No
suelo leer las cartas al director del periódico. Lo compro para leer
lo que escriben los periodistas que me son simpáticos sobre los
temas que me interesan, más o menos; no para leer la opinión de los
lectores, a los que imagino tan indocumentados como yo mismo. Pero a
veces se me escapa la vista y leo algunas líneas. Hoy plantea uno su
protesta de turno y entre sus méritos deja caer que a él le gusta
leer y escribir... Sí, a mí también. Yo también he dado a veces,
muy pocas, la tabarra en el periódico (y no me han premiado, qué
injusticia). Que todo el mundo escriba es lo más parecido a que no
escriba nadie. Esto de me gusta leer y escribir me ha recordado una
cosa que cuenta Kirmen Uribe: estando en la cárcel, por insumiso, un
preso que no sabía leer ni escribir le dictó una carta llena de
poesía. A la hora de juntar palabras algo tengo que ver con el autor
de la carta al director, con el preso que dicta y hasta con Kirmen
Uribe. Al hilo de la idea de escribir y que a alguien le importe, he
encontrado esta frase de Mary Oliver, poeta americana, “the
here and the now are, at the same time, the everywhere, and the
forever” (el aquí y el ahora son al mismo tiempo el en todas
partes y el siempre). Siendo como soy, tan normalito, me voy
convenciendo de que mis vivencias, lo que siento, lo que pueda
contar, es universal. Mi caso particular, por muy anodina que sea mi
vida, puede interesar a cualquiera (a alguno, siquiera) porque todos
los humanos somos así; tenemos casi todo en común, cuerpos,
sentimientos, madres, vecinos, nos gustan los perros y los
atardeceres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario