domingo, 13 de junio de 2021

Ampliación

    He encontrado una recomendación referente a la levitación en una página evangélica: no hay que darle más importancia de la que tiene. Muy buen consejo. Evangélica me ha parecido, no he indagado más; no porque esté por encima de esas cosas sino por lo contrario, porque estoy por debajo.
    Y como dijo el otro, si no creo en la religión católica, que es la verdadera, a buena hora iba a creer en cualquier iglesia evangélica. No, no, esto lo he escrito para hacer gracia; ni creo, ni dejo de creer, ni opino, ni dejo de opinar (estoy por debajo de todo eso). Sospecho que si le preguntaran a un experto católico sobre el tema (la levitación) contestaría algo parecido, le quitaría importancia. El caso es que cualquier creyente ha de aceptar como inevitable que la levitación es factible, como también sería posible que se hubiera decidido, por nuestro bien, que no lo viéramos aquí en la Tierra.
    Una actividad relacionada con la levitación es la práctica, poco extendida me parece, de caminar sobre las aguas. El agua, ese líquido tan común, ese milagro de la naturaleza. Decía Mary Oliver, poeta, que no hay invento de la humanidad que haya superado a la lluvia, al fenómeno natural de las gotas de agua cayendo del cielo. Y lo piensas y es verdad. El agua, además, es muy versátil. El hielo es agua, eso sí lo hemos comprobado. Las nubes también son agua, dicen.
    Andar sobre las aguas, a pelo, tampoco lo he visto hacer. No es levitar pero no queda lejos, tendría su mérito. Imagino un lago un día sin viento, la superficie lisa, como un espejo. Estoy en la orilla y me veo reflejado, perfecto (perfecto el reflejo, no yo, que soy notablemente imperfecto). Me dispongo a dar un paso sobre el agua y la imagen de mi pie hace lo mismo desde abajo, o eso parece. Cuando poso la planta del pie en la superficie mi reflejo hace lo mismo desde el otro lado. Lógicamente las fuerzas se contraponen, se equilibran y camino sobre el lago. Camino sobre la superficie helada del lago, o ya pensabas que estaba desvariando.

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