lunes, 25 de junio de 2018

Hilvano luego existo

Las palabras forman mundos, o por lo menos los pintan. Las palabras son el gran invento humano (la rueda tampoco estuvo mal, pero no compares) Aún así la gramática nos limita a decir solo lo que entra dentro de sus reglas. Si nos salimos de esas normas los significados se vuelven confusos. En todo caso (como sabe casi todo el mundo y yo también lo he pensado muchas veces y escrito alguna que otra) una cosa es lo que pienso, otra lo que escribo y otra lo que entiende el que lo lee. Entender, entender, lo que se dice entender, nadie entiende nada, solo intuimos. No sabemos pensar, o sea no sé pensar. Me está pareciendo que solo hilvano, cojo con hilos, junto palabras que puede que signifiquen algo, no estoy seguro. Desamparado, es la forma en la que me parece ahora mismo que estoy en el mundo. Incoherente, es lo que me siento (aunque intento no saltarme esas reglas de la sintaxis). Mi agradecimiento al corrector de textos que me subraya en rojo un término si he puesto mal la tilde.

lunes, 18 de junio de 2018

Sencillo amor

Un ser humano y una persona son la misma cosa, quiero decir el mismo animal (pero sigue sonando mal). Entre las muchas posibles definiciones una acertada me parece decir que los humanos somos mamíferos (o mamíferos inconsolables). Hay que simplificar. Una vez pensé (sin que sirva de precedente) que en la evolución de la tecnología llegaremos a desarrollar un artilugio que tenga la apariencia y la textura de una piedra. No una piedra salvaje cualquiera, sino un canto rodado, una piedra de río (no necesariamente del Nilo, cuna de civilizaciones), una piedra ovalada y bien pulida (una piedra que se acoplará bien a la mano, una que le hubiera venido bien a David para tirársela a Goliat con su honda). No tengo ni idea de para qué servirá, solo que será un hito en la evolución de la tecnología desde aquellos ordenadores que ocupaban edificios enteros. Como en las ecuaciones de matemáticas a ambos lados de la igualdad, o entre nominador y denominador, hay que simplificar, insisto. Muchas veces lo más sencillo es lo mejor. Los Beatles compusieron muchas canciones geniales. Las primeras eran más inocentes, alegres, contagiosas, bullangueras... más simples tal vez, y son las que más me gustan. A veces la frase más corta, más trivial en apariencia, es la que más puedas desear oír. Las palabras más sencillas y humildes en inglés, "you", "love", "she", se ordenan para decir que "ella te quiere", "she loves you", y no es que te alegre, es que te toca el alma (¿me quiere?, ¿a mí?). Sí, ella te quiere y para decirlo todo she loves you, yeah, yeah, yeah.

lunes, 11 de junio de 2018

De aquí a la eternidad

El artista es un rehén de lo eterno en la prisión del tiempo, toma ya. Lo dijo en un poema Boris Pasternak. De aquí deduzco otra definición de arte: Arte es buscar la eternidad (me gusta más la de esa entrada anterior, arte es imaginar el alma). ¿Y qué es la eternidad? La eternidad es un sitio con mucho eco, un eco que se repite hasta el infinito. "Eternidad" es el término filosófico/teológico que quiere encerrar al tiempo. Lo único más largo que una eternidad es otra eternidad. La eternidad es la casa que soñamos habitar (esta es mía). La eternidad, en general, nos viene grande.