viernes, 22 de agosto de 2008

Episodio

Me acosté tan normal y a la mañana no podía levantarme. Contractura, lumbago, ciática, no sé, algo de la espalda. Tenía que andar agachado, daba risa. Ese día procuré caminar despacio, semierguido, lo más dignamente posible. A la noche tomé ibuprofeno por recomendación no facultativa (me sentía como un tablón de madera). Al día siguiente ya estaba mejor, paulatinamente fueron desapareciendo las molestias. Al otro día al despertar me pareció encontrarme poseedor de una nueva movilidad. Accioné brazos, piernas, cuello y me sorprendió encontrarme con los viejos límites, el punto de torsión del que antes tampoco podía pasar. Me reencontré con mis viejas fronteras. Y el caso es que me gustaría expandirlas un poquito.

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