miércoles, 7 de octubre de 2020

Diez mandamientos laicos

Algunas normas de conducta (provisionales) que la vida me ha ido sugiriendo. Antes de empezar, aclarar que no son consejos que vendo, sino los que para mí tengo, pautas a seguir para reconciliarme conmigo mismo. Sin afán exhaustivo, repartidas en diez puntos por motivos estéticos (un decálogo, como los mandamientos).

1- Cuida tu cuerpo, es todo lo que tienes. Estar sano es más que suficiente para empezar cada día con optimismo.

2- Vive en modo slow; además, la calma es contagiosa.

3- La felicidad no es un objetivo razonable. Acepta que somos algo felices y algo infelices, a ratos. Los momentos malos, ya pasarán; los buenos disfrútalos, pero sabiendo que algún contratiempo está al caer.

4- Vive el presente; goza de los pequeños logros, como ordenar el armario, escribir una entrada del blog o, incluso, que te empasten una muela.

5- La soledad es tan necesaria como la compañía de los demás, que es lo único que hay en el mundo. Hay que encontrar el punto de equilibrio, que depende de cada uno.

6- Procura no hablar por hablar, aprende a escuchar, no te importe estar en silencio, no adornes una anécdota para parecer más interesante.

7- Nadie ha nacido para servirte, ni tan siquiera tu madre; haz la cama, compra el pan, limpia los zapatos.

8- Es preferible dar a recibir, por la satisfacción que se deriva y por puro egoísmo: lo que más ansiamos en esta vida es que nos quieran.

9- Respeta que cada uno (un hijo, la pareja, el vecino) haga lo que quiera, no pretendas imponer tu voluntad a nadie.

10- Las personas valen por ellas mismas, no por su aspecto físico, ni por su edad.

Estas diez recomendaciones, que podrían competir en unos Juegos Olímpicos porque son rigurosamente amateur, se pueden resumir en una: Sé buena persona, humilde y amable con todo el mundo.


No hay comentarios: