martes, 30 de junio de 2015

Iceberg

Pronúnciese aisberg, aunque no es que los inventaran los ingleses. De toda la vida los icebergs se han hecho a sí mismos,  con un poco de ayuda de sus enemigos (el agua templada, el aire cálido, la caricia del sol). Cada deshielo ha puesto a navegar su ejército de icebergs. Antes de casi todo hubo icebergs, siempre modestos asomando una décima parte de su volumen (o traicioneros escondiendo su amenaza bajo el agua). Los hay en todas los tonos entre blanco y azul y de todas las formas, siempre que sean curvas. No podía existir un término en castellano para algo que geográficamente no ha coincidido con el idioma. La traducción sería (como sabes) "montaña de hielo". Iceberg es la última palabra que hubiera esperado oír en la boca del Papa. y de hecho no la he oído. He leído que la utiliza en su última encíclica (que es la segunda). Así que en todo caso la ha escrito. El obispo de Roma (lugar que tampoco ha visto jamás uno) mencionando la palabra iceberg. No lo he podido confirmar, pero la pesquisa me ha permitido saber otras cosas. Por ejemplo que en la página web del Vaticano esta encíclica está disponible en ocho idiomas, entre los que no se encuentra el latín (aunque sí el árabe). El título (éste sí en latín) de este extenso documento (calculo unas 90 páginas) es "Laudato si", "alabado seas", y el subtítulo en castellano "sobre el cuidado de la casa común". Le he dado un par de vueltas (no la he leído entera, uf) y no veo el iceberg por ningún lado. Se me ocurre que quizás la mención sea indirecta y diga algo así como "...ésta no es sino la punta del iceberg...". En todo caso sí utiliza muchos conceptos chocantes, para los no iniciados al menos, en un Papa. Un ejemplo "el ciclo del carbono". El Papa Francisco nos exhorta a cuidar la casa común, icebergs incluídos, ¡bien!.

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