jueves, 1 de julio de 2021

Comparativa

    Escribo “tendedero” como título y lo asocio a “crematorio”. La fuerza de las palabras cuatrisílabas, supongo. No es que tengan nada que ver, en principio, pero les encuentro el mismo aire de melancolía a la intemperie.
    “Crematorio” es el título de un libro de Rafael Chirbes del que se hizo también una serie. Ni he leído el libro ni he visto la serie. Como la ignorancia es atrevida creo que sé de qué va porque leí la novela siguiente de Chirbes, “En la orilla”, considerada “la novela definitiva sobre la crisis de la burbuja inmobiliaria”.
    Esa novela está bien, aunque todo me pareció algo confuso. No digo que la novela fuera confusa. Una vez oí que cuando hablamos de confusión lo que hay casi siempre es confusos (no confusión). Ese dicho confirmaría que el hombre es la medida de todas las cosas; que lo es, desde el punto de vista del hombre. En este caso yo sería el confuso, o uno de los confusos.
    “En la orilla” fue el último libro publicado en vida por Chirbes; fue publicarlo y llegar él a la orilla del país de la memoria y, finalmente, del olvido. Todos nos dirigimos a ese país, por cierto.
    Ahora que lo pienso hubiera sido más lógico asociar “tendedero” con “matadero”, que riman y que también es una serie, un Breaking Bad castizo. Pero “matadero” es una palabra horrible, sin dejar de reconocer que “crematorio” tampoco es la alegría de la huerta de las palabras. “Tendedero” está bien y lleva un bonito sonido asociado: flap, la especie de latigazo de la ropa tendida sacudida por el viento.

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