sábado, 20 de septiembre de 2008

Uno más o uno a secas

Somos uno más. Una gota de agua en el mar. En cualquier clasificación que hagamos, sea cual sea el criterio que utilicemos para dividir el mundo en dos clases de personas, seguiremos siendo un árbol más de un bosque inmenso. Si volvemos a subdividir, si trazamos otra línea que divide al mundo en otras dos clases de personas, y resulta que esta nueva línea es más o menos perpendicular a la anterior, nos encontraremos en uno de los cuadrantes, uno más de una inmensa minoría . Si seguimos dividiendo el mundo en dos clases de personas, y estamos recorriendo el camino inverso al del cuento del tablero de ajedrez y los granos de arroz, reduciéndose cada vez nuestro grupo a la mitad, nos encontraremos en un número sorprendentemente corto de subdivisiones con que cada uno de nosotros es único. Un solitario grano de arroz en la primera casilla del tablero.

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