jueves, 27 de octubre de 2016

Gone global

De la lluvia de información que nos cae encima, el goteo (malayo, inmisericorde) del móvil, el aguacero de internet, los chaparrones de los ya casi anticuados (casi románticos) canales de televisión, el sirimiri de la radio (ancestral), la lluvia mansa del periódico (o de un libro). Todo el mundo siendo ocurrente al mismo tiempo y yo solo capto retazos de conversaciones. Me quedo con algunos nombres, un puñado de anécdotas (que luego olvido precipitadamente). Me da la impresión de que chapoteo en la orilla del mar y juego a vaciarlo con mi cubo de juguete. Y medito que cualquier tarde me pongo a ello en serio, a vaciar el mar. En cuanto tenga algo de tiempo, en cuanto deje de llover.

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