viernes, 24 de abril de 2020

Taxi

¿Sabes esos taxis negros y muy altos de Londres?, ¿los típicos? Una vez me monté en uno. Iba con alguien más, o igual eran dos, no recuerdo bien, compañeros de trabajo, habíamos ido a una feria. El caso es que al sentarme, el asiento era como abombado, de una especie de escay, al sentarme se me salieron todas las monedas del bolsillo y se deslizaron entre el asiento y el respaldo. Para cuando reaccioné ya habían desaparecido. Intenté rescatarlas, haciendo pinza con dos dedos, pero aquello era un pozo sin fondo. Un agujero negro, una trampa para extranjeros incautos; a saber qué más podía haber allí. Estiraba el brazo, y en algún momento me parecía tocar el canto de una moneda, pero no conseguía pescar ninguna. Me revolvía inquieto mirando de reojo al taxista, temía un “what the hell...?” por su parte. Al mismo tiempo, me estaba empezando a sentir culpable, por obsesionarme con las monedas y por estar perdiéndome el sencillo placer de contemplar Londres desde un taxi. Sí, un taxi de esos típicos de Londres, negro, muy alto. Ya sabes.

No hay comentarios: