viernes, 24 de octubre de 2025

Papeles

    ¿Dónde está la libreta en la que apuntaba mis frases? Tengo un problema con los papeles. Los dejo a un lado para cuando me hagan falta y se van formando pilas de folios, recortes, carpetas, impresos, recibos, tiques, notas, cuadernos, alguna que otra libreta y libros; que son más difíciles de extraviar pero no te fíes.
    Con todos ellos se cumple la ley de los objetos inanimados, que en realidad sí que se mueven. Incluso, en este caso, hay un término específico al respecto: traspapelarse. Cualquier papel que decidas conservar se desplazará de su lugar original a otro algo más apartado y seguirá alejándose poco a poco hasta acabar camuflado al fondo de un cajón o en lo alto de una estantería, o escondido en el hueco entre un mueble y la pared.
    Hace tiempo que no utilizo aquella libreta; ahora recurro al móvil. Y dentro del móvil al correo electrónico. Cuando se me ocurre algún aforismo o similar lo guardo en un borrador. Ahora mismo tengo activos cuatro (borradores). Uno para estas frases; otro para ir apuntando títulos de películas, series, libros o autores; en un tercero guardo una clave para operaciones bancarias y el cuarto, y último, contiene un mensaje afectuoso y emotivo que me mandó alguien que ya no sé quién fue exactamente.
    Soy consciente de que estos borradores no son el recipiente idóneo. Ya me pasó una vez que cambié de móvil y al hacer la migración de la cuenta de correo los mensajes enviados y recibidos hicieron la travesía del desierto pero los borradores se perdieron por el camino. Pero asumo el riesgo, sic transit gloria mundi.
    La experiencia me dice que las acumulaciones de papeles corren una suerte parecida. O no hay forma de dar con ellos cuando los necesitas o cuando aparecen han perdido vigencia. La verdad es que nunca debí guardarlos en primer lugar. Lo propio de estos tiempos es ahorrar en papel y aceptar que toda nuestra información está en el aire, circulando entre servidores, y que así seguirá hasta el día del gran apagón; o hasta el fin del mundo en su defecto.

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