jueves, 20 de diciembre de 2018

De verdes y dedos

Ronama Verazuñivi, la presidenta del congreso de diputados georgiano (no la Georgia con capital en Atlanta sino Georgia en el Caúcaso)... ¿A que cuela? Pues no, ronamaverazuñivi era la palabra (el truco mnemotécnico) que nos enseñó Cocón, nuestro profesor de Física en cuarto de bachiller, para que nos aprendiéramos los colores del arco iris. Cocón era un apodo, claro (también tenía seis o siete hijas y nos decía que buscaba candidatos entre nosotros para casarse con alguna de ellas). Los colores son rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta (el truco sigue funcionando). Me acuerdo de esto por la llamada "revuelta de los chalecos amarillos". Bien puede ser que cuando alguien señala con el dedo hacia donde sea, yo lo que miro es el dedo, having said that... los chalecos que he visto en los informativos de televisión me han parecido en su mayoría verdes, no amarillos. Sí, los hay amarillos, pero yo veo más verdes. Un verde chillón, fosforito, pero verde (que te quiero verde). ¿Dónde acaba el verde y empieza el amarillo? Se confunde primero un color y se acaba ni se sabe donde. Viendo los disturbios en París con la "torre" Eiffel de fondo reflexiono sobre colores, imágenes y metáforas (ese dedo, esa estructura metálica, apuntando al cielo) y me entran dudas de que sea una torre. ¿No está más cerca de ser una pirámide?, vale, vale, es una torre...

lunes, 26 de noviembre de 2018

Sucio dinero

"Dinero, sucio dinero" que en inglés sería dirty o tal vez más sutil filthy, "Money, Filthy Money". El dinero, qué invento, la abstracción de dar a unas monedas o billetes un valor teórico que no se corresponde al material, un alarde del intelecto humano. Recuerdo aquellas monedas de duro y peseta que a veces estaban negras de mugre (las raspaba con la uña y me arrepentía al instante), pero por muy sucia que estuviera una moneda o un billete siempre los he visto tratados con el máximo respeto. Solo he visto despreciar (y tirar) el dinero en las películas. Llega la navidad con el anuncio de la lotería, y los genios de la publicidad quieren hacer entrañable algo que no deja de ser una trampa, y que se me antoja digna de otros tiempos (del populacho romano con Nerón, por ejemplo). El dinero no da la felicidad (aunque desde luego quita el hambre) y además decía Freud que solo hay dos formas de ser feliz, hacerse el idiota o serlo. Las monedas de hoy en día están mucho más limpias (síntoma de progreso) y ya va quedando anacrónica la norma que seguían en Boodle's (un club de Londres) de hervirlas antes de dar el cambio a los clientes.

jueves, 15 de noviembre de 2018

Un ser es un ser, es un ser

De repente se me hace rara la expresión "seres queridos". No oigo hablar de los seres sin más y tampoco de los no queridos. Ser querido es una legítima aspiración de todo ser humano (donde ser es verbo primero y nombre después). Somos seres, a veces fallamos y somos estares. Somos y luego seremos un rato y al final fuimos. Rectifico, ser querido es más una necesidad que un simple deseo. "Los seres queridos" es una forma standard de referirnos a las personas a las que queremos, que dicho así resulta más largo. Intento aclararme combinando tiempos y términos (y hago tontos juegos de palabras). Los seres queremos ser queridos, me refiero a los seres humanos en principio, pero sospecho que todos los demás seres también quieren ser queridos (los seres animados al menos, de momento vamos a dejar aparte a los inanimados). Somos seres solo mientras somos pero, paradoja, los seres queridos lo son también sin ser. Mis seres queridos serán mientras yo sea. Sois es más importante que soy, pero menos que somos. Seres somos todos (mientras seamos, insisto). Intento aclararme pero no lo consigo. Solo sé que soy, y que no sé. Es complicado.

domingo, 28 de octubre de 2018

Medida profiláctica

La primera guerra mundial causó la muerte de unos veinte millones de personas. La gripe que vino seguido lo hizo con unos treinta millones (como a todo hay quien gane veintitantos años después la segunda guerra mundial acabó con unos setenta millones). Considerar así, a millones, a los seres humanos me recuerda a esos analistas que vigilan el tráfico de datos, ¿big data?, sobre el mapa del mundo. Si aumentan de modo anormal las comunicaciones en un área específica es que algo se está tramando. Es irrelevante lo que se diga en cada intercambio, igual que un ser humano es irrelevante en una guerra o en una epidemia de gripe. Pero bueno lo que quería resaltar es la ironía, paradoja o broma cósmica que supuso que una enfermedad matara más que la estupidez humana (es histórico el júbilo patriótico con que se celebró en toda Europa la declaración de la guerra). Hasta para eso somos pequeños. Hoy me he enterado de un curioso dato, o hecho poco conocido, referente a las medidas que se tomaron para combatir aquella epidemia de 1918. En algunas ciudades se prohibió a los parroquianos sentarse en las tabernas. A beber de pie, nada de molicie. Lo que se buscaba era evitar los agrupamientos de personas que pudieran propiciar el contagio. Alguno dirá que más daño ha hecho el vino de las tabernas que sus humildes bancos (y que la propia gripe). Me imagino a la pareja de la guardia civil entrando al local y diciendo, "¡no se sienten!, ¡coño!".

lunes, 8 de octubre de 2018

En otoño, un poema


Otoño,
requisito cumplido.
Otoño,
las hojas muertas
y la melancolía de la lluvia.
Otoño,
los lugares comunes
del poema
que escribimos entre todos.
Otoño de la vida,
las células que se oxidan
y el olvido
hacia el que vamos.
Otoño,
abrazado a los recuerdos,
dudando que haya esperanza.
Otoño todavía;
mañana,
cuando llegue el invierno,
será un dulce recuerdo.

domingo, 30 de septiembre de 2018

The Sound of Simon

Paul Simon se ha despedido de sus actuaciones en directo interpretando "The Sound of Silence" en un concierto en Nueva York no lejos del barrio en el que se crió. Simon compuso esta canción con 22 años (hace 55) y la grabó con el solo acompañamiento de su guitarra y la segunda voz de Garfunkel. Se incluyó en el LP  de 1964 "Wednesday Morning, 3 A. M." (con el título en plural, "The Sounds of Silence"), y pasó sin pena ni gloria. Sin embargo al cabo de unos meses la canción empezó a sonar con insistencia en algunas emisoras y el productor Tom Wilson sin consultarlo con el autor añadió más instrumentos y en septiembre de 1965 volvió a lanzarla. En enero de 1966 llegaba al número 1. Como consecuencia Simon y Garfunkel, que ya no eran dúo, volvieron a colaborar y grabaron otros tres albums juntos. En la siguiente década el título perdió la s del plural en las ediciones de grandes éxitos y recopilaciones. Así los sonidos del silencio originales pasaron a ser un único sonido del silencio, que me parece más cercano a la realidad, siendo la verdad última que el silencio no tiene ningún sonido, supongo (Miles Davis debió decir alguna vez que el silencio es el ruido más fuerte). En todo caso es bonito, sí, y el comienzo de la canción impresionante y en las condiciones adecuadas (esto es en un parque al anochecer de un cálido día de otoño) te puede emocionar y hacerte sentir algo (aunque no sepas con exactitud qué). Escucha, ya va a sonar el punteo: Dli dlo dla di, Dli dlo dla di, Hello Darkness My Old Friend... Hola oscuridad, vieja amiga... uf. Luego la letra no me parece tan sugestiva, (está bien lo de las palabras de los profetas escritas en las paredes del metro) pero ese comienzo me encanta (y me gusta más la primera versión "desnuda"). Todos vamos hacia la oscuridad y puede que ya la conozcamos un poquito de antes, tranquiliza pensarlo.

jueves, 6 de septiembre de 2018

Era esto

Te mueres y te encuentras sentado en un palco de un teatro. Es la sala en la que asististe a la única representación de ópera de tu vida (for the record la ópera fue "La forza del destino"). La función está a punto de empezar, y según se abre el telón los murmullos del público (la sala está llena) se apagan rápidamente. En el escenario, envuelto en una luz suave de varios colores, está Dios. Comienza a hablar, es un monólogo, tipo el club de la comedia. Te dices a ti mismo, "así que era esto", y razonas que debes estar en el cielo, en el paraíso. Al final eres uno de los justos, ¿dónde estarán los réprobos?. Hay que reconocer que Dios habla muy bien, con mucha gracia (de la de reír, no entras en la otra). Aunque no se dirige a nadie en particular lo que dice te parece un diálogo con tus propios pensamientos. Se te ocurre que en algún punto de la sala estará San Pedro, un "justo" seguro, y que a pesar de haber muerto hace dos mil años ha comenzado a ver y oír el monólogo de Dios al mismo tiempo que tú. Puede que para él estemos en un anfiteatro romano y también se sentirá aludido. Piensas que esto debe ser algo relacionado con las almas que estarán toda la eternidad embelesadas en la presencia de Dios. Te viene ahora a la mente, o tal vez lo está contando Dios, lo que le pasó a Larry David en un episodio de su serie "Curb your enthusiasm" (modera tu entusiasmo). Su esposa Cheryl quiere renovar los votos matrimoniales y promete amarle y acompañarle por toda la eternidad. Larry se queda confuso y le responde que él creía que se habían comprometido "hasta que la muerte les separase", que después él se veía soltero (single). Dios bromea sobre esto y también se pregunta (retóricamente porque saber, sabe todas las respuestas, claro) con cual de sus maridos se reencontraría una mujer que se hubiera casado más de una vez. Si la eternidad es un monólogo de Dios, con ninguno, piensas. La eternidad acaba de empezar (pero la eternidad siempre acaba de empezar, ¿no?), y desde luego solo Dios sería capaz de seguir el monólogo hasta su no-final.

viernes, 31 de agosto de 2018

Querido lector

Querido lector, hace tiempo que vengo pensando que te debo unas palabras, un reconocimiento, un gesto. No estoy muy seguro de qué quiero expresar al declararte "querido", pero algo me dice que así debo decirlo. Cada entrada de este blog es (casi) nada hasta que alguien (tú mismo) la lee. Sin lectores esto es un soliloquio, un hombre que habla solo por la calle. Un discurso autocompasivo de alguien que se consuela porque quiere. Cuando por las razones que sean otro lo lee los significados se multiplican como en un juego de espejos. El texto vale más y creo que si el lector se detiene en una frase y la vuelve a leer pensativo suena hasta música (violines). Los tiempos y la tecnología hacen posible esta (extraña) forma de comunicación. No tenemos que salir de casa, ni yo para hablar al viento, ni tú para oír esta entre todas las voces. Un pequeño milagro por el que estoy agradecido y que es posible porque el que escribe y el que lee, los dos, somos seres humanos que hacen lo único que nos da vida, nos comunicamos, compartimos algo (gustos, miedos). Así que querido lector, me haces sentir genial, no dejes de leerme.

martes, 21 de agosto de 2018

Nuevo patrón de medida, una propuesta

El espacio se está expandiendo y cada vez más rápido. ¿Cómo de grande es el universo? Resulta que no tenemos ni idea, puede que hasta sea infinito. Solo sabemos hasta dónde se ve desde aquí, lo que llaman el universo visible, una esfera de unos 46000 años luz de radio y subiendo (cada día nos llega la luz de estrellas que están un poco más lejos y hasta ahora no veíamos). Me he informado de esto porque veo un cierto paralelismo entre el tamaño del universo y el de mi ignorancia. Si el año luz es la unidad que mide distancias astronómicas, quiero proponer otra unidad para medir la ignorancia humana. Este patrón sería la información contenida en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos de América (la más grande del mundo mientras los chinos no digan lo contrario). Esta unidad no es fija, también va aumentando, claro, ¡todo es relativo!. En un cálculo más intuitivo que otra cosa tenía estimada mi ignorancia en unas dos veces la citada "biblioteca del congreso". Ya de por sí, debido al carácter creciente de la unidad propuesta, la BCEUA, la ignorancia tiende a crecer, como la entropía. En la línea del universo en expansión y los nuevos descubrimientos científicos, con los años me he ido dando cuenta de que mi ignorancia es mayor de lo que pensaba. Ahora mismo calculo unas cuatro unidades BCEUA. Me lo repito con todas las palabras (me gusta como suena): el tamaño de mi ignorancia es unas cuatro veces la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos de América. Aunque como en el caso del universo, quién me dice que no sea infinita...

jueves, 16 de agosto de 2018

El derby

No queremos, pero hemos venido al mundo a competir. Sí, somos amigos, vale, pero yo soy más listo y estoy en mejor forma. Nos podemos pasar toda la vida negando ser unos perdedores (o acabar acostumbrándonos, lo que es más habitual). Bueno la solución es fácil, para eso está el autoengaño, todos somos triunfadores en nuestra cabeza. ¿No es más bien inexplicable que alguien se alegre (o me alegre) por ganar un partido de fútbol?. Se ha demostrado más habilidad en un juego (o más suerte), ¿importa?. El instinto de la especie nos condiciona. Competir es lo que nos pide nuestra naturaleza para sobrevivir. Pero si no nos jugamos la vida la razón me dice que competir es muchas veces absurdo. Sé que no soy el más listo, ni el más guapo, ni el más rápido. Lo que debo intentar en todo caso es hacerlo lo mejor que pueda. Eso y mantener un espíritu lúdico (y la curiosidad). O sea ser niños y competir en broma, intentar despistar al tiempo. Me gustó la observación flemática de aquel (inglés, supongo) que cuestionado por no querer ir al hipódromo a ver las carreras dijo: "soy consciente de que hay caballos que corren más que otros".

miércoles, 8 de agosto de 2018

Ruta 66

La ruta 66, que ya no figura oficialmente en la red de carreteras, atravesaba Estados Unidos desde Chicago hasta Los Ángeles. En "Las uvas de la ira" es la vía que utiliza la familia Joad (en su caso desde Oklahoma) para dirigirse a California. En 1946 Bobby Troup se inspiró en el viaje que él mismo realizó con su mujer para componer el tema con sabor jazzístico que grabaría ese año el trío de Nat King Cole. En los años sucesivos se convirtió en otro standard americano. En 1961 Chuck Berry da vuelta al tema como si fuera un calcetín y lo convierte en esta trepidante versión. En 2006 sonaba en la película de animación "Cars", que a su vez también se inspiraba en la mítica ruta. Get your kicks on Route 66!
https://www.youtube.com/watch?v=BCLwRrBlY9Y

domingo, 15 de julio de 2018

Sentido del humor

¿Tiene gracia la vida? Dice Martin Amis que sí, que la vida es una obra cómica hasta la inevitable tragedia del quinto acto. Artículo de primera necesidad en toda la obra es el sentido del humor. Sobraría el sentido del ridículo (¿para qué sirve?) y no vendría mal el de la oportunidad. Todo a partir del menos común de los sentidos, el sentido común. Bueno, ya he hecho la gracia, no creo que sea poco común, aunque nos engañemos a nosotros mismos a menudo por lo que sea y le demos la espalda. Yendo un poco más allá Amis también recuerda una cita de Clive James (autor australiano) que me hubiera gustado firmar: el sentido común y el sentido del humor son la misma cosa a distinta velocidad, el común va andando y el del humor bailando.

miércoles, 4 de julio de 2018

Libro-amigo

Por muchos libros que leas nunca serán suficientes. Francie Nolan ("un árbol crece en Brooklyn") se propuso leer, con once años, todos los libros de la biblioteca del barrio en orden alfabético, uno al día y sin saltarse los más aburridos. Hay que saltárselos. Hay que saltarse casi todos los libros, porque de  hecho no leeremos casi ninguno. Por fortuna la mayoría de los libros son una basura. Por mayor fortuna hay algunos muy buenos. En España se editan unos 44.000 al año (2,2 millones en todo el mundo), ¿tú cuántos piensas leer? Betty Smith, la creadora de Francie, vivió 75 años. Si hubiera leído un libro al día (que no creo) no hubiera llegado a los 30.000 en toda su vida. Escribo por escribir. Puede que los libros sean como los amigos, hay que saber elegirlos, o más bien tener suerte con los que te tocan. La ventaja de los libros es que en general no requieren grandes atenciones y no se mosquean si no los llevas de vacaciones contigo. Eso sí, si prestas uno de los buenos puede que se vengue y no regrese nunca.

lunes, 25 de junio de 2018

Hilvano luego existo

Las palabras forman mundos, o por lo menos los pintan. Las palabras son el gran invento humano (la rueda tampoco estuvo mal, pero no compares) Aún así la gramática nos limita a decir solo lo que entra dentro de sus reglas. Si nos salimos de esas normas los significados se vuelven confusos. En todo caso (como sabe casi todo el mundo y yo también lo he pensado muchas veces y escrito alguna que otra) una cosa es lo que pienso, otra lo que escribo y otra lo que entiende el que lo lee. Entender, entender, lo que se dice entender, nadie entiende nada, solo intuimos. No sabemos pensar, o sea no sé pensar. Me está pareciendo que solo hilvano, cojo con hilos, junto palabras que puede que signifiquen algo, no estoy seguro. Desamparado, es la forma en la que me parece ahora mismo que estoy en el mundo. Incoherente, es lo que me siento (aunque intento no saltarme esas reglas de la sintaxis). Mi agradecimiento al corrector de textos que me subraya en rojo un término si he puesto mal la tilde.

lunes, 18 de junio de 2018

Sencillo amor

Un ser humano y una persona son la misma cosa, quiero decir el mismo animal (pero sigue sonando mal). Entre las muchas posibles definiciones una acertada me parece decir que los humanos somos mamíferos (o mamíferos inconsolables). Hay que simplificar. Una vez pensé (sin que sirva de precedente) que en la evolución de la tecnología llegaremos a desarrollar un artilugio que tenga la apariencia y la textura de una piedra. No una piedra salvaje cualquiera, sino un canto rodado, una piedra de río (no necesariamente del Nilo, cuna de civilizaciones), una piedra ovalada y bien pulida (una piedra que se acoplará bien a la mano, una que le hubiera venido bien a David para tirársela a Goliat con su honda). No tengo ni idea de para qué servirá, solo que será un hito en la evolución de la tecnología desde aquellos ordenadores que ocupaban edificios enteros. Como en las ecuaciones de matemáticas a ambos lados de la igualdad, o entre nominador y denominador, hay que simplificar, insisto. Muchas veces lo más sencillo es lo mejor. Los Beatles compusieron muchas canciones geniales. Las primeras eran más inocentes, alegres, contagiosas, bullangueras... más simples tal vez, y son las que más me gustan. A veces la frase más corta, más trivial en apariencia, es la que más puedas desear oír. Las palabras más sencillas y humildes en inglés, "you", "love", "she", se ordenan para decir que "ella te quiere", "she loves you", y no es que te alegre, es que te toca el alma (¿me quiere?, ¿a mí?). Sí, ella te quiere y para decirlo todo she loves you, yeah, yeah, yeah.

lunes, 11 de junio de 2018

De aquí a la eternidad

El artista es un rehén de lo eterno en la prisión del tiempo, toma ya. Lo dijo en un poema Boris Pasternak. De aquí deduzco otra definición de arte: Arte es buscar la eternidad (me gusta más la de esa entrada anterior, arte es imaginar el alma). ¿Y qué es la eternidad? La eternidad es un sitio con mucho eco, un eco que se repite hasta el infinito. "Eternidad" es el término filosófico/teológico que quiere encerrar al tiempo. Lo único más largo que una eternidad es otra eternidad. La eternidad es la casa que soñamos habitar (esta es mía). La eternidad, en general, nos viene grande.

martes, 29 de mayo de 2018

Cuatro Por

1 Fue un invierno tan frío en Nueva York que los abogados andaban con las manos metidas en sus propios bolsillos. Me apetecía contar este chiste, sin intención de ofender a ningún abogado. Hay otras versiones que implican a diferentes colectivos o personajes puntuales y he puesto Nueva York para vestirlo un poco. Si lo sitúo en Boston ya parece menos.
2 Hemos cambiado de lavavajillas. Esto no tiene que ver con el primer párrafo, es un comentario distinto (e igual de irrelevante). El anterior tenía sus años y ya no quería evacuar el agua (retención de líquidos). El nuevo ha arrancado a la segunda. De primeras había quedado estrangulado el tubo de la toma de agua (¿hernia?) y ha requerido de otra visita del técnico para subsanar el problema. Por la tarde se oía desde la sala el suave run-run del programa ecológico y no he podido menos que comentar lo relajante que me parecía. Creo que nos vamos a llevar bien.
3 Cuando me siento en el sofá a veces se me juntan varios objetos que voy dejando en el apoyabrazos: el móvil, un bolígrafo, el ebook, el reloj, el mando de la tele... Me gusta que estén en orden, alineados en paralelo o buscando ejes y simetrías. Me relaja.
4 Viendo una serie (This is Us) tanto la acción como los diálogos me gustan pero noto algo raro. No me acaban de parecer creíbles. Y de pronto he caído: lo que pasa es que expresan, con el lenguaje corporal y con las mismas palabras, esas cosas que solemos pensar pero habitualmente nos callamos. Vamos me ha parecido.

miércoles, 9 de mayo de 2018

For-the-water

Estaba conduciendo y oyendo música en la radio cuando he captado este estribillo "I'm not crazy, only a little umbrella". Me ha gustado la expresión, estar un poquito umbrella, un poquito paraguas. Aunque bueno, estar un poco paraguas suena a estar bastante crazy. Luego han repetido el estribillo y no decían eso; esta segunda vez he entendido algo como "in debt", en deuda. Me quedo con umbrella, ni color, y ahora caigo que "umbrella" viene a ser "sombrilla", del latín umbra (¡y en italiano es "ombrella"!). ¿Cómo puede ser que en la lluviosa Inglaterra digan "sombrilla" y en la soleada España "paraguas"? ¿No debería ser al revés? Investigo un poco y encuentro un "rainshade" que me parece más british, más Sherlock Holmes, pero que no se usa. En francés tienen el más atinado "le parapluie", porque de lo que protege es de la lluvia, más que del agua a secas (el agua a secas, mon dieu). Y dejo de darle vueltas que me voy a volver paraguas.

lunes, 23 de abril de 2018

Podría escribir un libro

"I Could Write a Book" es una canción del musical de Rodgers y Hart "Pal Joey", estrenado en Broadway en 1940 con Gene Kelly de protagonista. Junto con otro de los temas de la obra, "Bewitched, Bothered and Bewildered", pronto se convirtió en un standard americano con multitud de versiones, muchas con toques jazzísticos (hasta hay una de Miles Davis). Frank Sinatra, que ya la había grabado en 1952, la canta aquí con la voluntariosa colaboración de Kim Novak en la película de 1957 .
https://www.youtube.com/watch?v=ue66oj9_OH4

domingo, 15 de abril de 2018

Encuestas

"A veces para no entender algunos temas hay que ser muy sabio" dijo Goethe. He leído la frase en el periódico y me ha vuelto a venir a la cabeza cuando discurría (es un decir) que cada vez me parece más cierto que una idea puede ser tan admisible como su contraria. Es que llevaba bastante tiempo pensando que las encuestas de opinión eran una tontería. Me explico con un ejemplo. ¿Importa qué porcentaje de la población opina que la sanidad está mejor que hace diez años? Lo importante será si de verdad está mejor o peor, no lo que opine "la gente". El caso es que me estoy ablandando y empiezo a admitir que importa, aunque solo sea porque es imposible saber si la sanidad está mejor o peor, las verdades absolutas no existen. Volviendo a Goethe que quede claro que no me hace falta ser nada de sabio para no entender casi ningún tema.

martes, 20 de marzo de 2018

Arte, definición

¿Qué es el arte?. Lo primero de todo es una forma de pasar el tiempo, una de las opciones. Para disfrutar del arte no hace falta gran cosa, solo sentir y un poco pensar. Comprender no es obligatorio. Hacer arte ya es más complicado. Para eso hace falta sobre todo mucha energía. Hablo de los verdaderos artistas. En contra de la opinión tan extendida el arte no es para vagos, sino para inquietos. Por mi parte me quedo a medio camino, disfruto del arte de modo moderado, incluso modesto. Hay una definición que he sacado de Joubert, exprimiendo uno de sus pensamientos. Una definición que google no encuentra si la pongo en el buscador; lo que me maravilla, ¿es posible que no se haya formulado así nunca? ¿Le puedo poner mi copyright?. Va: "Arte es imaginar el alma".

jueves, 1 de marzo de 2018

Coincido con los poetas

Una palabra favorita, vieja amiga de los poetas: espadaña. Puede ser dos cosas, una planta herbácea o un campanario de una sola pared. Lo suyo es que la hoja de espadaña te produzca al cogerla un ligero corte en un dedo, ya que el nombre viene del latín spatha, espada. Un sonido favorito: el tañido de las campanas (también amado por los poetas). A veces oigo campanas y no sé donde, aunque no puede ser muy lejos. Siempre es en días festivos, miro la hora y nunca es la misma, así que no sé si llaman a misa o repican por el santo del día o porque se celebra una boda o porque de vez en cuando hay que voltearlas para comprobar su estado. Las espadañas en las pequeñas iglesias de los pueblos nos recuerdan que desde siempre los seres humanos hemos querido imaginar y sentir más allá de lo prosaico de la existencia. No me refiero solo al cristianismo, en todas las tradiciones hay equivalentes; por ejemplo en China tienen sus templos budistas y el gong, que no deja de ser una campana bidimensional.

sábado, 10 de febrero de 2018

Ideas de los otros

No tengo nada que decir, pero escribo (paradoja). A falta de ideas propias repetiré cosas que dijeron los demás, que es lo que hago siempre aunque a veces ni yo mismo me dé cuenta. Por ejemplo me han gustado dos cosas que dice John Stuart Mill en su autobiografía (qué cosas leo, por dios). Bueno, primero voy a explicar por qué he leído a ese señor (filósofo, político y economista inglés del siglo XIX). Dice Joseph Joubert (este era francés) que "siempre estamos pidiendo nuevos libros, pero en ésos que poseemos desde hace mucho tiempo hay inestimables tesoros de ciencia y de entretenimiento que desconocemos porque hemos decidido privarnos de ellos", y esto lo dijo hace 200 años... No tengo en mi modesta biblioteca la autobiografía de John Stuart Mill, pero es como si la tuviera porque toda su obra está accesible en internet. Así que entre los miles y miles de obras inestimables de las que he decidido privarme (a la fuerza) he escogido ésa por hacer un poquito de caso a Joubert. Y voy con las dos cosas, dos ideas, que me han gustado y que al final resulta que son la misma. La primera es lo que cuenta Stuart Mill de su padre, otro figura, enfermo grave ya. Se preguntaba éste si había hecho a lo largo de su vida algo para mejorar el mundo, y tras pensarlo concluía que sí, pero que lamentaba no vivir más para contribuir a mejorarlo un poco más. La segunda es el cambio de mentalidad que experimentó el propio autor en su juventud. Pasó de tener como objetivo en la vida la búsqueda de la felicidad propia a cambiarlo por la búsqueda de la felicidad de los demás. Escribió "pregúntate si eres feliz y dejarás de serlo en el acto", y razonaba que la felicidad solo podía alcanzarse de modo indirecto, a través de los otros. De tal palo tal astilla.

miércoles, 31 de enero de 2018

Sin título 2

Ha  muerto Ursula K Le Guin, escritora de ciencia ficción. La K es de Kroeber, su apellido de soltera, y el Le Guin es por su marido francés. Durante años ha sido un nombre que he tenido ahí, en la recámara (es un decir), esperando el momento de leer algo suyo. Alguna vez estuve cerca, tuve un libro suyo en mis manos, pero tras ojearlo un poco no me decidí, no me atraparon las pocas líneas que leí. Cuando muere un escritor me acuerdo a veces de un conocido gran seguidor de Borges y que compraba todo lo que publicaba el argentino, Al morir Borges expresó su alegría porque así ya podría dar por cerrada su colección. Ya, yo pensé lo mismo. K Le Guin fue más que "escritora de ciencia ficción", fue antropóloga, profesora, ensayista, que yo sepa. Llevo una temporada que al margen de las novelas de ficción me  atraen los libros donde la gente cuenta su vida o sus elucubraciones sobre la vida en general; así que voy a investigar por ahí en el caso de K Le Guin. Por cierto, ¿las distopías de ahora no son la ciencia ficción de toda la vida?

viernes, 12 de enero de 2018

Vigencia de la paradoja

Cambiar de opinión es lo correcto. Acabo de formular una paradoja, creo. Mi impresión es que en la educación los docentes intentan con más o menos fervor que aprendamos (que aprendan) hechos y conceptos que se dan por indiscutibles y también que distingamos (que distingan) en lo posible el bien del mal, en lo que, con fines didácticos, también se procura que haya pocas dudas. Así que se diría que una vez "educados" no habría por qué cambiar de criterio, y soy el primero en admirar a esas personas íntegras que viven fieles a sus valores y serenamente se posicionan en los conflictos y toman partido si lo ven necesario (a veces la excelencia está en mantener la neutralidad). Pero claro, las cosas no son tan sencillas, el viento cambia de dirección y la lluvia nunca contenta a todos. Lo bueno, lo aconsejable ante un conflicto es verlo de pronto (o paulatinamente) de otra forma, y decir un día que lo que hasta ayer era blanco, un gris claro en realidad, hoy lo estoy viendo cada vez más negro (sin querer me ha salido pesimista el ejemplo). No contradecirse nunca es un síntoma preocupante, un síntoma de que no estamos avanzando nada, y lo sano es hacerlo. La conclusión a la que voy llegando, a la que quería llegar, es que no hay una forma correcta (digamos canónica) de encarar un problema. Para ser un poquito más sabio hay que contradecirse, hay que cambiar de opinión. Aunque por mi parte opiniones, lo que se dice opiniones, tengo pocas, y cada vez más tiro de los comodines "tal vez", "quizás", "me parece", "dicen"... Resumiendo, detrás de casi todo late una paradoja. Si no la detectas, sospecha.