martes, 26 de abril de 2022

Baile de números

    La riqueza de los idiomas. El misterio de los idiomas. Las palabras que nos sirven para comunicarnos (de aquella manera). Nos comunicamos, sí, y rara vez nos entendemos. Oír, escuchar, entender, comprender. Definitivamente, es complicado. Lo normal es que los hablantes de casi todos los idiomas del planeta aseguren vehementes que su lengua es muy rica, si no la más rica. ¿Cómo se mide eso? Estudiando la sintaxis, supongo. Otra medida para un ranking de idiomas es el número de palabras, el tamaño del léxico.
    Esto era que estaban un inglés, un francés y un español y va el español y dice que su idioma es muy rico y que tiene más o menos, e igual se queda corto, unas 380.000 palabras, la Armada Invencible de los vocabularios, remata ufano. Hala, hala, dice el francés, no está mal pero, mon amie, eso no es nada, mi lengua anda por las 500.000, medio millón de palabras, la Grande Armée verdaderamente. Ah, el continente, aislado por la niebla como de costumbre, concluye el inglés, mi idioma, el que más hablantes tiene del mundo, es más rico, unas 750.000 palabras, aunque bueno, reconozco que no me las sé todas.
    Algo de verdad habrá en esas cifras, ya que las cita Martin Amis en su último libro, de algún lado las habrá sacado, pero deben estar basadas en algún criterio muy muy laxo en lo que se refiere a dar por bueno un vocablo. El cálculo del número de palabras de un idioma es una tarea imposible; a diario nacen nuevos términos, otros muchos están muertos o moribundos y las fronteras entre las lenguas cada vez son más difusas. Dicen que el diccionario de la RAE contiene unas 93.000 palabras, no debo conocer ni la décima parte.

No hay comentarios: