martes, 7 de diciembre de 2010

Tazas de café

He detectado una grieta en la taza de café. No parece que haya peligro de ruptura inminente. Hay que fijarse para verla. Va desde el borde hasta casi el fondo de la taza y se aprecia tanto por dentro como por fuera. Una tenue línea que no llega a afectar a la impermeabilidad que se espera del material (porcelana, algo más moderno, no sé). He escrito "la" taza, pero me refería a una de las cuatro tazas que componen el juego. Se trata de un juego de tazas con un soporte metálico que permite formar una torre con las cuatro, encajando cada una en la de abajo. Inciso sobre el diseño: A alguien se le ha ocurrido este artilugio. Siempre hay cosas que diseñar. Por ejemplo sillas. Puede parecer que es muy difícil diseñar una distinta, pero se diseñarán hasta casi el infinito (para aclaración sobre el infinito véase la entrada del catorce de noviembre) . Bueno, este diseño en concreto es un regalo de un supermercado, confesándolo todo. Hace sólo unos meses que las tenemos y estoy sacando un gran partido de estas tazas, ya que son más accesibles que las del armario. Eran cuatro, pero estos últimos días sólo estoy viendo tres en la torre de la cocina. Y una de ellas con esa inquietante grieta. Puede que la cuarta esté en el lavavajillas. Puede que haya sido el lavavajillas el que ha producido el desperfecto de la otra. Puede que en el mundo encaje mejor esta torre de tres con defecto incluido que la original de cuatro. La entropía, supongo.

1 comentario:

Elly dijo...

Supongo que... a caballo regalado, no le mires el diente.