Por ese motivo cuando repaso algo escrito procuro quitar todos los yo de los que se pueda prescindir. Una forma de eludir el yoísmo auto-descalificador es diluirse un tanto y utilizar la primera persona del plural. Tiene mucho sentido hacerlo porque un ser humano solo no puede nada, y decir nosotros es apelar a la solidaridad y a la comprensión de los demás, decirle al otro que no te crees mejor que nadie, buscar su complicidad.
Utilizar el nosotros es una medida humidificadora, en el sentido de que alivia la sequedad del yo. Es broma, a medias; he omitido una ele. Quería decir humildificadora. La palabra no existe (no existía). Es una (humilde) propuesta que hacemos (guiño) para expresar esa idea de algo que ayuda a ser humilde, y que, de paso, por qué no, también refresca un poquito; algo humildificador.
Nota: Novum verbum es "palabra nueva" en latín. Hace tiempo titulé otra entrada Novum sermo creyendo que significaba lo mismo. Ahora aprendo que no exactamente, al parecer sermo significa "discurso".
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