viernes, 11 de octubre de 2024

Aún diría más

    Milena Busquets dice que todos dejamos una obra completa. Por una no-casualidad, estos días estaba pensando algo que, de algún modo, tiene que ver con eso. Digo no-casualidad porque soy más partidario de la estadística y de las probabilidades; pero, bueno, quien sabe. Pensaba sobre triunfar o fracasar en la vida. Hasta ahora estaba bastante convencido de que mi vida ha sido, o está siendo para ser rigurosos, un fracaso. Un fracaso regular, un fracaso homologable, un fracaso en toda regla. Lo digo sin traumas, sin sentirme por ello especialmente desdichado. Fracasar sería, más o menos, lo normal. Porque así es la vida, un viaje hacia la nada, como he leído hace poco.
    Pero últimamente me estaba entrando la duda. Fracasar, no puede ser, tanto fracaso, igual es que había un error de concepto por mi parte. Así, le he empezado a dar la vuelta al tema del fracaso y lo estoy convirtiendo en un éxito. Sabiendo —recordatorio— que ambos, éxito y fracaso, son dos impostores, como aclaró Rudyard Kipling. Pero sí, un éxito, bien pensado vivir es un éxito.
    Para empezar, cada uno de nosotros somos la punta de lanza de la evolución, los Lamborghini de los homínidos. La vida es un milagro y los seres vivos somos afortunados ganadores de la lotería galáctica. Luego puedes salir más o menos chapucero, pero estar vivo y hacer todo, o parte, de lo que enumera Busquets no deja de ser un éxito. Si ella apuesta a que dejamos una obra completa, por mi parte lo veo y subo a que además todas las vidas son un éxito.

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