miércoles, 28 de octubre de 2009

Viviendo

El título de la última película de Woody Allen es "Whatever Works". La filosofía de vida que expone Woody (el señor Allen) es la de no perder el tiempo en teorías ni búsquedas e ir adaptándose a las circunstancias y aprovechando lo que nos venga bien, lo que funcione. En un momento también mencionan un dicho al respecto : "Si el zapato te va bien, úsalo". Aquí se ha traducido como "Si la cosa funciona". No es que me parezca mal, pero el "si" condicional inicial me deja esperando qué es lo que sucederá si la cosa funciona. Y no es ese el sentido del título original. Igual era más fiel titular "Lo que sea que funcione", y si es muy largo dejarlo en "Lo que funciona". Y, bueno, hay que estar de acuerdo con el principio filosófico (salvo los sobradamente preparados), a la fuerza ahorcan...

martes, 20 de octubre de 2009

Memorias

Estoy buscando un título para mis memorias. No es que piense escribirlas, pero por si acaso. Hombre prevenido, está prevenido. El primero que me ha venido a la cabeza (ya utilizado como todos los demás) ha sido "memorias de un peatón". Pero conduzco unos 20.000 kilómetros al año y uno no puede engañar ya desde el título. Otra opción: "Memorias de un desmemoriado". Éste me venía que ni pintado, soy un desmemoriado; pero también lo debía ser Benito Pérez Galdós que tituló así las suyas. Valoro otras alternativas: "Memorias de un soso", le falta chispa; "memorias de un hombre", vaya, ni que fuera el único; "memorias de un niño que envejeció", muy largo; "mis memorias y otros cuentos", ¿qué otros cuentos?; "memorión, la historia de un niño prodigio", ése no soy yo; "memorias que me tocaron", o sea las que el azar me hizo presenciar, oir, ver y sentir. Bueno, tendré que seguir pensando.

sábado, 10 de octubre de 2009

Sabato mattina

He salido hoy de casa con espíritu relajado, sin prisas. Quizás porque no tenía nada que hacer. Mi plan era tomar un café, leer el periódico y comprar un kilo de higos. Reconozco que los objetivos no eran difíciles de conseguir. El éxito me ha acompañado. Aparte he podido observar a la gente. Por ejemplo, he constatado el gran número de chicas que pasan hablando por el móvil (en cuanto reúna unos euros los invierto en Telefónica). También he visto a una pareja de jóvenes turistas consultar un plano apoyados en el muro sobre el río... en el mismo punto en que ya vi la misma escena hace unos días. Sospecho que el ayuntamiento ha editado un folleto que incluye un recorrido por el casco histórico con parada en ese lugar. Y en el periódico me he enterado de una iniciativa de la asociación de comerciantes para que nos integremos en el concepto "slow city". Bueno, justo lo que decía al principio. Estoy en ello.

sábado, 3 de octubre de 2009

Gesto tecnológico

A veces llegan cartas... pero cada vez menos. Una pluma Montblanc era entonces un bonito regalo para cualquier ocasión. Hoy el regalo obvio es un móvil; que también necesita recarga y que también es un objeto personal. Tanto como el cepillo de dientes o el pañuelo. Hay una prueba de gran afecto, de profundo cariño o sencillamente de amor que utiliza el teléfono móvil como accesorio. Es un acto auténtico, desinteresado, ya que se hace habitualmente cuando nadie nos ve. Es cuando al terminar la conversación con la persona querida y llevados por una súbita y espontánea corriente de ternura besamos el móvil, como antes se besaba la carta que traía las noticias y los besos quizás desde el otro lado del océano.