domingo, 29 de septiembre de 2019

Las hojas muertas, remix

Llega el otoño y como cada año tengo la tentación de escribir una entrada en este blog comentando la jugada (consúltese el archivo). Acaba el estío (más lírico que verano, ¿no?, es por ir entrando en calor, calentando en la banda) y, cambio o no cambio climático, la naturaleza marca un gol por toda la escuadra y las hojas deslumbran en Vermont. Llega el otoño y qué menos que escribir una poesía. Que melancolía de luna, tan pálida y sola... No, esta no vale que ya está escrita. Melancolía, en septiembre, esto solo me quedó de ti... Tampoco, esta ya esta cantada. Tendría que probar sin melancolía pero no me sale. La melancolía es un must en mi poema de otoño. Tendrá que ser en verso libre (si aún fuera riojano para meter Logroño). O tendrá que no ser. Lo confieso, no soy poeta ni de lejos. No tengo la sensibilidad, la inspiración y el vocabulario necesarios. Cualquier parecido de mis pobres intentos con un poema es pura coincidencia (supongo que nunca engañé a nadie). Así que en vez de producir algún sucedáneo con melancolía de hojas secas en septiembre voy a volver a escuchar "Autumn Leaves" en la versión (voz de terciopelo) de Nat King Cole. The falling leaves, drift by the window... y luego dice, y esto lo digo en serio (I mean it), ...but I miss you most of all my darling when autumn leaves start to fall.

miércoles, 18 de septiembre de 2019

¿Quién dijo miedo?

Me sale al paso la palabra "anomia" y no sé que significa, aunque tengo la sensación de que la conozco de vista. Alguna vez he mirado su significado y luego se me ha olvidado. Consulto a mi móvil, que todo lo sabe, y al rato se me vuelve a olvidar. Pero no del todo, hago un esfuerzo de concentración y me vienen dos palabras "desorden social".  Tal vez no sea el significado exacto, pero los tiros van por ahí (perdón por el símil bélico). No quiero volver a mirarlo para pararle un poco los pies al móvil, ese tirano. El caso es que "anomia" tiene un segundo significado y este sí que se me ha quedado. Anomia es también la incapacidad de llamar a las cosas por su nombre (y me da miedo esa anomia). Dando vueltas a las palabras, los nombres, pienso que al móvil también se le llama celular, y que ahora lo que utilizamos, el tirano, es un smartphone. En castellano "teléfono inteligente". Si se me va a olvidar algún nombre tal vez lo pueda compensar aportando yo alguno nuevo, así que he pensado uno para el smartphone, el teléfono elegante. Ahí va: Tófono, de elegantófono.