miércoles, 13 de febrero de 2019

Cifras y letras dentro de un orden

Hace poco un amigo me dijo que él era de letras y no sabía contar hasta cien. Claro que sabe, ¡no va a saber!. Pero, bueno, es cierto que no le van los números. Para compensar le van muchísimo las palabras. Yo soy de ciencias, oficialmente, pero en la vida cotidiana soy bivalente o mixto o como se diga (pero de perfil bajo en todo caso). La prueba de mi congenialidad con las letras, y que pongo sobre la mesa del jurado como evidencia número uno, es este blog que nos contempla. Pero no puedo negar que, no sé por qué, tengo tendencia a cuantificar o medir la realidad. Por ejemplo a calcular los euros que gasto para hacer cien kilómetros con el coche o cuántas páginas de un libro leo en una hora o a contar las plazas de un aparcamiento o las galletas que entran en un paquete, Eso sí, limitándome a usar las cuatro viejas y buenas reglas. Al enterarme de que también había números negativos fruncí el entrecejo y cuando supe que también había números imaginarios y su unidad era la raíz cuadrada de menos uno tuve que resistir la tentación de decirle al profesor: ¿no lo dirá en serio?

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