lunes, 8 de abril de 2013

De repente, el futuro

Si "el pasado es un país extranjero" (L P Hartley, y seguía "allí hacen las cosas de otra forma"); el futuro es un país enemigo (y allí, si te descuidas, acabarán contigo). El futuro es una posibilidad remota. O quizás era, porque de algún modo extraño los plazos que le fueron poniendo al futuro, 1984, 2001, han vencido; y  tengo la sensación de que, no sé como, me encuentro instalado en él. De la noche a la mañana, aunque no puedo precisar qué noche y qué mañana fueron exactamente las que sirvieron de puertas de salida y entrada en ese salto temporal o sensorial. Ha sido una de esas cosas en las que no piensas realmente hasta que de repente te das cuenta de que han sucedido. Y aquí estoy, en el futuro. Como dato positivo vengo comprobando que aún reconociendo que no es que sea especialemte acogedor tampoco ha tenido lugar la muy anunciada y apocalíptica destrucción de la civilización,  ni andan zombies por la calle (que yo sepa). Por otra parte esto de internet me parece una maravilla, ¿en qué otro sitio que no fuera el futuro podría haber escrito esta entrada y este blog?.

No hay comentarios: