viernes, 12 de mayo de 2017

En algún lugar del Midwest

He leído la novela "Gilead" de Marilynne Robinson (premio Pulitzer 2005) y me he acordado del "cinturón de la biblia", esa amplia zona de los Estados Unidos donde tienen mucha fuerza las iglesias evangélicas (y me entero ahora de que hay estados con leyes que impiden que un ateo acceda a un cargo público). Gilead es un nombre bíblico que en la novela es el de un supuesto pueblo de Iowa. El libro consiste en las vivencias y reflexiones de un pastor presbiteriano. Bueno, resulta que Iowa no está dentro de ese "cinturón", pero Gilead encajaría bien. Las referencias al "bible belt" suelen implicar connotaciones negativas; intolerancia, racismo.. y puede que muchas veces sea un prejuicio injusto, ya que ¿puede haber una persona mejor que un cristiano perfecto?. John Ames, el pastor de la novela, lo intenta con toda su alma (ser un buen cristiano), y me recuerda una vez más ese tema eterno de la existencia de Dios. John Ames está absolutamente seguro de que existe. Yo, no sé. No tengo base para saberlo y se me hace difícil pensar que alguien la tenga. Me parece que más que dilucidar si puedo ser creyente o ateo solo puedo ponderar si soy más bien crédulo o tiendo a incrédulo. También me parece que la existencia de Dios admite dos posibilidades: o es el bulo de mayor éxito de la historia del mundo (incluso después de Twitter) o es la única verdad del universo. Por cierto, refiriéndose a la historia del mundo, la historia del hombre, comenta John Ames que bien podría hacer llorar a una piedra.

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