martes, 30 de noviembre de 2010

Homenaje

Hablando de la confianza que inspira el género humano, "ninguna" es una respuesta habitual y ciertamente comprensible. Siempre hay voluntarios para odiar, insultar o pelear. Como dice el evangelio "quien esté libre de pecado que tire la primera piedra". Y el truco de la frase (inspirada como pocas) es que si hubiera alguien libre realmente de pecado nunca se le ocurriría tirar una piedra. Así que en este contexto de desesperanza quiero hacer un homenaje a la primera persona que amó. La primera persona que quiso desinteresadamente. Y yo estoy en que fue una mujer, probablemente. Aquel (hipotético) acto de amor fue el origen del género humano, lo hizo posible. A lo largo de los siglos sus ecos, los rebotes de generación en generación, han llevado (han traído) a la humanidad hasta el momento presente. Al rendir homenaje a la primera madre, esposa, hija, amiga amorosa creo que alcanzo también a todos los que ahora mismo son capaces de amar, de querer. Los que seguramente han recibido amor y lo reflejan hacia adelante casi desinteresadamente. Entre todos salvan la esencia del género humano, aunque en conjunto (la contradicción primigenia) no inspire ninguna confianza.

1 comentario:

Elly dijo...

Gracias.

No sé exactamente por qué dartelas, pero estas líneas me han hecho sentir bien. Aquí parece que la humanidad todavía no está perdida.

Un saludo!