jueves, 21 de agosto de 2008

Contigo aprendí

Me gusta tener la razón, ¿y a quién no?. Pero me voy dando cuenta de que también deseo no tenerla. Cuando oigo o leo (más frecuentemente leo) algo que desmonta mis opiniones actuales, algo que me convence de verdad, algo que me da un nuevo punto de vista que a mí sinceramente no se me hubiera ocurrido en cien años, si pasa eso siento que estoy vivo. Me alegro al ver que aún puedo cambiar de opinión, que no lo doy todo por hecho, que sigo creciendo (quizás hacia un costado). Quítame la razón, te lo agradeceré.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y cual es tu razón?

Anónimo dijo...

Mi razón es un conglomerado difuso de lugares comunes, pensamiento judeo-cristiano (supongo), autojustificaciones y algunas perlas del conocimiento. Gracias por comentar.

Anónimo dijo...

Es por eso que me gusta leer tu blog. Posees esa cualidad que deberían cultivar muchas personas, la de ponerse en el lugar del otro, al menos por cinco minutos, o la de ver que existen otras posibilidades que plantearse.
ES POR ESO QUE TU COMENTARIO NO ME HA CHAFADO PARA NADA, POR EL CONTRARIO TE LO AGRADEZCO, ME LO TOMO COMO CRÍTICA CONSTRUCTIVA...
Y LO DE MALLORCA, una buena enseimada si vale un viaje...Exótico, exótico...Mi pueblo es la tira de exótico...Jajajajajaj...