sábado, 20 de abril de 2024

El consejo del abuelo

    El primer día de colegio le habían llamado cuatro ojos. Al contarlo en casa el abuelo le dijo: mira, haz como yo en la mili, no destaques; buenas notas sí, pero en la segunda línea, sin llamar la atención. Cosas del abuelo, pensaba, hasta que llegó el incidente del bocadillo. Hicieron una excursión y les dijeron que llevaran un bocata de casa. Su madre le puso uno de jamón del bueno. A la hora de comerlo el matón de la clase y sus secuaces hicieron una rápida inspección y confiscaron los mejores bocadillos. Tuvo suerte y le dieron a cambio uno de mortadela, algún otro compañero se quedó en ayunas. Se acordó del abuelo y le insistió a su madre que la próxima vez por nada del mundo repitiera con el Jabugo.
    Desde entonces procuraba camuflarse en la masa, no sobresalir ni por exceso ni por defecto, sumarse siempre a la mayoría, reír las gracias de los gallitos; apartarse si las cosas se torcían. En casa, en las comidas del domingo, el abuelo le recordaba: voluntario ni para recibir un premio. El curso avanzaba y se iba convirtiendo en una sombra cada vez más escurridiza. Llegó un momento en que ya nadie contaba con él para nada, era un figurante sin frase en la película. Un día, al pasar lista, el profesor se saltó su nombre. Le extrañó, pero bueno, le iba bien pasar desapercibido, ese era el objetivo y lo estaba bordando. No lo volvieron a nombrar.
    A la vuelta de Semana Santa cuando entró en el aula había otro chico sentado en su pupitre. Se quedó al fondo, de pie; nadie pareció darse cuenta. Se acostumbró; empezó a deambular por el colegio, recorría los largos pasillos buscando la penumbra y arrimándose a la pared. A veces, a su paso, algún alumno o profesor volvía la cabeza inquieto, como si hubiera sentido una corriente de aire frío. Han pasado los años y ya es una costumbre que, al comienzo de curso, en su alocución al alumnado, la directora desmienta, con una sonrisa forzada, la tontería esa de que por los pasillos del centro ronde el fantasma de ningún antiguo alumno.

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