Si el tiempo no existiese porque lo que existiría sería un instante eterno y Dickens hubiese sido consciente de ello, aquel comienzo podría haber sido: Es el mejor de los mundos, es el peor de los mundos… algo que si lo piensas un poco no puede ser más cierto; es así siempre, lo mejor y lo peor son dos hermanos siameses sin posibilidad de separación con los conocimientos técnicos actuales.
Me he acordado de ese famoso comienzo por una enmienda que he encontrado de Edith Wharton a otro comienzo no menos conocido. Me refiero al de Anna Karenina, by Tolstoi: Todas las familias felices lo son de manera parecida, cada familia infeliz lo es de un modo diferente. Aprecio el dramatismo de esta afirmación pero desconfío de ella. Para empezar esa división taxativa entre felices e infelices es demasiado simple para ser real y, además, supongo que no hay tantas maneras de ser infeliz como para que cada familia (infeliz) tenga la suya propia.
Predispuesto como estaba me gusta esto que puso Edith Wharton en boca de un personaje y que parece una alusión directa a la frase de Tolstoi: Hay muchas formas de ser desgraciado, pero solo una de sentirse bien, y es dejar de perseguir la felicidad. Si te haces a la idea de no ser feliz, no hay razón para no pasar un buen rato.
Notas:
1- La cita aparece en un diálogo del relato “The Last Asset” publicado en una revista en 1904 (no está traducido al español, creo) y el interlocutor atribuye la idea a Schopenhauer.
2- El final en inglés es to have a fairly good time. Quizá sería más exacta esta traducción: Si te haces a la idea de no ser feliz, no hay razón para no disfrutar de la vida.
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