jueves, 13 de agosto de 2020

Spleen

 “Spleen” es casi literalmente la palabra griega para designar al bazo. El bazo es ese órgano olvidado que tenemos escondido a un lado del estómago. En inglés moderno sigue significando bazo y tiene una segunda acepción que se refiere a la ira. Es típica la expresión “to vent one's spleen”, algo así como expresar el enfado. Es raro, porque el bazo en la antigua Grecia se pensaba que era el generador de la bilis negra y esa substancia se relacionaba con la melancolía. En francés, aún admitiendo que han tomado la palabra del inglés, “spleen” sí se entiende como “melancolía sin causa aparente” (y bazo se dice rate). En castellano bazo se dice bazo, claro, pero en medicina extirpación del bazo, por ejemplo, es “esplenectomía” y “esplénico” es referente al bazo. La RAE, para terminar el repaso filológico amateur, aceptó en su día “esplín”, y define: Adaptación gráfica de la voz inglesa “spleen” (‘melancolía’) (error, la segunda acepción de “spleen” en inglés, itero, es “ira”) con que se designa el estado de ánimo caracterizado por el hastío de vivir. Este “esplín”, algo ridículo, está en desuso y en plan culto, me parece, es más común el uso del spleen francés. Esta prevalencia en castellano de la melancolía sobre la ira inglesa se la debemos, además de a los griegos, a Baudelaire. La primera de las seis secciones de “Las flores del mal” lleva el título de “Spleen et Ideal” y contiene, entre otros, cuatro poemas que titula “Spleen” y numera 1, 2, 3 y 4. Más decisiva fue la publicación, de modo póstumo, de “Le spleen de Paris”, una pequeña colección de poemas en prosa (o sea prosa poética) y cuyo título fue antes el de una sección de Le Figaro donde se habían publicado algunos de esos textos. El colaborador necesario para que la palabra anglo-francesa entrara en el castellano fue Francisco Umbral que la utilizó (Spleen de Madrid) en sus crónicas periodísticas y en el título de hasta tres de sus libros recopilatorios (Umbral publicó más de cien libros, un grafómano y erudito donde los haya). Todo esto, que si non e vero espero que sea ben trovato, es un intento de entender de qué demonios hablamos cuando hablamos de spleen.

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