lunes, 18 de junio de 2018

Sencillo amor

Un ser humano y una persona son la misma cosa, quiero decir el mismo animal (pero sigue sonando mal). Entre las muchas posibles definiciones una acertada me parece decir que los humanos somos mamíferos (o mamíferos inconsolables). Hay que simplificar. Una vez pensé (sin que sirva de precedente) que en la evolución de la tecnología llegaremos a desarrollar un artilugio que tenga la apariencia y la textura de una piedra. No una piedra salvaje cualquiera, sino un canto rodado, una piedra de río (no necesariamente del Nilo, cuna de civilizaciones), una piedra ovalada y bien pulida (una piedra que se acoplará bien a la mano, una que le hubiera venido bien a David para tirársela a Goliat con su honda). No tengo ni idea de para qué servirá, solo que será un hito en la evolución de la tecnología desde aquellos ordenadores que ocupaban edificios enteros. Como en las ecuaciones de matemáticas a ambos lados de la igualdad, o entre nominador y denominador, hay que simplificar, insisto. Muchas veces lo más sencillo es lo mejor. Los Beatles compusieron muchas canciones geniales. Las primeras eran más inocentes, alegres, contagiosas, bullangueras... más simples tal vez, y son las que más me gustan. A veces la frase más corta, más trivial en apariencia, es la que más puedas desear oír. Las palabras más sencillas y humildes en inglés, "you", "love", "she", se ordenan para decir que "ella te quiere", "she loves you", y no es que te alegre, es que te toca el alma (¿me quiere?, ¿a mí?). Sí, ella te quiere y para decirlo todo she loves you, yeah, yeah, yeah.

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