martes, 30 de septiembre de 2008

En la segunda parte

Mi vida se divide en dos partes. Pienso que como todas las vidas, pero sólo puedo hablar con una base más o menos fiable (tampoco mucho) de la mía. Durante la primera parte pensaba que era muy difícil que yo pudiera morirme. Con tener unas pocas precauciones (como mirar antes de cruzar la calle) era suficiente. Por otra parte tenía largos años por delante, lo que se me antojaba un tiempo infinito. La muerte no era un tema al que debiera dedicar mayor atención. En la segunda parte (y no puedo precisar cuando y como me encontré con que tenía que meter gol en la otra portería) no hay un solo día que no tenga presente a la muerte. No hay nada que pueda hacer al respecto. Prefiero no sacar demasiadas conclusiones, es así y ya está.

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