viernes, 17 de marzo de 2017

Hechos de olvido


Estamos hechos de olvido.
El polvo de olvido
es el material
del que están hechos los sueños
que no llegan al amanecer.
Estamos hechos de palabras
y no paramos de formar frases
con la esperanza
de que alguna quede para siempre jamás.
Pero todas las palabras
tienen vocación de olvido.
Y es que todas, casi todas,
son como hojarasca
que echamos al fuego de la vida.
Arden súbitamente,
producen una llamarada
y dan calor y luego se esfuman
y solo dejan la sombra de una huella.
El rostro que una vez nos iluminó
es ahora una cara tiznada
en la penumbra del recuerdo, del olvido.
Buscamos más palabras,
que son, también, lluvia
que lava esa cara
y la limpia de hollín
y deja sus regueros de gotas
que se confunden con las lágrimas
que acuden una y otra vez
sin ser llamadas.
Estoy hablando del poder mágico,
terapéutico
de las palabras, las lágrimas,
el recuerdo y el olvido.


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