miércoles, 19 de abril de 2017

Dilemas

Defendía hace poco en el periódico un articulista (admirado por mí) que las personas que se sitúan en posiciones radicales (sea eso lo que sea) son más felices. Hoy le responde otro diciendo lo contrario, que son más infelices. Ambos, por supuesto, razonan ampliamente sus respectivas tesis. Una deducción, un tanto maliciosa, es que tendemos a pensar que los otros son siempre más felices. También habrá quien opine que situarse en posiciones acomodaticias dentro del sistema o hacerlo en sus márgenes, a la contra, criticándolo, es irrelevante en cuanto al caudal de felicidad que le toca a cada uno. Esta polémica de dicha/desgracia me ha recordado lo que decía un hombre de cien años en otro reportaje (todos los días leo religiosamente el periódico) hace un tiempo. Llegar a los cien años no es garantía de sabiduría, pero en esta ocasión a mí me parece que no anda lejos. Decía este centenario: "fui tres años soldado en la guerra, todavía no sé si estuve con los buenos o con los malos".

No hay comentarios: