miércoles, 15 de octubre de 2025

Opiniones, las justas (1)

    Julián Barnes, decía, o pensaba, durante años para referirme al escritor inglés. Ahora intento pronunciarlo bien, Iulian Barns. Barnes es uno de esos pocos —y espero que selectos— autores que me han acompañado toda la vida, o casi. Me lleva diez años, en enero cumplirá 80, y es como un hermano mayor, aunque él no lo sepa.
    Este año ha publicado un libro con cinco ensayos sobre los temas de su vida: la memoria, las palabras, la política, los libros y el tiempo y la edad. Se me ha hecho raro lo de la política, pero resulta que también en eso me gusta lo que dice. En inglés el título del libro es “Changing My Mind”; 
que en principio, entiendo, se suele traducir como “Cambiando de opinión”, pero que se ha publicado como “Mis cambios de opinión”. Sospecho razones publicitarias en esta traducción, veo un afán de personalizar, de sugerir que se cuentan intimidades del escritor o algo así.
    Ninguno de esos dos posibles títulos me llena. El que menos el segundo, ya que “Mis cambios de opinión” enfatiza, como decía, unos cambios muy concretos, personales, mientras “Cambiando de  opinión” —que tampoco me convence del todo— es más neutro y abarca el fenómeno en general de que uno, cualquiera, pueda, y de hecho deba, variar su forma de ver el mundo a lo largo de los años.
    El problema con estos dos títulos está en una palabra que, supongo, ya has deducido cuál es.
    (Continuará).

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