que debíamos dedicar ese día a elaborar un trabajo sobre el tema en nuestro propio background cultural (parece que los alumnos eramos de diferentes orígenes). Desorientado, pensaba que no sabría cuando volver al cursillo. No veía ninguna lógica; no tenían mi dirección, ni mi teléfono. Así que le decía que en mi opinión era el primer y último día que aparecería por allí. Caminando ya en la calle, de pronto escuchaba la voz de la profesora desde detrás mío que decía en tono irónico: "Tomorrow". Yo entendí que se burlaba de mí, como diciendo: "Sí, claro, vamos a dar clase cuando tú lo mandes". Yo me giraba y le respondía sarcásticamente: "Tomorrow?, ¡domani!". Y seguía andando, incómodo. Ante la perspectiva de un largo trayecto con la profesora caminando por detrás (aunque había mucha otra gente) giraba a la izquierda en la primera bocacalle. Y entonces entraba en unas calles acogedoras llenas de tiendas y restaurantes, con profusión de plantas y enredaderas. Y es que, me daba cuenta de repente, estaba en Bath; la ciudad turística inglesa. Un sitio precioso según el sueño; ya que no he estado nunca allí, que yo recuerde...

miércoles, 24 de febrero de 2010

Atento al argumento

Siempre me acuerdo de la comparación que nos hizo una vez el Hermano Juan María (joven fraile al que apodaban "El Hijo del Altísimo" por su misticismo e inocencia) en clase de Religión. Nos contaba que había diversas formas de estar en el Cielo. En el Cielo de los cristianos, se entiende. Uno podía llegar al Cielo como se cuela un perro en un cine un día frío y lluvioso. El perro está a gusto ahí dentro, seco y calentito, aunque ni siquiera sabe que están proyectando una película. También puede ser que estemos allí como el niño que ve los colores en la pantalla y a los personajes hablando y cantando, y que sin entender el argumento pasa un buen rato entretenido. Así nos iba narrando las distintas posibles circunstancias hasta llegar a la situación ideal del buen cristiano que disfruta plenamente de la película, sintiéndose seco y calentito, gozando con los bailes y las canciones, entendiendo diálogos y situaciones y metiéndose hasta el tuétano en el alma de los personajes. Según lo contaba, yo me trasladaba con la mente al cine del colegio (situado debajo de la iglesia), con ese perro acurrucado en un rincón y todos esos niños y algún adulto, cada uno enterándose de algo y probablemente ninguno enterándose de todo; ya que ¿existe el cristiano perfecto?. Y me preguntaba, y me pregunto, de cuánto me estoy enterando en esta película que estoy viendo ahora mismo (que no sé si es la vida, o quizás esté ya en el Purgatorio, descarto el Infierno), con tantos personajes y en la que yo mismo también participo en un papel que a mí me parece bastante importante.

viernes, 19 de febrero de 2010

Aliento

El ser humano es pasajero. La especie humana también; pero se las está arreglando para sobrevivir, de momento. Me ha gustado esta frase del Talmud (libro, o conjunto de libros, que recoge la tradición judía): El mundo se sostiene sólo por el aliento de los niños que estudian. Como "nadie es perfecto", ni las frases se libran y puede que falte añadir: ...que estudian la Torá. Pero omitiéndo este detalle la frase cobra sentido para todas las religiones y filosofías, para todo el género humano. Sólo el aliento de los niños que estudian hace que la tierra sea habitable durante una generación más.

jueves, 18 de febrero de 2010

El tiempo

Siento unas irresistibles ganas de hablar del tiempo. Atmosférico. Hace sol. Hace frío. Lástima que se me haya acabado el tema.

jueves, 11 de febrero de 2010

Re

Siempre es buen momento para una reforma. De la sanidad, las pensiones, las líneas de autobuses, el polideportivo. O una refundación. O un renacimiento. Hay que renovar. Pero cuando se llama a algo "nuevo", no se tarda mucho en verse en la necesidad de llamar a lo siguiente "novísimo". Es un problema de perspectiva. Y de perspicacia. Me parece que se abusa del "re". Me suena todo mejor quitando ese "re": formar, fundar, nacer, novar. Borra novar; guardaremos renovar para algunos casos muy concretos. Mientras seguiremos caminando.

sábado, 6 de febrero de 2010

Like dreamers do

Deslumbrado por "Avatar" Roberto ha comenzado a estudiar na'vi, la lengua utilizada en Pandora. Lo que quizás no sepa es que de joven su padre aprendió a chapurrear el klingon e incluso se declaró con un "gabang" que mantuvo intrigada durante un tiempo a su madre. Por su parte Roberto ya le ha enviado a Clara un mensaje con el texto "Oel ngati kameie". ¿Será hereditario?. Aunque personalmente encuentro mucho más atractivo el conocimiento de lenguas auténticas, vivas o muertas, no puedo sino admirar la inocencia soñadora de los tipos como Roberto.

lunes, 25 de enero de 2010

Confesión

Nunca he sabido hablar en público. Mi número ideal de oyentes es uno. Con dos diría que bajo mis prestaciones a la mitad. Voy perdiendo fluidez, pronunciación, coherencia en los razonamientos y expresividad proporcionalmente al número de, generalmente desinteresados, interlocutores. Así que más o menos estoy tomando la determinación de hacer como el futbolista limitado en un partido de alto nivel: Ser lo más efectivo posible con el mínimo de participación en el juego. Si hablo, que sea una frase corta, con un contenido preciso, fácil de entender y a ser posible que resulte amable y optimista. No se deben desaprovechar las buenas ocasiones de quedarse callado; son, volviendo al símil futbolístico, como las ocasiones de gol perdidas que luego te cuestan el partido. Y ya lo dejo, porque tengo la sensación de que estoy escribiendo de más...

martes, 12 de enero de 2010

Nunca se sabe

Si me preguntaran si me considero un hombre seguro de mí mismo, respondería: Creo que sí. Y por la misma extraña razón de siempre o por otra novedosa, que intuyo pero no atrapo, no pienso que estuviera contradiciéndome demasiado. O sea, sí pero no; la historia de mi vida. Las cosas en general se pueden simplificar, y muchas veces es muy conveniente; porque casi siempre que se habla de confusión lo que hay es confusos (esto no es mío y además ya lo había escrito antes). Quiero decir que estar confundidos (o confusos; no equivocados, que también) es un estado muy habitual del que a veces una mente más avispada nos saca con su enunciado simplificado de la situación. Otras veces es al revés; estamos tan ricamente convencidos de, por ejemplo, que la justicia debe siempre prevalecer y entonces un día (coincidiendo que se celebra un aniversario) leemos que Albert Camus dijo: "Entre la justicia y mi madre, me quedo con mi madre". Y, sí, te hace dudar (una madre es una madre); pero luego te enteras de que no dijo eso, sino algo así como: "Están poniendo bombas en los tranvías de Argel. Mi madre puede estar en uno de esos tranvías. Si la justicia es eso, prefiero a mi madre". Y entonces volvemos a apostar por la justicia, pero con alguna reserva. Nunca se sabe.

viernes, 8 de enero de 2010

Cielo

Blanco, azul pálido, gris y gris oscuro. Son los tonos que necesito para pintar el cielo esta tarde. Hace frío y nieva a ratos. Hace viento y las masas de nubes se apelotonan y ennegrecen. Y cambian y se hace un hueco de luz y el cielo es dolorosamente hermoso. Se cierra de nuevo y al fondo queda una miniatura con retazos y pequeñas formas. Un elefante y un topo, sólo que el topo es más grande que el elefante y que ahora ya son un dromedario y un oso hormiguero. La luz de la tarde radiografía otra nube. Espectros en el cielo, siempre el mismo y siempre diferente. Días de invierno, enero y yo no sé pintar...

miércoles, 6 de enero de 2010

Listas

Me gustan las listas. Me gustan algunas listas. Las cinco mejores canciones de mi vida. Las cinco mejores películas. Las cinco chicas de mi vida (monográfico). Los cinco mejores goles. ¿Por qué limitarse a cinco?. Los diez sitios preferidos en los que he estado. Las diez mejores comidas. Me gustan las listas, pero no me salen. Por eso me fijo cuando las hacen otros. Admiro su memoria, su claridad de ideas. Y después de todo creo que cinco es mejor número que diez. Cinco es una cuota que podría cubrir casi siempre; diez, menos. Las cinco personas a las que más quiero. Las cinco personas que mejor se han portado conmigo. Los cinco momentos más felices de mi vida. Algunos nombres aparecerían varias veces.