miércoles, 2 de mayo de 2012

Decir o callar

He visto una pequeña película titulada "Little Manhattan", valga la redundancia políglota. La darán cualquier día por la tarde en algún canal de la tele. Habla de no dejar las cosas sin decir. "The unsaid", en inglés. "Lo no dicho". Y, sí, es mejor decirle a la chica que te gusta antes de que se vaya al campamento de verano. Así ella te dice que no te había contemplado desde esa perspectiva y tú ya puedes empezar a añorar a tu primer amor y tener un verano mucho más tranquilo. Bueno, a mí nunca me pasó nada parecido, y además si me hubiera pasado todo indica que hubiera quedado "unsaid". Y digo yo que hablar en negativo no deja de ser enrevesado. Aunque claro no es lo mismo "lo no dicho" que "lo callado". "Lo no dicho" suena a algo que se debiera haber dicho y "lo callado" a lo que con buen criterio dejamos sin apuntar. Ya se sabe que más vale callar y pasar por tonto que hablar y confirmarlo. Al final, como casi siempre, la virtud está en el equilibrio. Por desgracia un equilibrio digno de un artista cirquense. Callar es de sabios y hablar en los momentos y en los términos oportunos es de superhéroes del conocimiento.

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