martes, 20 de marzo de 2007

A propósito de Borges

Tenía un conocido gran admirador de Borges. Tenía todo lo que había publicado e iba adquiriendo lo que salía. Cuando Borges murió me confío su descanso; ya su obra era cerrada, abarcable, se podía desentender de las novedades ya que no escribiría nada más... Me decepcionó claro. Precisamente el paraíso de Borges era una biblioteca infinita.

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