miércoles, 19 de septiembre de 2012

Enemigos para siempre

Atendiendo a los medios me parece apreciar que una explicación, bastante extendida, para los conflictos humanos es la de ver distintas ideologías, distintas visiones políticas. Se diría que lo que nos guía es la justicia, el derecho, las ideas. Y me está pareciendo que no. En realidad lo que hay siempre son dos grupos: Los nuestros y los otros. O mejor dicho muchos grupos distintos: Los cristianos, los chinos, los chiíes, los suníes, los indígenas, los ingleses, los kurdos, etc. Y las razones éticas brillan por su ausencia. De lo que se trata es de que mi facción sea la que prevalezca, independientemente de cualquier otra consideración. Propongo un experimento práctico. Mira en la página de internacional del periódico y fíjate en cualquiera de los follones de actualidad. El analista de turno seguirá hablando de geopolítica, de derechas y de izquierdas, pero si te fijas un poco descubrirás que casi siempre los bandos se perfilan nítidamente en términos de raza y religión. Me temo.

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