Al parecer hay al menos dieciocho traducciones diferentes de ese libro al español. ¿Cuál es la buena? No sé francés y como diversión y consultando tres o cuatro de esas traducciones, una traducción al inglés y el original francés (con la colaboración del traductor de Google), he elaborado mi propia versión.
Creo que este caso, como en otros muchos, más que de traducción se puede hablar de adaptación o interpretación. Esta es la mía, perdón por el mía, es mía de forma muy sutil:
La naturaleza es un templo de pilares vivos
que a veces da voz a palabras confusas;
el hombre atraviesa bosques de símbolos
que lo observan con ojos comprensivos.
Como largos ecos que a lo lejos se confunden
en una tenebrosa y profunda unidad,
vasta como la noche y como la claridad,
perfumes, colores y sonidos se responden.
Hay perfumes frescos como cuerpos de niños,
suaves como los oboes, verdes como los prados,
—y otros corruptos, ricos y triunfantes,
con la expansión de cosas infinitas,
como el ámbar, el almizcle, el benjuí y el incienso,
que cantan el éxtasis del alma y los sentidos
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