martes, 17 de septiembre de 2024

Reciclaje

    La manera más natural de empezar a contar algo es diciendo “una vez”. Es una forma adverbial, creo; estoy especulando, no hice filología hispánica (y si lo hubiera estudiado seguramente no me acordaría). Vale, bien, pues una vez estaba, por circunstancias que no vienen al caso, en un pueblo pequeño y pintoresco y tras despachar lo que llevaba en la mochila quise deshacerme de los residuos que había generado.
    No había papeleras de ningún tipo a la vista y tras una ronda por los alrededores encontré una zona acotada con los distintos contenedores. Mi corazón se regocijó. Bien, me dije, esto es un pueblo modélico, cuidado, limpio. Cuando me acerqué para repartir mi humilde basura; orgánicos, plásticos, papel, cada cosa en su sitio; comprobé que los contenedores estaban herméticamente cerrados. Se conoce que cada vecino tenía su tarjeta para utilizarlos. No había nadie en los alrededores, así que dejé mi bolsa con la basura allí mismo, sobre uno de los contenedores, bien a la vista. Uno lo intenta, modestamente.
    Que yo sepa hay cuatro tipos de basura (a efectos del reciclaje): orgánica, papel o cartón, plástico y resto. Pero siempre tengo dudas. No acabo de entender que los briks sean plástico y no cartón. Y bueno, me estaba olvidando del vidrio. Tema vidrioso este de la basura. Por cierto, los botes de mermelada, de cristal, vale, ¿y la tapa? Va con el frasco o hay que tirarla aparte. Y aparte, ¿dónde?
    Otra duda, el otro día me tomé un café de máquina y después de revolver el azúcar me quedé con el palito (de madera) en la mano dudando. Había tres papeleras; azul, amarilla y otra, igual era negra, ahora mismo no sabría decirlo. Desde fuera no se veía qué había dentro y además no tengo ni idea de donde va la madera. ¿Dónde se tira el palito?

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