jueves, 31 de agosto de 2017

Novum sermo

He inventado una palabra, creo. No es que falten, palabras, ni tampoco es algo raro inventar una. Se supone que todas las palabras tuvieron una primera vez de ser pronunciadas, de ser escritas. Y alguien las diría. Ya, que no... las palabras son un producto colectivo de los humanos, son la demostración de que no soy nada sin ti. Aún así hay muchas palabras inventadas, con fecha de nacimiento. Alguien aisló un concepto y le puso nombre. En este caso he utilizado el método inverso, primero he puesto el nombre y ya iremos deduciendo el concepto. Bueno, el concepto ya estaba inventado. Digamos que mi palabra quiere significar, quiere abarcar todo lo referente al "yo". El yo y la circunstancia de Ortega y Gasset resumido aún más. Mi palabra es, tatachán, "yoedad". No está reconocida por la RAE y quede aquí constancia con fecha de publicación para que en el futuro, si la palabra cuaja (que no creo), se pueda contrastar dónde y cómo apareció por primera vez. La yoedad, amplío un poco el concepto, incluiría lo preconsciente, lo consciente, lo subconsciente y lo inconsciente. Pongo un ejemplo práctico de su utilización. Estaba aquella señora en el psiquiatra y al terminar la sesión este le decía "mañana trabajaremos con el inconsciente" y contestaba la señora, "lo siento doctor, mañana mi marido no puede venir". "No, señora" concluía el psiquiatra " me estaba refiriendo a su yoedad".

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