lunes, 18 de octubre de 2010

To read or not to read

Como seguramente ya sabes el tiempo es limitado. El día tiene veinticuatro horas y acortándose. Eso es lo que parece, que cada vez dura menos. Y me va pareciendo que no tengo todo el tiempo del mundo para leer. Porque de todas las posibles actividades a las que ofrecer mi tiempo en sacrificio, he elegido (o no he tenido más remedio que elegir) la de leer. Una posibilidad entre muchas, ni mejor ni peor que otra para ganar/perder el tiempo. Y puedo leer cualquier cosa, y tampoco estaría mal hacerlo: Cualquier revista que se me cruce, o periódico, o página de internet. Pero me está empezando a gustar descartar algunas lecturas, leer por encima otras; incluso considero la posibilidad de que alguna vez abandone un libro a medias. Es broma, alguna vez lo he hecho y debería repetir más a menudo. El caso es que B. me ha comentado que le está gustando mucho un libro que está leyendo (la última novela de John Irving) y que ya me lo dejará... . Que me lo prestará. Pero en realidad no me ha dado tiempo ni opción de pedírselo. ¿Qué hago?. ¿Me limito a agradecérselo y (cuando me lo deje) leer el libro?. ¿Decido que mi libertad de lectura no puede verse coaccionada y, aunque puede que me apetezca, me niego a leerlo?. ¿Está de verdad mi libertad en juego?. ¿Tengo urgencia de leer otras cosas antes?. En todo caso B. lo ha hecho con buena intención.

1 comentario:

Elly dijo...

El tiempo es oro, y por suerte o por desgracia, yo necesitaría 72 horas al día para hacer todo lo que tengo que hacer. Casa, estudios, carné de conducir, academia de música, clases de inglés, prepararme pruebas físicas... y por si fuera poco, necesito dormir, como mínimo 6 horas para cumplir el horario.
La lectura queda en un puesto demasiado lejano (y la tele ya ni la siento, aunque lo cierto es que tampoco he sido muy de ella nunca). Aprovecho momentos fugaces para leer cosas (que no sean muy largas) entre los pequeños descansos que me concedo.

Yo no renunciaría a la lectura, solo lo dejaría para esos puntos muertos en los que no sabes que hacer. Siempre llevo un libro de bolsillo en el bolso para estos casos.

Leete el libro y disfrútalo.

Un saludo!!